02. - 𝘁𝗵𝗲 𝗽𝗮𝘀𝘁

1.8K 117 4
                                    

YA EN EL AVIÓN EMILIA SENTÍA cierto vacío dentro suyo. El no haberse podido despedir correctamente de hassan, le había caído mal y se sentía muy apenada. A pesar de que no habían pasado tanto tiempo juntos, la morocha no podía expresar el extraño sentir de su corazón.

La argentina ya se encontraba en su departamento, eran alrededor de las cinco de la tarde en buenos aires cuando su puerta sonó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La argentina ya se encontraba en su departamento, eran alrededor de las cinco de la tarde en buenos aires cuando su puerta sonó. Con pesadez se levanto del sillón en el que se encontraba mirando Harry Potter y el misterio del principe y abrió la puerta.

— ¡Amiga! — era ni más ni menos que su mejor amiga, manu.

Manuela era una colorada de metro setenta, piernas para morirse y un rostro angelical. Aunque de ángel no tenía nada. Se habían conocido cuando ambas estaban en la universidad de artes, emilia en la facultad de música y manuela en la de artes escénicas.

— No no no, lo que te extrañé hija de puta —exclamó emilia. Manuela había estado grabando una serie que protagonizaba allá en estados unidos y no se habían visto por meses.

Mientras tomaban mates y comían facturas, cortesía de la actriz, se pusieron al día.

— ¿Y cómo estás con lo de ya-sabes-quién? —indagó.

Emilia suspiró con pesadez, al parecer, iba a tener que hablar de aquello de lo que se había olvidado los últimos días.

— Qué se yo manu, no sé. Últimamente ya no lo pienso pero todavía siento esa espinita queriendo doler.

Ampliemos la información. Emilia había tenido un solo novio en toda su vida. Mateo. Lo conoció en su último año del secundario, se enamoraron y se pusieron en pareja. Todo era color de rosas, él la apoyó en todas las etapas de su carrera. Aún así, la relación era completamente ajena al ojo público. A la vista de los medios, emilia estaba soltera y eso fue por decisión del propio mateo, que había elegido no exponerse.

Con el pasar de los años y "por la ocupación de la morocha", las cosas empezaron a enfriarse y mateo se enamoró de otra persona.

Había sido muy difícil para la cantante enterarse de ello y lo peor, es que no hizo nada al respecto hasta hace seis meses, cuando decidió confrontarlo y terminar la relación. No lo hizo antes porque sentía que era algo pasajero, que no podían separarse después de haber vivido tanto juntos y que ella tenía suficiente amor para los dos. Pero era un error, emilia tenía amor solo para él y ella era un personaje secundario en su propia vida.

Ahora, seis meses después y con una semana revolucionada por un tal hassan, mateo había pasado a tercer plano y el dolor parecía por fin cesar.

— A parte, fueron casi seis años juntos. No pretendo olvidarlo de un día para el otro y tampoco quiero que lo que me hizo influya cuando tenga otra futura pareja ¿entendés? no quiero vivir insegura.

— Si corazón, entiendo que es difícil y odio al cornudo ese. ¡Dios! es que si lo tuviera en fren-emilia no la dejó continuar.

— Ya está manu, dejémoslo ahí mejor —le pasó el mate a la pelirroja.

— Bueno, cambiando de tema —toma la infusión—¿Qué onda con peso pluma? no te hagas la boluda que estuve viendo cosas en twitter.

Emilia se sonrojó.— Ay amiga ya andan flashando banda en las redes, ni me fijé. Es lindo y es un amor, pero nos estamos conociendo, igual es un fla de amistad, no me quiero ilusionar porque ya sé lo mujeriego que es —terminó la frase rodando los ojos.

— Bueno, pero te lo podes cojer igual —respondió despreocupada la colorada.

— ¡Manuela Taís Armada! sos una atrevida nena —ambas estallaron en risas.

Las horas continuaron así, entre risas, abrazos y unos que otros golpes de la morocha hacia la colorada cuando la última llegaba a zarparse con las cosas que decía. La noche cayó y por mucho que les hubiera gustado hacer una pijamada, manuela tenía que volver a su departamento porque estaba hecho un desastre después de haber estado tanto tiempo afuera.

Hassan por su lado, se encontraba en el estudio haciendo unos arreglos para su próximo single. Aunque en verdad, tenía la cabeza puesta en otro lado, y ese lado tenía nombre y apellido. María Emilia Echeverry. Sin más preámbulos y calculando que todavía no sea tan tarde en argentina, decidió llamarla. La cantante atendió, estaba comiendo unos capelettinis con crema cuando la llamada la sorprendió.

Face-time

— Hola chula ¿cómo le va?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— Hola chula ¿cómo le va?

— Hola hass
me agarraste comiendo boludo —ríe —
bien ¿y vos?

Hassan sonríe al escucharla reír.— Me alegro emi, yo bien pues, ya sabe, trabajando en mi música.

La llamada duró un total de dos horas, casi tres. Rieron y comentaron sobre lo que se venía para ambos en torno a sus carreras. Hassan contaría lo contento que estaba con la propuesta de su nuevo álbum y emilia lo escucharía y miraría, a través de la pantalla, como si fuese el único merecedor de su atención. Y las orejas de él se tornarían rojo carmín, porque es que la mirada de la morocha, no era algo que simplemente podía pasar por alto.

Y es que ellos no sabían, lo sincronizados que estaban los latidos de sus corazones.

LUNA ━━ Peso PlumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora