Mitridatismo - Miguel O'hara x Oc

Ansiedad

Capítulo 3:

Luego de unos segundos de silencio en los que Jess y Miguel no me quitaban la vista de encima decidí hablar.

-primero necesitaré entender la tecnología con la que trabajan aquí y luego puedo ponerme a estudiar los planos del reactor, como les dije no soy una genio, así que lo más probable es que me lleve bastante tiempo – dije jugando con mis manos por el nerviosismo.

-cuanto? – preguntó miguel de forma brusca.

-un par de meses tal vez –

-no tenemos todo ese tiempo – dijo el apretandose el puente de la nariz con los dedos.

-Con la ayuda de hobbie podría ir más rápido, no crees? – le sugirió la morena a miguel, causando que él suspire molesto.

-Ese tipo no tiene ni el más mínimo sentido de responsabilidad, además… me saca de mis casillas – dijo miguel apretando los puños.

-ese tal hobbie… ¿es bueno con la tecnología? – pregunté

-uno de los mejores de por aquí, aunque se divierte desarmando los aparatitos de miguel – dijo jess

-no son “aparatitos” y te recuerdo que todo lo que rompe sale de mi bolsillo – contestó

me pareció increíble la capacidad que tenía ese hombre para verse más enojado a cada segundo que pasaba.

-si es tan bueno como dice jess tal vez podría ayudarme a reducir el tiempo a la mitad – vi como la mirada de miguel se aflojó, estaba comenzando a ceder.

-Bien, pero tu -dijo señalando a jess – lo vigilaras de cerca, y tu – dijo mirándome a mí - ¿Cuándo puedes comenzar? –

- lo haría hoy pero no duermo hace treinta horas y lo único que comí en estos dos días fue un sándwich de pavo – contesté

-Drew, llévala a la cafetería y asignale una habitación, entre antes pueda comenzar a trabajar mejor – dijo dándose la vuelta, regresando a su plataforma sin siquiera despedirse.

-super simpático- dije sarcásticamente

-y eso que hoy está de buenas -bromeo jessica dandome un codazo para que la siga.

Si eso era “de buenas” no me quería imaginar como se ponía cuando estaba molesto.

-al menos es guapo – conteste entrando en confianza con mi nueva amiga.

-creeme, lo que tiene de guapo lo tiene de malhumorado, ese hombre no sabe lo que es sonreír –

-que deprimente – contesté 

-Drew! – llamó Miguel y ambas nos congelamos creyendo que nos había escuchado hablar de él a sus espaldas - cuando termines con la nueva envíame el informe general - Casi pude ver como el alma de Jessica dejaba su cuerpo y luego volvía.

-si Jefe – le contestó ella, empujándome para que nos apresuraramos hacia la salida antes de otro posible paro cardíaco.


Luego de comer todo lo que podía de la cafetería me desplome en la cama, haciéndome una con el colchón.

Antes de quedarme dormida comencé a repasar mentalmente todo lo que necesitaba para comenzar con la creación de mi propio reactor ark, si mi padre supiera lo que estaba haciendo… una sonrisa se plantó en mi rostro imaginando lo orgulloso que se sentiria si lo lograba, borrandose casi al instante siendo reemplazada por la ansiedad de no saber si sería capaz de cumplir mi promesa.

Me tumbe boca arriba, mirando el techo como si tuviera las respuestas a todos mis problemas, ciertamente no quería decepcionar a nadie, pero las cosas nunca salían como yo queria. Tome la máscara entre mis manos, comenzando a dudar de mi misma.

De pronto una pequeña presión en mi pecho comenzó a molestarme, extendiendose hacia mi estomago, noté los síntomas inmediatamente y palpe los bolsillos en mi traje en busca de mi medicación. El panico se apoderó de mi cuerpo cuando noté que no las llevaba encima.

-tranquila, solo hay que respirar – me dije a mi misma -solo respira… -

Me maldecía internamente por no predecir que podría tener un ataque de panico en este universo, si tan solo supiera lidiar mejor con mis emociones.

Tres segundos inspira, cuatro segundos exhala, tres segundos inspira, cuatro segundos exhala, me repetía como un mantra.

-Esta sensación es pasajera, estas bien, solo es tu cuerpo liberando estrés- me recordé, intentando racionalizar la situación para calmarme.

Para mi fortuna el cansancio que venía acumulando los últimos días era más fuerte que mi ansiedad. Abrazándome a mi misma en posición fetal me quedé dormida, pasando mi primera noche en la Spider-society de la forma más patética posible.


Al día siguiente desperté con un ligero dolor de cabeza, pero más tranquila, así que una cosa por otra, supongo. La habitacion que me habían asignado era pequeña pero con todas las cosas necesarias para mi estadía, un baño con ducha, un armario de pared y gracias al cielo tenia conexión wifi.

Decidí probar la ducha antes de dirigirme a la cafetería por mi desayuno, tendría que volver pronto a casa hoy para buscar una muda de ropa y hablar con mi padre sobre el reactor, si tenía algo de suerte podría rescatar algunos planos. Pero primero: comida.

Me senté sola en una de las mesas, con un menú de hamburguesa, soda y papas fritas, saboreando mi comida como si fuera la ultima, cuando de repente alguien se deja caer en el asiento junto a mi de forma brusca, haciendo que mi plato saltara.

-Anya, no? – preguntó un hombre moreno lleno de piercings mientras se robaba de mis papas.

-y tu eres…? – pregunte arrebatandole las papitas.

-hobbie, hobbie brown – se presentó esta vez robando de mi soda

-oye eso es mío! – dije recuperando mi bebida

-no creo en la propiedad, es cosa de comunistas – dice dando una vuelta a mi alrededor, quitándome la hamburguesa de las manos.

-Deja de tomar mi comida! – me detuve por un momento cuando me di cuenta de algo – espera, eres “ese” Hobbie? ¿El que me va a ayudar con el reactor? –

- el mismo e inigualable – le dio una mordida a mi hamburguesa –

-eres una especie de socialista? – pregunte intentando recuperar mi hamburguesa pero él era demasiado alto y escurridizo.

-tampoco creo en las etiquetas, pero en esos términos podría decirse que soy un fabuloso anarquista – al oír eso deje de perseguirlo  y alcé una ceja.

- ¿un anarquista? ¿en una asociación? –

-Lo se, también me gusta romper estereotipos –dijo y me dedicó una radiante sonrisa que me dejó tonta por un momento.

Parecía que todos los hombres en este lugar eran extremadamente hermosos.