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YeonJun supo que su oportunidad de poder conquistar de alguna manera a choi BeomGyu, estaba cada vez más lejos de su propio alcance, la vez que se había logrado acercar a el y que este desprevenidamente entrara en pánico.
Si, una vez había tenido el valor suficiente para poder acercarsele y ayudarle con algunas cosas que traía encima, podía recordarlo a la perfección, debido que jamás sería capaz de olvidar la cara de susto que el menor coloco a penas se le acercó y como este trato de huir de él a pesar de que esté, en ninguno momento había hecho algo para dañarlo.
YeonJun solo había querido estar cerca de su amado aunque fuera una vez.
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Lunes por la mañana, siete y media, YeonJun se encontraba caminando por los pasillos de la preparatoria, buscando desesperadamente aquel hermoso chico de cabellos castaños, estaba sumamente seguro de que estaba en su hora libre, mayormente los de su grado tenían diferentes horarios a los de su superiores, pero agradecía que al menos podían coincidir en algunas que otras materias; Siguió caminando hasta entrar al pasillo de los casilleros de los diferentes niveles académicos, YeonJun no era del todo conciente del como había logrado reunir el valor suficiente para poder acercarsele, sin embargo, no podía perder la oportunidad que había estado esperando todo ese tiempo, ¡Si podría estar cerca de el aunque fuera dos segundos sería el alfa más feliz de todo el mundo!, Se conformaba con a penas verlo algunos segundos más de cerca de lo que el tenía por acostumbrado.
Una vez tuvo la imagen de choi BeomGyu a tan solo algunos metros de el, sintió como todo su cuerpo se tensaba y le impedía poder moverse con normalidad, ¡BeomGyu tenía un efecto tan extraño sobre el que a penas era capaz de poder pensar con claridad!, ¡Pero estaba decidido y se le acercaría, lo saludaría y talvez le quitaría su número de teléfono!, No lo sabía, todo dependería de que tan buen las cosas fueran, suspiró profundamente, dándose el ánimo suficiente para poder seguir caminando hasta donde el Omega se encontraba, cargando con algunos libros talvez iba a llevarlos hasta la biblioteca, no lo sabía, pero lo ayudaría en lo que fuera necesario.
YeonJun solo quería estar cerca de aquel omegita, pero mayor fue su error cuando creyó que un alfa como el, era capaz de acercarsele.
── Omega, ¿Necesitas ayuda?, Se ve que está muy pesado.── Le sonrió de manera encantadora, aunque por dentro estuviera muriendo de los nervios, externamente se veía bastante calmado, BeomGyu se congelo algunos segundos mirándolo hasta que retrocedió un poco y trato de evitarlo, ¡YeonJun tenía que hacer algo!, ¡Finalmente tenía la oportunidad perfecta para acercarsele y no podía dejarlo ir! ── O-Oye te ayudaré.
── A-alejate de mi...── Murmuró el Omega, si cuerpo empezando a temblar notoriamente, los libros en sus manos tambaleando un poco, se veía tan asustado, que YeonJun no sabía en lo absoluto el por qué, ¿Acaso había hecho algo mal?, ¡¿Acaso parecía un acasador?!, No fue su intención, trato de arreglarlo de alguna manera acercándose un poco, pero eso solo provocó que el hermoso Omega se asustara aún más ── ¡A-ALEJATE DE MI! ¡N-NO ME TOQUES! ¡N-NO TE ME ACERQUES!.
SooBin había llegado a la escena, tomando al mayor de los hombros, con claras intenciones de alejarlo de ahí, los gritos del Omega llamando rápidamente la atención de todos los ahí presentes, algunos amigos de BeomGyu llegando hasta el para abrazarlo, a esas alturas de la circunstancia el menor se encontraba en el suelo, hecho bolita, siendo un mar de lágrimas y temblores por todo su cuerpo, sus manos sosteniendo su cabeza, imperventilandose, ¡Le estaba dando un ataque de pánico que terminó por desmayandolo en brazos de su amigo!.
YeonJun se sentía tan culpable, ¿Que era lo que había pasado?, ¿Que había hecho mal para que BeomGyu hubiera reaccionado de aquella manera?.
Poco después se enteró que BeomGyu sentía mucho miedo hacia los alfas, a pesar de que el solo quiso ayudarlo, a pesar de que el solo se le había acercado algunos segundos, eso fue suficiente para que el menor se hubiera ausentado por las siguientes dos semanas de clases.
Si, YeonJun en esos momentos supo que era mejor seguir amándolo desde la distancia, no quería hacerle daño, de nuevo.
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