The Dark Rise

Capítulo 4 : Volviéndose loco

Capítulo anterior: martes 25 de junio-miércoles 26 de junio de 1996 - Orión desayuna y se dirige a Gringotts; un punto de vista de Voldemort; y Holly recibe una carta de Luna

En este capítulo: Lunes 1 de julio de 1996 - Holly sale y se encuentra con Narcissa, le escribe una carta a Remus y un punto de vista de Voldemort

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Holly se estaba volviendo loca. Había estado encerrada en su traje durante cinco días. ¡Cinco días! Y aunque los viejos libros de su madre eran muy interesantes y maravillosamente oscuros, ella se estaba volviendo loca. Había ordenado que le llevaran un Diario El Profeta a su suite cada mañana y no había nada sobre su desaparición, no es que realmente pensara que Dumbledore lo publicaría tan inmediatamente. Y ciertamente no cuando quería evitar que Voldemort la atrapara antes de tiempo.

Lo cual era algo de lo que se había dado cuenta en sus cinco días de reclusión. Oh, claro, había leído y se sentía más cerca que nunca de su madre. Y ella había aprendido. No podía esperar para probar algo de la magia oscura en los textos. Y afligido. Porque solo había pasado poco más de una semana desde que perdió a su padrino.

Pero también había encontrado mucho tiempo para que su mente pensara en su situación. Para mirar el panorama general. Para detectar patrones y banderas que la hacían sacudir la cabeza alternativamente ante su propia estupidez y estremecerse por lo que habría sido de ella si no hubiera seguido ciegamente lo que parecía ser cada vez más el gran plan del director para ella. Por supuesto, sus acciones con respecto a su padre: ella se negó a llamarlo más su padre, y definitivamente no papá; Sirius siempre sería su padre en lo que respecta a eso, y su madre era despreciable, pero a medida que pensaba más y más en su tiempo bajo el control del hombre, se dio cuenta de que tenía que haber algo más.

Independientemente de cuán ocupada estuviera trabajando su mente, su cuerpo estaba aburrido. De ahí el deseo de salir. Y dado que el Profeta no había dicho nada, y ella no había recibido ninguna carta de pánico de sus amigos o misivas redactadas con severidad de los adultos de la Orden para que regresara, pensó que era lo suficientemente seguro, siempre y cuando tuviera cuidado. .

Con ese pensamiento en mente, se acercó al conserje para preguntar si había alguien disponible en el hotel que pudiera realizar un hechizo de glamour para que no la reconocieran. Fueron rápidos en dirigirla al salón y spa donde pudo decirle a un trabajador lo que quería y lo hizo cobrar vida en su apariencia de inmediato.

En lugar de su alborotado cabello negro domesticado con hechizos, pociones y una trenza estricta, tenía cabello rubio hasta los hombros con su flequillo habitual para ocultar su cicatriz. Sus distintivos ojos esmeralda se tornaron marrones. Y sus rasgos de sangre pura podrían haber pertenecido a cualquiera que vagara por el Callejón del Ocio, por lo que no necesitaban ningún ajuste. Como toque final, la mujer había deletreado sus anteojos invisibles, lo que le quitó su característica más característica de Potter. Complacida con su nueva apariencia, regresó a su suite y se puso una linda bata de día. Ahora, se veía como cualquier otro adolescente mayor al que se le permitía comprar en la calle de lujo. Fue perfecto.

Su primera parada fue en un bonito café donde se dio el gusto de tomar un té que no había tenido que preparar ella misma y un delicioso bollo con nata. Un poco de mermelada de fresa le dio el toque de dulzura que deseaba y su comida ligera pronto terminó.

Como nunca antes había estado en el distrito comercial de lujo, deambuló. Miró por las ventanas y captó las vistas y los olores, y en general disfrutaba estar afuera y moverse después de varios días encerrada. Holly entró en cualquier tienda que le llamó la atención, pero no hizo ninguna compra. Sin embargo, notó varios artículos que pensó que podrían interesarle una vez que estuviera lista para comenzar a comprar. Pero eso fue para más adelante.