Estro.

3.

— Debes decirlo — comentó Miles de la nada.

Peter levantó la mirada de su móvil.

— ¿Qué se supone que deba decir?, y sobre todo ¿a quien? — cuestionó Peter B volviendo su atención al móvil.

Miles lo vio, analizando su comportamiento y la tranquilidad que mantenía él omega. El joven alfa olfateó el aroma nuevamente, arqueando la ceja; se cuestionó a sí mismo si lo que estaba sospechando estaba mal, o si estaba pensando de más la situación pero cuando una feromona tenue se mezcló con el aroma cálido de Peter, el instinto de Miles no se equivocó.

— No tienes idea de que hablo, ¿cierto? — interrogó el chico de volteándose a verle, se acomodó en un lado del mueble que compartían.

— Realmente no, Miles — afirmó él omega que apagó su móvil dejándole en su regazo.

Una mueca extraña , se rasca su nuca y baja la mirada.

Miles no quiere hablar, por lo menos no de demás y menos en un momento en que todo se puede volver levemente incómodo, su mirada se mantiene expectante; un terreno que no se imaginó conocer, bueno por lo menos no de esta manera.

Juega con sus manos y enserio se cuestiona si decir lo que sabe, o en todo caso lo que cree saber.

Peter no indaga más, sabe bien que forzar a Miles puede salirse de las manos y no quiere causarle ningún problema al chico, así que espera con paciencia obtenida con los años y con ser el padre de May.

El alfa duda nuevamente, la ansia lo está carcomiendo desde el fondo; no soporta esta sensación, los bordes de sus dedos empiezan a ser rasguñados por encima de la tela por sus mismos dedos, muerde su labios y analiza con detenimiento las palabras correctas.

Se está cuestionando demasiado.

— ¿Hace cuanto fue tu último chequeo médico? — su voz suena pesada, está tanteando el tema.

Peter ladea su cabeza, curioso por la interrogante lanzada por Miles.

— Hace 3 meses y medio, creo — contesta dudoso.

— ¿Y no has notado ningún cambio en los últimos meses? — Miles realmente estaba poniendo un esfuerzo sobre humano.

Sus preguntas trataban de que Peter notara a donde se guiaba la conversación, y así él omega se diera cuenta de a donde quería llegar.

— ¿Debería? — arqueó una ceja.

¡Oh!

Miles le pediría a Hobbie que lo ahorcara, y no como le gusta.

Respiro hondo, tratando de calmar su ansia, sintiendo la desesperación brotar de su epidermis; no se imagino lo difícil que sería hacerle notar la obviedad de la situación a Peter.

Pensó una y otra ves en como continuar la conversación, en que podría decirle a Peter con respecto a lo que muchos habían notado y que no solamente eso, sino que también alguien estaba sufriendo por dicha situación.

Dejo los bordes de sus dedos en paz por un momento, pesando en como conllevar el tema y anhelando desde lo más profundo de si mismo tener la palabras adecuadas para decirlo, Miles espera no hacer que su feromonas se descontrolen, no quiere afectar a Peter.

— Deberías — afirma el alfa serio.

Peter lo ve; Miles está serio con un semblante diferente, no es el mismo niño que conoció y este momento se lo demuestra.

— ¿Por que lo dices? — pregunta, su mirada se suaviza y espera con ansia una respuesta directa.

Nada de rodeos, no ahora.