¿Monotonía?

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Esta mañana he vuelto a mi rutina de siempre. Suena el despertador y me levanto. A penas desayuno, porque no me sienta bien comer por la mañana, después elijo un vestido del armario, me pongo los zapatos de siempre, peino mi corta melena azul y me pongo una cinta.

Cuando llego a clase me siento al final del aula, al lado de la ventana. Es un buen lugar ya que puedo abstraerme fácilmente mirando por la ventana.

-¡McGarden!

Me vuelvo a centrar el el profesor. Me odia. Espera a asegurarse de que lo estoy mirando y dice:

-Con Redfox.

Yo también lo odio. A veces simplemente pienso que pone trabajos por pareja sólo por joderme.

-Sentaos con las parejas que os he asignado, os dejo toda la hora para empezar.

Veo como Gajeel Redfox se acerca hacía mi y pienso «Genial». Es un tío grande, muy robusto. Con una larga melena azabache y la cara llena de piercings.

-Hola enana.

Le respondo con un gruñido, no pienso entrar en su juego.

-Tan simpática como siempre -dice sonriendo de medio lado-. Y bien... ¿Qué tema nos ha tocado?

«Mierda.»

-Humm...

-Vaya, la listilla estaba distraída.

Vuelvo a responder con un gruñido. Redfox va a preguntarle al profesor nuestro tema mientras yo maldigo mi suerte.

-Nuestro tema es la literatura del siglo XV. Pero ya no nos da tiempo a hacer nada, tendremos que quedar esta tarde.

Un escalofrío me recorre de arriba a abajo, no sé si por lo de quedar o por el guiño que acompaña a sus palabras.

Y ahora estoy aquí, lamentándome de mi suerte y preguntándome qué vestido ponerme.

En resumen, soy imbécil.

Entre páginasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora