Hitomi no Nikki

¿Que Pensaría Yo de Ellos ?

ICHISAKI HITOMI
¯'·.·❦ 📓 ❦·.·'

Eran las 11:00 p. m. y acababa de llegar a casa. Seguramente Kioko me preguntaría: "¿En dónde estabas hasta estas horas?" Cuando la vi al llegar, comenzó el interrogatorio.

—¿Dónde estabas? Estaba preocupada. —le decía en susurros a Hitomi.

—En la biblioteca del instituto, donde ciertas amigas no me esperaron y en cambio, terminé "la ayuda que me pidieron" —lo último porque me dejaron todo a mí mientras ellas se marchaban.

—También fue culpa mía por entretenerme con uno de los libros del mismo. —me decía.

—¿Todavía estabas allí? ¿Por qué no nos llamaste? Nosumi y yo nos cansamos de hacerlo. —decía Kioko, mientras me miraba con confusión.

Revisé en mi pequeña mochila y encontré mi celular. Parece que la batería había muerto, por eso era extraño que no sonara. —le decía a Kioko, para que no pensara que era una excusa.

—¿Me vas a dejar entrar o seguiremos charlando en la puerta, Kioko? —decía mientras aún estábamos en la puerta.

—Lo siento, con tantas cosas en mi cabeza se me había pasado. —contestó Kioko al darse cuenta.

Al entrar, vi que ella no estaba sola; Yagami estaba dentro. Me preguntaba qué hacía él en casa. Mi compañera miró en mi dirección y se dio cuenta de por qué estaba sorprendida.

—Él te andaba buscando igual, pero al ver que fui yo la que atendió, me preguntó si esta era tu casa y le dije que sí, se quedó esperándote hasta ahora. Aún así, llegaste muy tarde a casa, te lo vuelvo a decir. Yagami me dijo que solo podía quedarse hasta esta hora. Tiene asuntos que resolver en la suya y ya le agarraba tarde.

—Bueno, las dejo, me habría gustado haberme quedado más. —dijo Yagami, mientras se dirigía hacia nosotras. Nos hizo un gesto de hasta mañana y atravesó la puerta de salida.

—Nos vemos...

—Sí, hasta luego. —ambas le dijimos mientras él cruzaba la puerta hacia la calle.

—Me tienes que contar qué pasó para que llegaras tan tarde a casa, vamos, cuenta, cuenta.

—Había olvidado lo curiosa que era Kioko; esta era la primera vez que llegaba tarde. Prácticamente existen explicaciones para todo, decir que fue solo porque no tenía cómo comunicarme no era una de ellas.

—Dime qué sucedió. —Se acercó lo suficiente para sacarme de quicio. De verdad no había forma de detenerla.

—Está bien, pero dame mi espacio y al menos déjame tomar un baño, lo necesito con urgencia. —le decía Hitomi, mientras se echaba el cabello hacia atrás y subía las escaleras hasta su cuarto, cansada.

Al llegar a su cuarto, se encerró para impedir que su amiga la siguiera. De seguro le esperarían muchas preguntas, las cuales respondería a su debido tiempo. Por ahora, necesitaba un respiro.

Se tumbó en la cama y no se movió por un rato. Habían ocurrido muchas cosas, aunque por alguna razón, de alguna forma, volvía a aquel momento en la biblioteca del instituto con ese chico.

Flashback 
—Disculpa por molestar, ¿estás utilizando ese libro? —preguntó nerviosa.

—Sí, lo necesito. —respondí.

—Muchas gracias. —le dije al chico de ojos esmeralda que me entregaba el libro. Se notaba que de verdad quería terminarlo de leer; era un verdadero lector.

—Sabes, todos nos enamoramos de la mayoría de las novelas ligeras que solemos leer a diario. —le devolví el libro que tenía y le mostré que yo también me apegaba a uno— yo misma soy la prueba de ello también.