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La mañana después de la fiesta fue la primera mañana en la que Harry había despertado con un gran problema en sus pantalones

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La mañana después de la fiesta fue la primera mañana en la que Harry había despertado con un gran problema en sus pantalones. Se sentía extraño por decir lo menos, porque, literalmente, tenía una tienda de campaña en el pantalón de pijamas.

Harry sacó el edredón de algodón egipcio recientemente adquirido fuera de su cuerpo y luchó para desenredarse de los brazos de Ginny. Ella estaba roncando suavemente y  Harry encontró que era un poco molesto. Sabía a ciencia cierta que nunca roncaba, y no estaba seguro de si quería aguantar sus ronquidos el resto de su vida.

Se dirigió al cuarto de baño que estaba justo al lado de la cama (ni siquiera pensaba en compartir el baño) y se miró en el espejo, completamente asombrado por la vista que se encontró.

Tenía el cabello tan despeinado, que pareciera que no se lo cepillara en años; su blusa de algodón se pegaba a su barriga y su... oh Dios. Literalmente, podía ver su pene a través de sus pantalones, metido en el material, el cual necesitaba desesperadamente liberarse.

Harry suspiró y cerró la puerta, antes de sentarse en el inodoro y cerrar los ojos, pensando en su abuela. Su abuela en el inodoro, su abuela en el baño desnuda, su abuela en el baño desnuda sin su dentadura. Los pensamientos no sólo hicieron que su erección desapareciera, sino que también le dieron ganas de vomitar.

Después de que se cepilló los dientes y se lavó la cara, volvió a su habitación para ver a Ginny despierta, apoyada contra la cabecera desplazándose a través de su teléfono.

—Buenos días amor. — Dijo Harry, las palabras salieron como si hubieran sido ensayadas mil veces.

—Buenos días. — Ella respondió sonriendo y acerco su mejilla a Harry para que la besara.

—¿Qué estás haciendo?

Le mostró la pantalla de su teléfono, que estaba abierta en instagram. Se sentó junto a ella y pasaron unos minutos mientras veían las fotos de la fiesta de anoche.

Ginny se detuvo en una foto recientemente publicada por Neville. Era él, Theo, Blaise y Draco, claramente borrachos fuera de sus mentes con los vasos rojos en sus manos y sonrisas perezosas en sus rostros.

—Él es una especie de escoria. —Dijo Ginny y Harry asintió. No podía estar más de acuerdo. Dormir con alguien que no gasta más de diez dolares en una camisa, antes del matrimonio, era malo a toda vista. Él pensó que tenía normas, pero al parecer había estado equivocado todo el tiempo.

Ginny se vistió en el baño con algunas de las cosas que había dejado en la casa de Harry (tenía un cajón especial en su vestidor) antes de que ambos caminaran abajo para el desayuno. Sus padres no estaban allí.

Pasaron el resto del día en su casa, en la sala de Harry, viendo sus películas y programas favoritos (El diablo viste de Prada, Bride Wars y Project Runway). Para la cena decidieron salir a comer a su restaurante favorito. Ellos no necesitaron hacer una reserva, su padre conocía al dueño personalmente y él siempre podía hacer una excepción para Harry.

𝐁𝐄𝐁𝐄 𝐄𝐋 𝐂𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐄𝐒𝐓𝐀 𝐄𝐍 𝐓𝐔𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒 ✯ ᵈʳᵃʳʳʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora