❝Guarda nuestro secreto hasta que te conviertas en uno de nosotros.❞
Una humana como tú o como yo con padres vampiros se niega a ser parte del linaje vampírico de su familia, pero al conocer a la banda del momento The Vampz descubre que son vampiros...
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El sol salió dando inicio a un nuevo día, el día tan esperado por aquellos siete vampiros, su concierto en Seúl. Por lo tanto todas se despertaron temprano aunque no casi todos pues Hari y Heeseung se habían quedado dormidos en el sofá abrazadados después de lo sucedido anoche, les dio mucha pesadez subir las escaleras y por ello se durmieron en el sillón.
Seis chicos estaban contemplando la escena de Heeseung y Hari apilados como piezas de jenga, tenían una posición muy extraña que simplemente de verla les dolía la espalda y como cereza del pastel los seis chicos comenzaron a aplaudir despertando de golpe a Hari quien cayó del sofá y seguido de ella cayó Heeseung sobre su cuerpo.
— ¡Buenos días, bella durmiente!...y Hari. — Ni-ki soltó una risa levantando a Heeseung y a Hari de un solo jalón con su gran fuerza.
— Esa no es una buena manera de despertar, Ni-ki. — Sunghoon se acercó a Hari apartando algunos mechones rebeldes de su rostro encontrándose con el mismo algo hinchado, sus mejillas estaban rosas. — Pareces un lindo hamster, sin ofender Heeseung hyung. — Sin decir nada más Sunghoon acaricio el pelo desordenado de Hari comenzando a peinar el mismo con sus manos antes de aparecer con la ayuda de sus poderes un peine donde comenzó a peinarla sin importarle las miradas de disgusto y celos de Jake y Heeseung.
— Bueno, no hay que perder más tiempo, las camionetas están afuera y debemos irnos ya al recinto, desayunaremos en la camioneta y nos maquillarán llegando allá así que todos a las camionetas y Sunghoon hyung, por favor lleva a Hari a su habitación. — Habló Jungwon con una total alegría que se desvaneció al ver que ninguno lo obedeció lo cual lo hizo poner su semblante serio y sacar su tarjeta de líder. — A la camioneta, ahora. — ordenó y todos salieron casi corriendo fuera de la mansión excepto Sunghoon pues cargó a Hari como princesa para llevarla a su habitación.
Al llegar abrió la puerta y la dejó sobre su cama donde por un descuido él resbaló y quedó sobre Hari quien lo miraba adormilada, era muy temprano para estar despierta un domingo.
— Sunghoon ¿ya te he dicho que me encanta ese lunar en tu nariz? — preguntó la chica que apenas estaba consiente, estaba a nada que volver a dormir sobre los musculosos brazos de Sunghoon.
— Riri-ah, duerme un poco, te dejaré un atuendo para el concierto, asegúrate de usarlo para poder identificarte entre tantas fans ¿Sí? Nos vemos en el concierto. — mencionó Sunghoon acariciando el rostro de Hari quien ahora dormía plácidamente en su cama, era una imagen tan linda de admirar, Sunghoon quien no mostraba ninguna emoción o sentimiento era diferente cuando ella estaba cerca y sin saber una sonrisa estaba en su rostro. — Sí tan solo no te hubiera conocido, me gustas mucho y tengo que reprimir mis sentimientos. — Susurró Sunghoon quien poco a poco se alejó de la fémina y salió de la habitación. Usó la teletransportación para llegar con rapidez a la camioneta y al ya estar dentro de ella se sentó hasta atrás sacando sus audífonos, mientras deshacía el nudo de sus audífonos escuchando a los demás hablar, parecían emocionados por el concierto ¿Y como no estarlo? era su primer concierto frente a sus fans no vampiros y les emocionaba, pero había algo que no se sentía bien, no sabía que podría ser, pero algo estaba mal con el ambiente.