Destined [Christopher Morgan]

Cap 19

—Gracias, Miranda—le doy una pequeña sonrisa

—De nada señora, y felicidades por el compromiso.

—Gracias, y gracias por el chocolate caliente—le doy un corto abrazo antes de volver a la habitación junto a Christopher y sentarme en la cama para seguir con mi investigación en la laptop

Mi jefe en Moscú me pidió que me involucrara en una misión de búsqueda de Antoni, así que tomo la oportunidad para matar dos pájaros de un tiro.

Antoni se ha mantenido en mi lista negra desde hace años, pero sin duda el asesinato de mi hijo lo convirtió en mi enemigo y blanco número uno.

Quiero matarlo con mis propias manos, juré que vengaría a Christian y eso es lo que voy a hacer sin importar lo que cueste.

Sé que Christopher también va tras él, pero parece que la campaña ha ocupado toda su atención, por lo que yo tomé el mando de la situación.

—¿Qué haces?—el brazo de Christopher pasa sobre mis piernas y río cuando deja un beso en mi cadera

Dejo la taza de chocolate caliente a un lado y acaricio su cabello mientras sigo leyendo los documentos que me enviaron para investigar un poco más.

—Trabajo, William me pidió ayuda en una misión—murmuro—. ¿Cómo te sientes? ¿Quieres que te busque otra compresa?

—Quiero que mi prometida vuelva a dormir—pide y río

—No puedo, pero tú duerme, yo sigo aquí—sigo acariciando su cabello y frunzo el ceño al ver una foto de un pequeño idéntico a Antoni que se llama Damon—. Joder, tiene hijos...—susurro

—¿Quién?—abre los ojos notando la foto del niño y aprieta los labios—¿Por qué estás leyendo sobre Antoni, Malika?

Joder. Se suponía que yo iba a hablar con él en la mañana sobre esto.

Christopher es un poco sensible cuando se trata de mi cerca de Antoni, así sea por investigarlo, no me quiere cerca de él y no quiere retroceder ante ello.

—Es por el trabajo—murmuro y se aparta haciéndome suspirar—. No empieces con...

—Yo me encargo de él—me interrumpe—, no te quiero cerca de Antoni, Kiara, ya discutimos sobre eso.

Me enoja que quiera mantenerme al margen de todo esto como si yo fuera una jodida niña que debe ser protegida. No necesito vivir en la ignorancia, me frustra, y lo sabe.

—Tú discutiste, yo lloraba la muerte de Christian—le recuerdo y se sienta en la cama haciéndome suspirar—. Ya intentaste protegernos una vez al dejarme completamente ajena a la situación, no voy a permitir eso de nuevo.

—La razón por la que te mantuve lejos de eso era porque sé como eres y sabía que querrías ir tras él, eso es demasiado riesgoso.

—¿Riesgoso?—bufo—. Mi entrenamiento está hecho para asumir riesgos, Christopher, soy una jodida asesina...

—Eres mi mujer—me interrumpe—, te quiero lejos de Antoni.

Aquí vamos de nuevo. Siempre intentando justificarse con la misma mierda de que soy su mujer y por eso tengo un jodido blanco en mi espalda.

—¿Por qué? ¿Porque tú lo dices?—cierro la laptop—. No vas a dejarme al margen de esto, Christopher, no otra vez.

Ya lo hizo mientras estaba embarazada, y antes de estarlo, incluso después también quiere seguir haciéndolo.

—Kiara, esto no está en discusión, mantente lejos...

—No—zanjó levantándome de la cama—. No voy a permitir que hagas esto de nuevo, ya nos perjudicaste suficiente la primera vez.

Sus cejas se levantan y cierro los ojos maldiciendo ante lo que acabo de soltar.

Eso no era lo que quería decir.

—¿Me culpas por la muerte de nuestro hijo?—cuestiona enojado, pero puedo ver el brillo del dolor en sus ojos—. Dime, Kiara, ¿me culpas por su muerte?

—Joder, no, no lo hago—suspiro—. No lo hago, pero si yo hubiera sabido de eso hubiera podido hacer más que...—trago sintiendo mi pecho oprimirse antes de que mis ojos se llenen de lágrimas—. Lo siento.

De no haber vivido en la ignorancia, de no haberme mantenido al margen de todo esto, si yo lo hubiera sabido habría...

—Intenté protegerlos, Kiara, lo juro—me mira a los ojos y niego—. Te juro por mi vida que si lo intenté, pero quería evitar que tú arriesgaras tu vida, tampoco quería estresarte durante el embarazo.

—Si me lo hubieras dicho, habría estado alerta—mi voz se rompe—. Si me lo hubieras dicho, no me habrían tomado por sorpresa, no me habrían disparado...—un sollozo se me escapa—¡Si hubieras confiado en mí no habría tenido que escuchar su llanto desgarrador durante una hora hasta que llegaste y ya era tarde!

Caigo de rodillas en el piso sintiendo mi corazón doler como si me lo estuvieran arrancando y llevo mi mano a mi pecho cuando mi respiración comienza a fallarme

Los recuerdos de ese día llegan a mi cabeza empeorando la situación y llevo mis manos a mi cuello jadeando en busca de aire sintiendo que me desvanezco tal como aquella vez.

No de nuevo. No de nuevo.

Por favor, por favor, por favor...

Intento hablar para pedir ayuda, pero las palabras no salen de mis labios y rasguño mi piel desesperada por un poco de aire mientras el dolor en mi pecho aumenta cada vez más.

Me duele.

Quiero a mi hijo de vuelta, quiero a mi pequeño bebé en mis brazos aún si lloraba cuando lo dejaba acostado en su cuna.

Quiero a mi bebé, necesito a mi bebé...

—Kiara, hey—Christopher toma mi rostro entre sus manos y niego—. Respira, Malika, tienes que respirar

Niego. No puedo.

»Vamos, respira conmigo—pide acariciando mi mejilla—. Vamos, Malika, inhala y exhala—él lo hace y aunque yo lo intento no lo logro—. Puedes hacerlo, por favor.

—Fue mi culpa—mi voz sale ahogada—, fue mi culpa, debí... saberlo—clavo mis uñas en sus brazos cuando la visión se me nubla

—No lo fue, no lo fue—me atrae a sus brazos y escondo mi cabeza en su pecho intentando recuperar mi respiración—. Inhala, cariño, puedes hacerlo—pide desesperado

—Fue mi culpa, perdóname—mis ojos se vuelven pesados y él besa mi frente antes de que algo húmedo caiga en mi mejilla

—No lo fue, Malika—deja un casto beso en mis labios—. Puedes respirar, hazlo por mi ¿si?

Intento, la desesperación en su voz me hace querer intentarlo pero mi cuerpo se siente débil, yo me siento débil. Mi cuerpo parece desvanecerse.

Si tan solo lo hubiera sabido...