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Los soldados de su alrededor quedo en shock porque no creyeron que el country se atrevería siquiera en hacerle caso, creyeron por mucho tiempo que han domesticado perfectamente a México para que fuera una mera maquina de matar y fertilizante, sin embargo, se habían equivocado.

Se habían equivocado que México siempre agacharía su cabeza ante ellos.

─¡Fuego a discreción!─ vocifera a uno de ellos y comienzan a disparar en cualquier planta que se movieran.

Disparaban a todo su alrededor hasta que de poco a poco aves caen al suelo victimas de las balas perdidas, esto hace enojar al country México de las aberraciones que hacían los soldados a criaturas inocentes. Es por ello que ahora no se escondería, atacaría y se deshacerla de cualquiera que lo quiera matar.

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─¡Muy bien, todos escuchen! Tengo algo muy importante que decir─ habla en voz alta Austria, el anfitrión de la primera reunión de los countrys internacionales ─Se que están emocionados y todo, pero como saben la seguridad es esencial para el viaje, lo primero que hay que revisar son los bolcillos del asiento delantero que contiene un mapa geográfico y en ella esta la ruta que iremos en la estadía de una semana.

Los countrys estaban emocionados de tener su primer viaje turístico en otras tierras, Austria por su parte estaba contento de ser el primero en presentar su territorio. Todo era felicidad hasta que de pronto sienten una pequeña sacudida en el autobús.

─¿Qué fue eso?─ cuestiona Armenia al europeo.

─No pasa nada, tal vez el chofer freno de repente.

─No fui yo─ contesta el chofer, el cual apenas había salido del baño del autobús ya que apena iba a iniciar el viaje y tenia que vaciar la vasija.

─¿Entonces como es que- ¡Agh!─ Austria no termina de hablar debido a que siente un horrible dolor en el abdomen haciendo que cayera al suelo sujetando aquella área afectada.

Rusia, el cual estaba en el autobús junto con sus hermanos en la parte de enfrente de los asientos, corre a auxiliar al country austriaco y ve que empieza a toser sangre.

─¿Que puedo hacer por ti?─ pregunta Rusia al contrario ya que no tenia idea de lo que le ocurría.

─Lle-llévenme a Innere Stadt─ logra hablar el austriaco.

Rusia parece confundido por aquella petición pero el chofer corrió rápido hacia enfrente, encendió el autobús y arranco de golpe. El euroasiático solo podía mantener el cuerpo débil del europeo un poco estable debido a lo frenético que manejaba el conductor por alguna razón que el desconocía.

Tardaron como media hora debido a la gran ruta que debían de ir pero llegan a Innere Stadt, la cuidad mas antigua de Vienna de la cual muchos turísticos pasan a ver las antiguas arquitecturas que dejaron sus antepasados como registro o capricho de confirmar su existencia.

─Bájenme aquí─ pide Austria y Rusia junto con el chofer lo bajan del autobús.

─¿A donde hay que ir?

─A la catedral de San Esteban, allí es donde tengo que ir─ dice Austria para luego toser con fuerza,  con ello se refugia con su antebrazo cubriendo la sangre que escupia por accidente.

Un accidente del cual no entiendo como es que fue si tan solo hace una semana había hecho su deposito como se debe de cada aniversario de su nacimiento.

Rusia, Austria, el chofer y los countrys que estaban dudosos de lo que pasaban, caminan con velocidad hasta llegar a la aclamada iglesia que poseía 4 torres con campanas de mas de 500 años existiendo, águilas imperiales que imponían autoridad y temor a quien los viera, su estilo de arquitectura era romántica y gótica de la cual fue inspiración para una canción. El chofer toca la puerta con fuerza y de allí sale un monje que, al darse cuenta del estado de su country, se persigna rápido y hace pasar a empujones a Rusia y el chofer.

─Por favor síganme ustedes dos, no tenemos mucho tiempo─ pidió al sacerdote.

Los 2 siguen al sacerdote hasta que llegan a una parte detrás de bastidores de la iglesia, había un montón de artefactos hecho de oro, plata y joyas extrañas, había pinturas de representaciones bíblicas, en especial la crusifixion, libros de aspecto antiguo y las velas eran las únicas que tenían el labor de iluminar el lugar.

─Por aquí─ señala el sacerdote para luego llevarle una veladora y entonces abrir una puerta con muchos candados con una llave que tenia guardado en la bolsa de tela que tenia cargada en su torso.

El euroasiático mira con extrañeza el interior de la puerta, el cual lo trasladaba a un túnel viejo con muchas telarañas, las paredes no estaban hechas de ladrillo sino de piedras, el polvo abundaba y el eco de agua cayendo de alguna parte le ponía la piel de gallina. Caminaron apresuradamente, luego tuvieron que bajar en unas escaleras circulares. Muchos se parearan al principio mas todo se termina al estar por fin en el primer o segundo piso, ese no fue el caso de ahora porque Rusia junto con Austria y los humanos dieron vueltas por las escaleras e hizo cuestionarse a Rusia de donde se ha metido.

─¿Qué es este lugar?

─Aquí es donde nació.

─¿Quien?

─Austria, el country─ confiesa el sacerdote.

─¿Nació en este lugar?

─Según el texto de los maestros de mis maestros, antes era un rio seco lo cual hacia que el pueblo pasara por tiempos difíciles y un día Austria-Hungría decidió crear a Austria, su descendiente para que lo apoyara en la realimentación de la gente junto con el reino de los Habsburgo─ explico el sacerdote al ruso y este mira la expresión de confusión ─¿De casualidad usted no nació de tierra?

─¿Tierra? No, claro que no─ responde Rusia con un poco de duda ya que no entendía a lo que se refería.

─Eso es raro, ¿Uno country naciendo de alguien como un humano? En definitiva eres un extranjero─ dice el chofer con un poco de gracia de lo diferente que era ese country del suyo.

─Nuestro country al ser un ser de tierra y no uno nacido de alguien, tiene una condición especial que lo hace sentir débil cada vez que no alimenta su territorio.

''¿Alimentar?'' fue lo ultimo que pensó Rusia antes de que enfrente suyo se presentara la impactante imagen de un hermoso y viejo Fagus sylvatica, o también llamado como haya, en medio de un rio que la rodeaba. El sacerdote mueve una palanca y en el techo de esta se muevan placas metálicas que servían de cortinas y con ello iluminando mas el oculto jardín.

─Hay que movernos─ indica el sacerdote siendo el primero en pasar el puente.

Rusia y el chofer siguen al tercero sosteniendo con cuidado al austriaco, ya estando en la pequeña isla que era impuesto por un haya de tallo grande, sin embargo, algo de ese árbol no le traía un buen presentimiento. De hecho, desde que traspaso el túnel sentía que alguien lo observaba.

El sacerdote manda a que el chofer y el ruso recostaran a Austria en el árbol, Rusia iba a preguntar que es lo que seguía pero todo cambio cuando el sacerdote saca de su bolsa de tela una daga con un puñal de oro y dijo: ─Por favor Austria, solo realice un corte en su sagrada muñeca.


















Y ya, que tengan un maravilloso día, tarde o noche quienes lean esto UwU.

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