- Contendió +18Posiblemente la discreción no es una palabra que Lyla conozca, o algo que él maneja bien como también cabe la posibilidad de que todo esté sacado de su contexto original.
Pero, considerar la idea de un cortejo teniendo su genética, sonaba más como un posible reclamo que como el descubrimiento de su oscuro secreto, la vena se exalta de una vez y la densidad de sus feromonas se espesa.
— Todo el misterio es obvio; la delegación de misiones, la constante mención de tu estro y la falla en tus parches — suelta Peter cubriendo su nariz y alejándose.
— Te das cuenta de que atas tus propios cabos en base a la poca información que tienes — comenta Miguel acercándose a él.
Miguel era recto, siempre respetaba el espacio personal y era constante mente antipático, pero había algo que no permitía.
La invasión a su privacidad.
Entendía los rumores, la mayor parte de los seres humanos vivían del que decir de los demás, él comprendía eso, no obstante los reclamos ante lo que él hiciera no se lo permitía a nadie.
Y Peter había sobrepasado ese límite.
Así que Miguel lo aprovechará.
— ¿POCA INFORMACIÓN? — exaltado y con la irritación brotando de su piel ante la acusación de Miguel.
— Claro, en base a lo poco que sabes me reclamas algo que realmente no es la verdad — lo provoca, acercándose más borrando la lejanía que Peter buscaba con sus pasos atrás.
— ¿Y cual es la verdad? — ignora la acusación del reclamo, por que es cierto aunque no lo dirá en voz alta.
Miguel se ríe, acaba con la distancia que los separa. Si Peter se quiere involucrar, Miguel lo aceptará solo espera que sea capaz de soportar las consecuencias.
La mano de Miguel se dirige a la barbilla del omega, la toma delicadamente y lo ve a los ojos. — ¿Estas celoso?
El gránate se intensifica en el rostro de Peter y sus feromonas comienzan a cambiar, lo que en un momento fue agrio y casi molesto para el olfato, ahora era un aroma dulce; tímido y levemente seductor.
Miguel disfruta de la feromona que se cuela en sus fosas nasales, aspira con deleite de la fragancia y mantiene su sonrisa en su rostro.
— Ca - claro que no — Peter refuta nervioso, chocando con la pared de la oficina.
— Entonces, ¿por qué este cambio tan drástico? — Miguel estaba en su comportamiento de seducción, su instinto y su alfa ruegan con desespero actuar de una vez. Su pecho roza con la cangurera, y piensa en lo molesta que es.
Aunque esta disfrutando el comportamiento nervioso del omega.
Se mueve cautelosamente acercándose al oído del contrario, — Estas celoso, ¿cierto? — murmura bajo, su aliento chocando con la piel de Peter.
Él omega tiembla bajo la cercanía.
— Solo acéptalo Peter —
El omega asiente.
Miguel suelta la barbilla del omega y lleva sus manos al parte trasera donde está el broche de la cangurera, la desabrocha y cae en los pies de ambos. Él omega de Peter está sobre saliendo, su lado sumiso se está dejando hacer en las manos de Miguel y este lo disfruta. El alfa está deleitándose con lo que sus ojos admiran.
¿Cuanto tiempo había anhelado este momento?
Sus fantasías y deseos no se comparaban a este exacto momento, quería congelarle para mantenerle intacto en su memoria. A pesar de la necesidad de sus instinto, aún mantenía conciencia y sobre ella desea poseer el cuerpo de Peter, saborear el lubricante natural que este desprendía descaradamente en aquel momento, olfatear con ahínco la feromona desde la glándula del omega y besar sin reparo los labios del omega.
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Estro.
FanfictionMiguel está sufriendo un desajuste en su estro debido a mal cuidado que le está dando, y a la cantidad excesiva de supresores que ingiere. Peter solo escucha una conversación que no debía, pero decide ayudar.