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Los Tweak, una familia unida y trabajadora, tenían una rutina muy estricta, si quieres salir adelante siendo un simple campesino debes esforzarte mucho o al menos eso pensaba Richard, desde muy joven quería ser conocido, sabia que no podría llegar al nivel de un noble pero tenía sus esperanzas en alto, quería ser conocido, famoso y por suerte se casó con una mujer con el mismo objetivo, juntos crearon una hermosa cafetería que ahora era la más importante entre varios reinos incluyendo el reino Egeo, el más poderoso.

Cada que su cafetería crecía se sentían más cerca de su objetivo, al poco tiempo de contraer matrimonio tuvieron un hijo, Tweek, era su adoración, tal vez no podían pagar una escuela para él pero le enseñaron todo lo que sabían y lo más importante le enseñaron modales, era muy amable ese chico, sus papás tenían la ilusión de que el lograra salir de su categoría baja, tenían la esperanza de llegar a ser un noble.

Desde pequeño empezó a trabajar en la cafetería, así que sabía cómo tratar a las personas con respeto. Esto le abrió muchas puertas pues empezó a conocer a gente sumamente importante, llegando al grado de repartir órdenes adentro del castillo Biscotti.

Al siempre tener que atender conocía a la mayoría de sus clientes frecuentes, un chico de cabello amarillo con una sonrisa nerviosa, el siempre venía y aveces solo se sentaba en las mesas sin pedir nada, solo pasaba el tiempo ahí, a Tweek le parecía algo extraño pero lo ignoraba, pero al verlo literalmente todos los días decidió hablarle, aunque sea preguntarle la razón de querer estar en su local.

Tweek se acercó lentamente con una charola en mano a la mesa donde se encontraba aquel peculiar chico.-Disculpe,¿desea ordenar algo?- dijo con un tono amable aunque por dentro la ansiedad se lo estaba comiendo. El chico volteo a verlo lentamente con una cara avergonzada.- estoy bien, no se preocupe, si acaso estoy estorbando me puedo retirar sin ningún problema.- dijo con una dulce voz que no podía parar de temblar. Tweek se sintió culpable al ver la reacción del chico ran nervioso, solo pensaba en que debería calmarlo y no dejar que fuera más incómodo el asunto.- Me disculpo si lo hice sentir rechazado, solo tenía curiosidad ya que usted siempre viene a esta cafetería y aveces solo se queda sentado por horas.

El silencio se hizo presente y ambos rubios querían huir de la incomodidad del momento, Tweek estuvo a punto de irse pero el contrario lo agarró suavemente del brazo.- Lo siento, no tenía idea de que se notara mi presencia, solo tenía curiosidad por usted, sé ve de mi edad y trabaja muy duro. ¿Podría saber su nombre?.- Tweek simplemente se relajó al sentir que no era un bicho raro, solo era un chico como él que tenía miedo de empezar una conversación.- Me llamo Tweek y es un gusto conocerte.

-Me llamo Butters.- el silencio se apoderó de aquella cafetería, ambos se veían a los ojos, cada vez todo se volvía más incómodo.-¿Butters? ¿Cómo el príncipe?- decía Tweek con la voz baja, era obvio su estrés ante la situación.

-Exactamente, se podría decir que soy el príncipe.- al no obtener respuesta del mesero intento pensar algún otro tema de conversación para suavizar el ambiente, pero su mente estaba completamente vacía.- Casi no salgo del castillo pero adoro tu cafetería, nadie me reconoce y puedo ser libre por unas horas, perdón si mi presencia te incomoda ahora que sabes quien soy...- iba a seguir hablando pero fue interrumpido por el otro chico güero.- es un honor tenerte aquí, ven todo el tiempo que quieras, eres completamente bienvenido.

Tweek estaba sorprendido al ser de las pocas personas que conocen la apariencia del príncipe de Biscotti, los reyes nunca quisieron presentar formalmente a Butters para causar más misterio, todo sobre el príncipe era un secreto, su identidad iba a ser revelada el día del sorteo para la escuela ya que él iba a presentar al ganador.- tal vez esto sea extraño pero... ¿te gustaría ser mi amigo?

-¿amigo?- Tweek cada vez estaba más confundido ¿por qué un chico como él querría ser amigo de un simple campesino que trabaja en una cafetería?- no es obligatorio, solo te admiro por el trabajo qué haces todos los días y me gustaría ser parte de tu vida, aprender de ti.- Butters realmente no tenia muchos amigos, solo estaba Craig y un chico de otro reino que veía en la escuela, los demás lo molestaban por ser tan inocente y en parte por no conocer su verdadera identidad, ni en la escuela sabían que era el príncipe del reino Biscotti. - está bien, con gusto seré tu amigo.

Resultó que los chicos tenían demasiado en común, al poco tiempo se volvieron casi mejores amigos. Tweek le confesó a Butters que él era su primera amistad y que no sabía cómo tratar a los amigos, Butters solo se emocionó al sentir ser su primer amigo, era importante en la vida de aquel rubio y nadie podía quitarlo de ese lugar. Las semanas pasaban y los chicos se veían a diario.

Al ser príncipe, Butters podía leer las personas que se inscribieron al sorteo que se acercaba, al leer el nombre de Tweek no dudó ni un segundo en dar un poco más de ayuda, quitaba algunos candidatos al azar y escribía repetidamente el nombre de su amigo, seguro así ganaría. Tweek no sabía nada de eso, ni siquiera sabía que el sorteo estaba tan cerca y de un momento a otro ya había llegado el día.

Todos los reinos mandaron la indicación de reunir a todo el pueblo en el centro de su reino, ahí encontrarían a un representante que narraría lo sucedido en el sorteo. Tweek estaba parado en medio de un montón de gente, su ansiedad era demasiada, ni siquiera sabía porque estaba ahí, sentía que no deberían obligar al pueblo a presenciar ese espectáculo si ni siquiera participaban.

...

En el reino Egeo se encontraban Craig y Butters apuntó de sacar el papel, el rubio estaba muy emocionado quería que su amigo estudiara con el y por fin pudiera descansar de una vida de tanto trabajo. El azabache no le importaba lo que pasaba a su al rededor, le parecía algo inútil pero igual debía estar ahí, era su deber.

El mayor se acercó a aquel contenedor de oro donde se encontraban los papeles, quería elegir el primero que vio pero el menor le insistió en revolver un poco los papeles. Finalmente agarro el papel y leyó en voz alta a con un tono realmente desinteresado.

-Tweek Tweak.


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Traje un nuevo capítulo, espero les guste, se que tarde un poco en actualizar pero ya esta :)

Verde y azul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora