10.

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Promesa.



















—König... Hola- sonrío la chica acercándose a él.

König y la chica habían sido amigos desde que entraron a esa preparatoria. Se habían entendido muy bien y se habían hecho amigos rápidamente.

La chica ayudaba a König con su ansiedad, de hecho ella era su única amiga en toda la escuela.

—Hola..- susurró el chico, sentado en el paso bajo la sombra de un árbol.

La fémina se sentó a su lado y abrió su mochila, que siempre traía a todos lados. De ella sacó una bolsa de frituras y también un termo con un líquido que parece tenía gas. König sabía lo que era, pero no dijo nada, estaba acostumbrado a que su amiga llevara ese tipo de cosas.

—¿Cómo va tu día?- preguntó el.
Era mucho más hablador cuando estaba con ella.
La otra lo miró y sonrío.

—Pues... Ya sabes, lo mismo de siempre.- le sonrío, y König pudo ver un moretón nuevo en su brazo.
Sentia tristeza por ella. Pasaba por cosas muy fuertes.

—¿Te duele?- preguntó y ella asintió.

—Solo un poco, no fué tan fuerte esta vez. Mi papá no estaba tan borracho.

El chico asintió y vió como ella empezaba a beber de aquel termo. Inmediatamente sintió el aroma a alcohol y suspiró.

—¿Y tu madre?- volvió a preguntar König.

—En casa, mi papá no le hizo nada, por suerte. Pero de la nada se enojó y.. ya sabes, me dijo algunas cosas.

Ambos se quedaron en silencio. No sabían que más decir. Aunque no era un silencio tan incómodo, a veces ellos simplemente se quedaban callados y ya.

—A veces me gustaría irme de aquí.- dijo la chica, mirando al cielo. —Quiero ir a explorar el mundo, me siento atrapada en esta ciudad.

König asintió con la cabeza, viéndola con sus ojos azules. Luego volvió a ver su brazo, con algunas cicatrices.

Ella lo notó, pero no se molestó. No sé avergonzaba de sus cicatrices. No le importaba que la gente la viera, mucho menos König. Sabía que el no la miraba de mala manera.

Él se acercó a ella y puso un brazo alrededor de sus hombros. La atrajo hacia su cuerpo y ella recargó su cabeza en su pecho, suspirando.

—¿Esto va a terminar algún día?- preguntó ella, ahora con su voz temblorosa.

El otro asintió y acaricio su cabello.

—Va a terminar. Algún día nos iremos de aquí, lo prometo.






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Troste


König || One-shots Y HeadcanonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora