Capitulo 2

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N: Freen

Llevo menos de 24 horas en este país y ya me perdí.

Llegué a Moscú hoy a las 4:00 de la mañana, este era un viaje madre e hija, bueno y mis amigas Nam y Noey, quién ya tenian más de 5 años viviendo aquí.

- BIENVENIDAS!!! - grito Nam quién se acercó a nosotras con un cartel que decía "te extrañe pequeño conejito", apesar de que era muy lindo, quería que la tierra me tragara, pues su grito había hecho que la gente que se encontraba en el aeropuerto nos voltearan a ver y es algo que me incómoda.

- Nam, quieres guardar silencio - llegó Noey a callarla - haces que todos nos vean

- perdón, yo solo extrañe mucho a mi mejor amiga - fingió llorar

- dramática - Noey se acercó y me abrazo - si que te extrañamos

- yo también - le abrace de vuelta

- hey yo también quiero - Nam se acerco, empujó a Noey para poder abrazarme, o más bien colgarse de mi como si fuera un coala.

- no cambian - mi mamá susurro, yo negué y aleje a Nam, realmente me abrazo muy fuerte.

- bueno, deben de estar cansadas, las llevaremos a nuestra casa - Noey tomo nuestras maletas y empezó a caminar.

- gracias por dejarnos quedar con ustedes - mi madre mira a Nam.

- no hay porque agradecer, ustedes son familia.

Subimos al auto, Noey y Nam iban en la parte de enfrente mientras que mi mamá y yo íbamos atrás.

Todavía teníamos que hacer un pequeño viaje en auto para llegar a nuestro destino, la ciudad de las estrellas, es un pequeño pueblo, que por lo que estuve investigando no es tan pequeño, pero bueno, es un lugar donde viven muchos cosmonautas, pues ahí está como la base de entrenamiento, no se, se me olvidó.
Nam y Noey, nos invitaron a mi mamá y a mí, a pasar las vacaciones con ellas.

Dos horas después por fin llegamos, mi mamá tuvo que despertarme, pues me había quedado dormida.
Mis amigas, vivían en una pequeña casa de dos pisos, sala comedor juntos y lo único que dividia la cocina de estas dos era una pequeña barra, en la parte de arriba, se encontraba dos habitaciones, un baño y regadera. Era una casa pequeña pero muy linda y acojedora.

- bien pues, ustedes se quedarán en mi habitación - dijo Nam mientras subíamos las escaleras - es la más decente en esta casa.

Abrio la puerta de aquella habitación, había una cama matrimonial, un clóset, un pequeño mueble donde había un televisor.

- aún que llevamos años aqui no hemos podido amueblar muy bien la casa, pero al menos ya no dormimos en el piso - Noey se recargo en el marco de la puerta

- muchas gracias por dejar quedarnos aquí - mi mamá abrazo a Noey.

- ya dijimos, son nuestra familia, no íbamos a permitir que se quedara en algún hotel, le casa es pequeña pero aquí es un poco más seguro - Nam recarga su brazo en mi hombro - o me equivoco, conejito? - guiña el ojo.

- ya me voy a dormir - quitó su brazo de mi hombro y me aviento a la cama, que fue un grabé error, pues realmente la cama no tenía un colchón, más bien era como una colchoneta, así que me termine dando un buen golpe.

Mis dos amigas y mi madre no paraban de reírse, yo preferí no moverme pues realmente había sido muy vergonzoso.

No se en que momento me quedé dormida, me desperté lentamente, di la vuelta y no había nadie más en la habitación, tomé mi celular que se encontraba en la pequeña mesa de noche.
Eran las 09:00 a.m, me levanté, tomé ropa limpia de mi maleta, así de la habitación para entra al baño y poder bañarme.
20 minutos después salí ya cambiada, peinada y maquillada, solo un poco.
Baje, ya todos se encontraban sentados en la mesa.

- miren quien despertó - hablo Nam - después de semejante golpe que se dio - los tres se rieron, yo solo negué y me sente a lado de mi mamá.
En medio de platicas, desayunamos.

- en el centro de entrenamiento dan un pequeño recorrido, así que pueden ir ahí en lo que nosotros trabajamos. - Noey nos miro mientras recogiamos la mesa.

- me parece bien - mi mamá me miró.

- si, está bien - no dije más.

Y aquí estoy, perdida, después de haber llegado, nos juntaron con un grupo de personas, no llevábamos mucho del recorrido cuando me entretuve viendo un traje que estaba en una vitrina, al voltear ya no había nadie, camine un poco más y seguí sin ver a alguien, hasta que sin querer choque con alguien, enseguida me disculpé.

Era una chica, un poco más bajita que yo, cabello corto y castaño, traía puesto un traje azul, el mismo que tenía el guía que nos estaba dando el recorrido.
Ella no decía nada, solo se me quedó viendo, algo que me hizo sentir incómoda, creo que ella lo noto porque segundos después, hablo, me dijo que es estudiante de aquí, y su nombre es Rebecca pero le dicen Becky, ella se ofreció a llevarme hacia mi grupo, ella me ofreció su mano y sin dudarlo la tomé, no se porque pero lo hice y me sentí bien, me sentí segura.

Después de caminar algunos pasillos llegamos a lo que creo es la cafetería.
Al ver a mi mamá a lo mejor, me solté de Beck y corrí hacia mi mamá, quién preocupada me abrazo fuerte y me dijo que no me volviera a separar, pues solo somos ella y yo.
Luego de eso, recordé a aquella chica, voltee, ella estaba por irse.

- Hey Beck! - ella volteo minetras me iba acercando.

- dime?

- Gracias por ayudarme - y automáticamente la abrace, y ella rápidamente me abrazo de vuelta, y fue ahí que me sentí tan tranquila.

- no hay de que - dijo antes de alejarse y salir del comedor, dejándome con un corazón acelerado.

Después de eso el recorrido siguió con normalidad, es muy sorprendente todo lo que los estudiantes tienen que hacer para poder ser cosmonautas, no puedo imaginar la buena memoria que manejan para poder recordar el nombre de todas las máquinas y su funcionamiento.
El paseo termino al rededor de las 17:24, habíamos comido un pequeño lonche que nos dieron pero realmente me estaba muriendo de hambre, justo cuando estaba pensando en un buen plato de comida, mi teléfono vibro, era un mensaje de Nam.

-"cuando terminen, vengan a la cafetería, comeremos juntos:)" -

-"graciaaaaas muero de hambre" - envie el mensaje y guarde el celular

- má, Nam y Noey nos estás esperando en la cafetería, nos invitaran a comer - dije feliz

- esos dos si que son un amor - sonrió.

Tenía la esperanza de volver a ver a Beck antes de irme, pero no tuve buena suerte, nos fuimos de ese lugar sin volver a verle.

La astronauta y su luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora