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Esa mañana Jackson vuelve a evadir la conversación de la noche anterior. Prepara el desayuno para los dos y espera a Karina sonriente y ansioso de un día en el que los dos podrán disfrutar tranquilamente de su compañía mutua. Pero ella no tiene el mismo despertar, no deja de darle vueltas a la mirada de su novio en la que vio a un pequeño niño asustado al que desearía poder ayudar.

-He hecho el desayuno- él señala los platos llenos de tortitas al ver a Karina salir de la habitación.

-¿Y este festín?- ella sonríe pero él reconoce la falta de sinceridad detrás de ese gesto.

-Hoy tenemos el día libre los dos, quería poder disfrutarlo desde un buen principio- besa cariñosamente a la chica y esta le corresponde desconcertada, está todavía en las pesadillas lejanas de la noche y en la conversación que una vez más y como siempre dejaron a medias -Pero creo que tu no acabas de pensar igual.

-No- ella le coge la mano y sonríe de nuevo, esta vez de forma más franca -Claro que quiero estar todo el día contigo, pero ayer...

-Sé lo que te dije y cumpliré con ello pero ahora desayunemos tranquilos- le corta sin dejar de sonreír con el deseo de la felicidad que le transmite Karina.

-Bien, pues a comer que esto no se terminará solo.

...

Después de pasear tranquilamente, una comida perfecta y una tarde de juegos de mesa ya tan solo les queda la conversación pendiente, pero en vez de eso estan en el sofá tumbados ella encima del chico y este acriciandole el cabello con cariño.

-Jackson...- Karina trata de volver a sacar el tema a relucir como por tercera vez en el día, levantando un poco su cabeza para poder mirarle a los ojos, pero él tan solo la empuja de nuevo hacia su pecho y sigue con la misma acción anterior.

-No lo etropees, sshh- ella acepta seguir unos minutos más así pero al final le es inevitable volver a insistir, esta vez algo más seria.

Se pone de pie con energía y mira a su novio con los ojos rebosantes de ternura, pues sabe que es algo difícil de hablar pero aún así necesita tener ya respuestas.

-Por favor, sé que es duro para ti pensar en ello ¿Pero no crees que me merezco saber algo más de ti después de ser tu novia durante cuatro años? Me he pasado toda la vida sin saber nada, en la incertidumbre, sobre mis padres, sobre mi hogar, incluso sobre mi antiguo mejor y unico amigo. Deseearia poder saber al menos algo sobre la persona a la que amo- no quería pasar por victimizarse pero sabe que es lo que hará que Jackson reaccione de una vez, y así es.

-Es cierto, lo siento. No puedo darte detalles exactos, pero puedo contarte un poco de mi pasado, supongo- él se sienta tranquilo y da un golpecito a su lado pidiendole a Karina que también tome asiento, pues su historia es demasiado impactante como para escucharla de pie.

-Gracias- su sonrisa genuina ablanda todavía más el corazón del chico, que agarra con suavidad las manos de su novia y suspira con pesadez.

-Ya sabes que mi padre era alcoholico y mi madre una loca conservadora, no sé que tan relevante es pero...- ella asiente pero no interrumpe y se promete a si misma no hacerlo en todo lo que dure el monologo del contrario -Bien, yo no era el mejor en la escuela, era... mediocre, tirando a malo- se rasca la nuca un poco avergonzado pero eso no le impide seguir con la historia-También sabes que en esta ciudad unas notas mediocres tirando a malas son sinonimo a fracaso, decepción y ningún futuro posible- ella asiente nuevamente, no lo vivió en primera mano, pues ningún niño del orfanato en el que vivía sacaba malas notas, o al menos no recuerda que se diera nunca ese caso -Mis padres decidieron que no podían tener un lastre como yo en su casa; mi hermano pequeño sacaba mucho mejores notas que yo; destacaba- recordar aquella infancia en que le escondían del mundo para que no avergonzase a su família le duele pero no es lo más duro que ronda en su mente -Así que su solución fue deshacerse de mi; esconderme era demasiado engorroso para ellos de manera que al final me echaron de casa- la reacción instantanea de Karina es agarrar con más fuerza la mano de su novio. Sabía que en algún momento él dejó de vivir en casa de sus padres y creció en las calles pero no sabía ninguno de los detalles -No fue instantaneo, me dieron el margen de aprobar los examenes finales pero por más que me esforcé suspendí una asignatura y no me dieron manga ancha; me hicieron las maletas y me trageron aquí. No se despidieron- por más absurdo que pudiera parecer, aquel hecho, el de sus padres subiendo al coche sin dirigirle la palabra, fue el que más le caló durante años -Así que me paseé por estas calles durante meses tratando de conocer cada rincón y a cada persona que vivía por aquí; tenía diez años así que hubo situaciones difíciles que ahora mismo podría superar facilmente- una especie de risa mezclada con un suspiro abandona sus labios. Mira a Karina y ve como ella está atenta a cada palabra que él pronuncia la cual cosa en parte le anima a seguir hablando -Al final hice amigos ¿Sabes? Muy buenos amigos, eramos tres- se muerde el labio y sus ojos se cristalizan pero niega un momento con la cabeza para tratar de deshacer el congojo que está empezando a invadirle -Jae Beom, bueno se le conoce ahora como Jay B, seguro te suena- ella recuerda a ese chico, alto de pelo largo y negro, facciones marcadas y unos ojos profundos y oscuros que han vivido demasiado. Se lo había cruzado alguna vez y lo cierto es que daba algo de miedo -Y su hermano Mark, de pequeños escondían que eran família y decían que el pequeño se llamaba Mark Tuan, pocos sabíamos la verdad.

Ringside (Choi San)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora