[CANCELADA] Tus Ojos Brillan MÁS que el ORO.《TaeKook》

01

Un joven de 21 años llamado Kim Taehyung, era el emperador de todo el Imperio 'Sorgwett'. A la edad de tan solo 15 años se le dió aquel título, pues su padre había fallecido y el único heredero era él. La muerte de su padre le afectó demasiado, era su ejemplo a seguir, quería ser como su padre cuando era tan solo un crío. Se quedó completamente solo en el gran palacio. Jamás conoció a su madre, ella murió cuando lo dió a luz. La única compañía que tenía eran sus sirvientes, mayordomos y guardias reales. Pero aún y así se sentía solo. Nada podía llenarlo, ni las miles de joyas preciosas exageradamente caras. Nada para él tenía valor, lo tenía todo que ya no le encontraba razón o significado a las demás cosas.

Estaba aburrido de su vida "perfecta", de su vida totalmente falsa al tener que siempre sonreír para el pueblo y aparentar que es la persona más feliz.

Lo que más le jodía, era que tenía que buscar una esposa para que sea su emperatriz y así poder dar futuros herederos al trono. Pero él no quería. Él quería casarse con una persona a la que ame en verdad y no por obligación. Todos los días era el mismo tema. Su mayordomo todo el tiempo le traía bellas jovencitas al palacio para que eligiera a una para que sea su esposa. Y como era de esperarse, siempre las rechazaba. No iba a negar que si eran muy bellas, pero simplemente las "jovencitas" no era lo que le atraían.

Su mayordomo lo sabía, pero se negó a traerle varones al palacio para no manchar su reputación. —Al ser el siglo XVII era más que obvio que la homosexual era un espantoso "pecado" y era horriblemente aborrecida por toda la sociedad—.

— Su majestad, de todas las bellas damas que acaba de ver, cuál le pareció una buena opción para ser su emperatriz? -Preguntó.

— Ninguna -Dijo en seco.

— ¿Ninguna fue de su agrado?, No fueron lo suficientemente bellas para usted, su real majestad?

— Claro que son muy bellas, Namjoon —Dijo—. La cosa es que a mí me gustan los jovencitos, no las jovencitas.

El mayordomo frenó su paso.

— Con todo respeto, emperador Taehyung. Pero ya habíamos hablado respecto a ello. Está completamente prohibido los romances entre dos varones.

— ¿Quién dice?

— Toda la sociedad, majestad. Está completamente mal visto ante los ojos todos.

— Te recuerdo que yo soy el emperador y por mi esa sociedad tiene ropa, comida y un techo en dónde vivir calentitos. Si van a juzgarme por mi "pecado", que recuerden quien va a invitarlos al palacio en esta gran noche de el baile —Se retiró del elegante y enorme pasillo, dejando a su mayordomo con las palabras en la boca.

Taehyung al retirarse del lugar, fue en dirección hacía uno de sus guardias reales y le hablo.

— Voy a salir a tomar aire fresco. Necesito de su protección. —Dijo.

— Cómo usted ordene, gran majestad.

— Iré a cambiarme de atuendo, por mientras, vaya preparando el carruaje.

— Por supuesto. ¿Que carruaje le gustaría usar el día de hoy?

— El blanco con piedras preciosas estará bien.

— Enseguida —Dió una reverencia y se retiró rápidamente.

Estando en su habitación, cambió su vestuario por unos pantalones ajustados blancos con botas negras, una camisa menta y un saco azul. Por último se puso un hermoso pañuelo de moño en el cuello. Se miró en el gran espejo y su vestimenta le pareció perfecta.

Salió de su habitación y se aproximó a recorrer todo el palacio para llegar a la salida de éste. Al llegar, los sirvientes le hicieron reverencias y lo saludaban apropiadamente.