El placer de odiarnos ✓ | 2022

Capítulo 35.

Capítulo 35. El momento correcto

Ashley Greythorne 

7 de enero 2022

—¿Necesitan ayuda para limpiar?

Miro a Sasha dejando mi mochila sobre el sofá mientras sacudo la cabeza, Carson y yo hemos venido con ellos desde Keaton city, papá se ofreció a traernos dentro de dos días más, pero honestamente prefiero la privacidad aquí.

Probablemente esto sea una mala idea para mamá, teniendo en cuenta la forma en que me miraba cada vez que se daba cuenta que dormía en la habitación de Carson, sin embargo, no se opone a ello.

—Más que todo es polvo, creo que estaremos bien—respondo desviando la vista hacia Carson que se deja caer sobre el sofá con una mueca, echa la cabeza hacia atrás para mirar al techo. Ella asiente mirando a mi hermano moverse hacia la cocina como si se tratara de su propia casa, bebe agua y le ofrece a Sasha, pero ella niega con la cabeza frunciendo los labios.

—Bien, entonces solo deberían hacer las compras ¿necesitas que te llevemos a eso?

—No, muchas gracias, puede que vaya más tarde

—Perfecto, como tienes todo controlado ¿nos vamos, Greythorne? —Mi hermano asiente desde su lugar, se acerca para tirar de mi cabello y luego deja un beso en mi frente.

—Avísame cuando se vayan a Shelford.

—Probablemente a final de mes.

—¿Y vas a quedarte aquí todo ese tiempo? —Me encojo de hombros mientras observo a mi hermano arqueando una de sus cejas hacia mí.

—Probablemente vuelva a Keaton unos días antes de tener que ir a Shelford—Su mirada igual sigue juzgándome y yo ruedo los ojos empujando sus hombros hasta hacerlo girar para encaminarse a la puerta. Sasha besa mi mejilla antes de salir diciendo que podemos avisarle cualquier cosa que necesitemos, a lo que le agradezco antes de finalmente despedirlos y cuando cierro la puerta presiono mi espalda contra la madera mientras observo alrededor.

La última vez que estuve aquí estaba en orden, así que solo estaremos luchando con la humedad y el polvo de casi un mes.

Un mes.

Hace casi un mes estaba sentada en esta sala cuando Bonnie llamó, cuando sentí el miedo y el enojo mezclarse dentro de mí de la misma forma en que lo hizo la sensación de culpa aun cuando no sabía que le había hecho a Carson.

Pero era mi culpa, lo es.

Desvío la vista a Carson todavía sentado en el sofá, sus ojos están cerrados ahora, pero puedo intuir que está despierto.

Lo evalúo con detenimiento, como cada vez que puedo; luce más delgado, ha pasado mucho tiempo durmiendo porque se supone que debe descansar y no hace esfuerzos por su herida, pero eso nos llevó a dormir más de lo que deberíamos y como consecuencia saltar algunas comidas.

—¿Qué me ves, princesita?

—A ti no te sale—mascullo encaminándome hacia el sofá para deslizarme a su lado, paseo mis dedos sobre el dorso de su mano cubriendo su costado mientras suspiro —. ¿Estás bien?

—Sí.

—¿Seguro? —Hace un sonido de afirmación bajando la vista del techo hacia mí y yo ladeo la cabeza, extiende una de sus manos para empujar un mechón suelto de mi cabello que se ha salido de mi moño apretado.