"Fuera de la norma" - [MINSUNG]

#2 - Miedo

Al despertar algo andaba mal, Han despertó sintiéndose... ¿mal? No sabía que pasaba, solo se sentía extraño, pero tampoco parecía algo grave. Tomo un baño, se alisto de forma casual ya que era sábado, Felix y el iban a pasar el día juntos, probablemente continuarían con la película que habían dejado a medias gracias a que Minho había llegado. Bajo con sus padres, desayuno de la manera rápida que pudo, se despidió gritando desde la puerta y se marchó.

- "Ammm... Querida..." Pregunto el hombre bajando las escaleras.

- "¿Hm?"  Fue lo que se escuchó desde el sillón de la sala, donde se encontraba la mujer.

- "Jisung... ¿estaba usando un perfume nuevo?

La mujer se quedó pensativa un segundo tratando de recordar.

- "No estoy segura, Jisung normalmente no usa perfumes, ¿Por qué lo dices?"

- "Hmmm... No, no debe de ser nada, igual estará con Felix todo el día, ¿cierto?"

- "Así es, ¿quieres que lo llame para que llegue temprano?"

- "No, no, está bien, solo debo estar imaginando cosas"

En cuanto Han llego a casa de Felix, lo primero que vio fue a un hermoso rubio terminando de limpiar la mesa, por alguna razón sintió unas ganas enormes de correr abrazarlo.

- "Lix... ¿Por qué eres tan lindo?"  Dijo de forma infantil mientras lo abrazaba, el rubio comenzó a reír mientras negaba con la cabeza sin dejar de acomodar.

- "No lo sé Hannie, ¿Dime porque tú eres tan lindo?"

- "Genética"  Dijo de manera orgullosa provocando que el rubio comenzara a reír.

- "Hannie... ¿Estas usando perfume?"

- "¿Qué? No, ¿Por qué lo dices?"

Felix se acercó al pelinegro para comenzar a olfatear cerca de él, sentía un olor a Vainilla y lavanda, cuando observo la cara de confusión de Han, se dio una idea de lo que pasaba, así que comenzó con el interrogatorio.

- "Han"

- "¿Felix?"  Pregunto sonriendo e inclinando un poco la cabeza.

- "De casualidad... ¿te sientes raro?

- "Raro... ¿Cómo enfermo?"  La sonrisa de Han se fue, poniendo una cara de confusión, lo que le dio la razón a Felix.

- "Algo así, ¿no sientes tu cuerpo más sensible? Presiona tu vientre y dime si duele o algo"

- "No"

- "¿Qué? ¿Por qué no? Han, hazlo, necesito confirmar algo y si lo hago tengo que ir a la farmacia, así que hazlo" En cuanto termino de hablar pudo notar como los ojos del pelinegro comenzaron a cristalizarse, automáticamente corrió abrazarlo y sintió como su aroma se hizo más fuerte.

- "Felix, ¿Qué está pasando? Me estas asustando..." Comenzó a decir entre sollozos, sin darse cuenta comenzó a temblar.

- "¿Tus padres están en casa?"

- "Creo que ya se marcharon... Felix ¿qué pasa?"

- "Tranquilo, Hannie... es solo que... creo que estas teniendo tu celo, pero tranquilo no pasa nada, no tienes que asustarte, ¿sí?, estoy aquí contigo, vamos a mi habitación, puedes recostarte, yo iré a la farmacia a comprarte supresores"  Han asintió, comenzando a caminar con el rubio, no podía dejar de temblar, las lágrimas no paraban de salir.

Felix, lo dejo y salió disparado de su casa, no dejaba de maldecirse, en su último celo se había terminado los supresores que había guardado y como faltaba algo de tiempo para su celo no había procurado ir a comprarlos, si lo hubiera hecho podría haber ayudado a Han, era su primer celo, estaba asustado y él no podía ayudarlo, una vez más había arruinado todo.

Estaba asustado, había dejado de llorar, pero aun temblaba además que sentía mucho calor. ¿Por qué? Me siento mal, es horrible, ¿Felix a estado pasando por esto cada mes? ¿Voy a tener que pasar por esto cada mes por el resto de mi vida? No, no, no, basta es horrible.

De repente escucho la puerta principal abrirse, como pudo se levantó y comenzó a gritarle a Felix, en cuanto llego a las escaleras se paralizo, no era Felix... era Minho.

Alfa... necesito un alfa... quiero un alfa... En su cabeza no dejan de repetirse esas palabras, el verlo ahí solo lo mantenía paralizado, en cuanto Minho se acercó corriendo a Han con su rostro de preocupación la poca racionalidad que le quedaba... se esfumo.

- "¡Han! ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?" En cuanto se acercó tomo con sus manos el rostro del pelinegro podía observar sus mejillas sonrojadas, tenían una calidez intensa y de un segundo a otro lo noto, el fuerte aroma a vainilla y lavanda inundo sus fosas nasales, se paralizo, debía alejarse lo más pronto de él.

- "H-han espera un segundo, necesito ir a mi habitación..." En cuanto intento alejarse sintió una fuerte presión en su brazo, Han lo había sujetado.

- "H-hyung... no me dejes... t-tengo miedo..." El pelinegro se había acercado tanto al mayor que este podía sentir su respiración muy cerca de su cuello, tenía que alejarse, necesitaba su supresor, si no lo hacía ahora perdería la poca racionalidad que le quedaba.

- "Por favor, Hyung, te necesito..."

Ok, se fue, tal como si de un pequeño hilo se tratara, lo perdió, si racionalidad se había roto.

De manera automática unió sus labios con el menor, dirigió sus manos a su cintura acercándolo a él lo más que podía, al sentir las manos del mayor en su cintura y como este se iba haciendo paso debajo de su camisa no pudo evitar soltar un gemido en la boca Minho, lo cual el aprovecho para hacerse paso e iniciar un beso más húmedo que el anterior, podía sentir como sus lenguas batallaban por el control del beso.

En cuanto se separaron un segundo del beso para buscar algo de aire, el castaño sintió como el menor no dejaba de frotarse contra el, así que lo tomo del brazo y lo llevo rápidamente a su habitación, ya no podía soportarlo, tenía que hacerlo, tenía que volverlo suyo.

Cerro la puerta de un golpe, pudo sentir como el menor se sobresaltó por el ruido, se quedó observándolo un segundo y hablo.

- "Hannie... tienes que detenerme, tienes que hacerlo ahora que sigo usando mi cabeza, empújame, golpéame, lo que sea, solo has algo que me diga que no quieres que esto pase"  En cuanto termino de hablar el menor se abalanzó hacia él, besando sus labios de manera lenta que solo seguían un ritmo tan hipnótico para el mayor.

- "Minho Hyung... me gustas, por favor, te necesito"  Dijo entre el beso, haciendo que el nombrado lo levantara por la cintura llevándolo directo a la cama donde siguió besándolo mientras que con sus manos se deshacía de la ropa del menor junto con la suya