Sakura.
-—Siento que soy la mujer más estúpida del planeta.**
—Patética sería la palabra exacta. Y yo soy su significado: el verbo, el predicado, el sinónimo y el antónimo. Sin lugar a dudas.
Me abrazo las rodillas, encogiéndome como un ovillo sobre el sofá de la sala.
—No ganas nada quedándote así, Saku—murmura Ino con voz cargada de tristeza.
—Lo sé… Lo sé perfectamente, Ino. Pero no puedo hacer nada más —tomo aire, tratando de calmarme—Solo… duele. ¿Sabes? Fui usada y descartada como un maldito juguete roto.**
—Él es un imbécil, Sakura. Olvídalo.
Me enjugo las lágrimas que siguen resbalando por mis mejillas, pero el llanto no cesa. Y me odio por llorar por un idiota como él.
—Me arrepiento de todo, Ino. Ojalá nunca le hubiera salvado la vida.
Ella niega con la cabeza. —Eh… No, Sakura. Mira…
—¡Sí, me arrepiento!—la interrumpo, gritando—. ¡Me arrepiento de haberlo conocido! ¡Y de haber firmado ese maldito contrato!
Siento la sangre subiéndome a la cabeza, hirviendo de rabia: hacia él, hacia mí, hacia todo. El sabor salado de las lágrimas se mezcla con el amargo resentimiento cuando llegan a mis labios.
—Sakura, tú ya sabías lo del contrato —replica Ino, con una obviedad que me golpea como un puño.
Algo que es completamente cierto.
—En el contrato nunca dijo que él me diría "te amo" y sonaría real.
—Sabías que era una serpiente astuta.
—Exacto, Ino—asiento con amargura—Tienes toda la razón. Fue mi culpa caer en la trampa de una serpiente.
Si no hubiera sido por ese maldito contrato…
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Un Contrato.
FanfictionTres años ha pasado lejos de Konoha, dejando atrás mitades rotas de una vida que ya no puede reparar. Un accidente que no supera, un trauma que no cicatriza, fantasmas que susurran en su insomnio. Por eso se ahoga en trabajo: papeleo interminable, g...
