Prólogo
comencemos por el principio, de nuevo…
Mi nombre es Anya Stark, y desde hace 3 años soy la única Spider woman de mi universo.
Mi padre es el asombroso y encantador magnate multimillonario Anthony Edward Stark al que no veo mucho por cuestiones de trabajo y responsabilidades en su empresa.
Soy producto de una noche de alcohol y fiestas entre mi padre y una desconocida a la que me gusta llamar donante de óvulos. Por un descuido o dos ella quedo embarazada y le dio a mi padre la hermosa sorpresa de dejarle una niña recién nacida en la puerta de su entonces hogar. Al principio papá dudo si lo mejor no seria darme en adopción y acabar con todo el drama de ser un padre soltero, pero para sorpresa de todo el mundo decidió quedarse conmigo.
Los medios enloquecieron en ese entonces, el joven Anthony de tan solo veintitrés años haciéndose cargo de una niña, su reputación lo precedía y no tardaron en llover las críticas, absolutamente todos dudaban de sus cualidades paternas y de que tan bien lo haría sin una mujer a su lado que llevase las riendas.
Para mi fortuna pudo taparles la boca a todos y cada uno de los que dudaron de él, crecí fuerte, sana y aunque no herede su super cerebro, no se me dio nada mal ser la mejor voz del show de talentos a los doce años (cosa de la que aún presumo).
20 años después de aparecer en su pórtico, una araña radioactiva me mordió cuando hacía una visita a las instalaciones de investigación de industrias Stark, y vaya sorpresa me lleve cuando descubrí que en vez de darme un choque séptico por el veneno, desarrolle super poderes.
En esos tiempos yo estudiaba mecatronica en la universidad de Nueva York, vivía tranquila en mi propio departamento y disfrutaba salir de fiesta con mis amigos, cosa que cambió por completo con la llegada de mis poderes.
Inspirada por mi padre intente ser una heroína que ayudara a todo el mundo, manteniendo mi identidad en secreto. Pobre de mi que no sabía lo difícil que sería mantener el equilibrio entre esas dos vidas.
Con el paso de los meses comencé a dormir poco, me mude a un departamento junto a la universidad para ahorrar tiempo, dejé de ver a mis amigos y mis estudios fueron todo lo que me quedaron.
Nunca le conté a mi padre que era yo quien salía disfrazada a las calles colgando de los techos a combatir el crimen pero claro que lo sospechó, mi ausencia en las cenas de los fines de semana, mis notas cada vez más bajas, y alguna que otra herida ocasional le dieron los primeros indicios.
Y sobre todo que no fui lo suficientemente inteligente para pensar en que el se daría cuenta que mi traje estaba constituido por un polímero especial que solo podía desarrollarse en las instalaciones de investigación de industrias stark.
Varias peleas y discusiones más tarde sobre la confianza y mi seguridad, mi padre acepto mi vida de “heroína” con la unica condición de mejorar mi traje para hacerlo mas seguro y que lo mantuviera al tanto de mi localización en caso de emergencias.
Entre éxitos y fracasos pasaron tres años… tres años en los que me esforcé por luchar por lo correcto, tres años donde salve muchas vidas y perdí otras, tres años en los que comprendí que ser un héroe no era como en las películas que veía de niña.
En ese camino descubrí que mi padre era el único amigo que podía permitirme, que nunca te acostumbras a ver a las personas morir y que cada golpe nuevo duele igual o peor que el primero.
Me gustaría decir que termine la universidad con honores, pero nada más lejos de la realidad, llore de alivio cuando descubrí que pasé apenas con él mínimo a sabiendas de todas las veces que falte a clase y todas las noches que me desvele haciendo trabajos incompletos y de dudosa calidad con siete tazas de café encima, a fin de cuentas ni siquiera asistí a la entrega de diplomas por estar dormida en mi cama luego de pasar la noche en vela vigilando la ciudad.
A pesar de todo lo negativo y estresante de todo esto, había una pequeña luz que hacía que todo valiera la pena, y podría decir algo como “la sonrisa de los niños al verme” o “la satisfacción de salvar vidas” pero la verdad es que eso era algo secundario para mí, no quiero decir que no me importe la gente, siempre los pondré por encima de mi propia vida, pero lo que realmente hace que me levante todas las mañanas es el balancerame entre los edificios, sin que nadie sepa quien soy, mejor dicho, siendo nadie.
Con la máscara no soy la niña malcriada de stark, ni la inadaptada sin madre, no tengo pensamientos destructivos ni constructivos, los problemas de anya dejan de existir al igual que ella y por un momento me siento libre de la prisión en la que he convertido mi vida.
Estos últimos meses he encontrado al fin un pequeño balance entre ambas vidas y es ahora cuando puedo permitirme un minuto de paz para respirar antes de que todo se desmorone en mil pedazos.
Plantilla de detalles:
Edad: 23 a dos meses de los 24
Altura: 1,70 m
Rasgos: cabello negro y corto, ojos grises y algunas pecas en su rostro.
Enfermedades: trastorno de ansiedad generalizada
Ocupación: ingeniera mecánica en industrias Stark
Pasatiempos: Cantar y averiar los trastos de su padre en un intento de crear algo muevo.
ACLARACIONES:
En este fanfic no hay Thanos ni las gemas del infinito. Se desarrolla en la época en la que la Spider-society apenas estaba comenzando
Aquí miguel perdió a su sobrina y a su hermana, no a su hija.
ADVERTENCIAS: contenido explicito, lenguaje inapropiado y escenas subidas de tono.
* los dibujos que ven de la chica de pelo negro hasta el que está aca abajo los hice
yo con la percepción de la realidad bien alterada a las 3 am imaginándome una vida junto a miguel 🤡
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Mitridatismo - Miguel O'hara x Oc
FanfictionCuando tomas demasiado de un veneno comienzas a volverte inmune con el tiempo y parece que Anya había desarrollado inmunidad a las palabras venenosas de miguel. Miguel O'hara x Oc •contenido NSFW •menciones de trastornos mentales