Toma una caminata afuera, haz cosas que nunca has hecho antes, en resumen, ¡Aprovecha el día! La inspiración está en todos lados.
1.-Encuentra tu lugar de escritura:
Todos tenemos uno. Puede ser en un cuaderno viejo y destartalado al que tienes mucho cariño mientras estás tumbada en la cama o puede ser en la comodidad de tu escritorio con el teclado del ordenador como fiel compañero. Depende de ti. Encuentra el lugar en el que te sientas más a gusto, sin presiones, y verás que las ideas fluyen solas. Yo, por ejemplo, suelo escribir poesía en un cuadernito entre clase y clase.
2.-Apunta inmediatamente las ideas que vengan a tu mente:
No las desperdicies. Si estás en la cama, a punto de dormirte, y se te ocurren dos líneas perfectas para tu capítulo, no creas que a la mañana siguiente te acordarás. Ten a mano siempre un cuadernillo o usa las nuevas tecnologías y escribe una nota en tu smartphone. Cuando por la mañana empieces a escribir, esas dos líneas que parecían tener poca importancia, te ayudarán mucho a empezar con buen pie.
3.-Observa a tu alrededor:
Todo escritor, antes que nada, es observador. Las ideas no vienen de la nada: se necesitan experiencias previas que las dén forma. Fíjate en las personas de tu alrededor, en sus vidas cotidianas: hay mil historias esperando descubrirse. Mira las noticias, lee mucho. Cuanto más sepas, más fácil te resultará conectar los puntos.
4.-No limites tus ideas, Echa a volar un poco tu imaginación:
Quizás la idea no te convence y eres demasiado exigente contigo mismo. No seas tan perfeccionista y trabaja con lo que tienes. En la mayoría de los casos, era mejor idea de lo que pensabas. Además, las mejores ideas nacen cuando se están desarrollando otras ideas, así que no temas dar rienda suelta a tu imaginación y dejarte llevar. Es un largo camino, y ya llegarás al destino que tenías pensado. Pero desechar otras ideas y aprender de ellas también te ayuda a llegar a esa meta.
5.-Salte de el orden & conecta cosas sin ningún sentido en la historia:
Una de los métodos a los que recurro cuando tengo la mente en blanco es pensar en dos objetos que, aparentemente, no tengan que ver, e intentar conectarlos. Por ejemplo, un marco de fotos y un armario.
Idea: La mujer que escondía todos los marcos de fotos en su armario porque temía a los recuerdos
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Lecciones para un futuro escritor.
SachbücherHola!:3 Esta -Novela- (No se hacer comillas en la PC por eso use el - :'v) Es para como aprender a ser un excelente escritor son las reglas básicas que se deben de aprender a como ser un escritor exitoso en la vida ademas te puede servir para algo e...