Recopilación de fanfictions - Pietro Maximoff/Quicksilver

·enchanted iv·

ENCANTADA | ¿QUÉ LE PASÓ?.

Parte 4 de 4.

Aquí está el final. Espero que les guste.

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Habían pasado dos o tres semanas. Y eras un mar de nervios, entre Pietro y la universidad, no sabías en qué poner tu atención.

Era jueves, y habías estudiado hasta tarde. Que cuando terminaste, todo lo que pudiste hacer fue tomar una ducha. Después de esto, habías quedado dormida. Quizá fue la primera vez en dos semanas, que habías descansado. Fue aproximadamente a las 5AM cuando una llamada te despertó de aquél profundo sueño.

Tasha Romanoff

Aplastaste al botón verde.

"Hey, Nat" contestaste con una voz perezosa "¿todo bien?".

"Afirmativo, Lizzie. Ya vamos en camino, llegaremos en aproximadamente media hora, ¿te esperamos allá?".

"Claro" dijiste sin pensarlo "¿Puedo hablar con Pietro?" cuestionaste unos segundos después, pero la pelirroja había terminado la llamada.

Esto solo había prendido el interruptor de nervios una vez más. Te cambiaste vistiendo unos shorts negros junto con una camisa negra que decía "Starkie es el mejor" en tipografía color blanco, regalo de Tony. En los pies, llevabas solo las pantuflas.

Habías dejado un post-it en la puerta de el cuarto de tu mamá, avisando que irías con tu tío. Te había tomado unos pocos minutos llegar, no porque hubiera mucho tráfico pasado de las 5AM. Solo que la suerte había decidido jugar un poco contigo y la mayoría de los semáforos te los topabas en rojo. Había parecido una eternidad.

A las 5:47 ya estabas en la sala, acurrucada a la do de Pepper esperando por el squad. En pequeños fragmentos de tiempo habías dormido, unos segundos.

No supiste a que hora exactamente, pero Maria Hill había entrado saludando hacia ustedes.

"Ya vienen" anunció. Miraste como Tony caminaba hacia Pepper, que lo esperaba ahora de pie. Mientras que tú seguías en el sillón. Te pusiste de pie una vez que ellos terminaron el abrazo, para poder abrazarlo tu también. Y una lágrima bajó por tu cachete hasta tu barbilla.

"Hey, Lizzie, que buen gusto para elegir camisas" te sacó una sonrisa. Pocos minutos después todos los vengadores se encontraban en la sala. Pero faltaba algo, mejor dicho, alguien.

"Tío" tocaste el hombro de Tony, y éste sintió algo raro, la última vez que lo habías llamado así fue en el funeral de tu padre.

"Está bien, cariño" dijo, o cuestionó, no lograste distinguir si te estaba preguntando.

"¿Dónde están los-" dudaste de como referirte a ellos "los Maximoff's".

"Ellos están en la planta baja, con la Dra. Cho" dijo tranquilo. Pero tu no lo estabas para nada.

"¿Qué le pasó?" Preguntaste por inercia, sabías desde un principio que algo estaba mal, no estabas de acuerdo en que fuera a esa misión desde un principio, y algo, a excepción de Tony, te decía que Pietro se encontraba mal.

"Él. Está." hablo pausadamente "Bien. Confía en mí, Lizzie. Bueno, físicamente está bien. Emocionalmente, quizá quieras ir a verlo".

Bajaste corriendo por las escaleras, hasta llegar a donde la Dra. Cho trabajaba cuando se quedaba en la torre. Pero antes de abrir la puerta, retrocediste, y te volteaste quedando de espalda. No estabas preparada para lo que venía, ni siquiera sabías que esperar. Así que caminaste, hasta quedar frente la pared, para luego apoyar tu espalda en esta y sentarte en el piso. Notaste que la manija de la puerta se movía, te pusiste de pie, y soltaste un suspiro cuando viste a Pietro a unos cuantos metros de ti. No traía camisa, ya que en ciertas partes de el cuerpo traía vendas. Sus ojos notaban tristeza, pero estaba sonriendo, por tu parte, tenías el rostro sin expresión. Te debatías entre lanzarte sobre él, y besarlo, o solo abrazarlo. Optaste por la segunda, ya que no sabías si con su estado, podría soportar el peso de ambos.