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Los dos salieron del salón de baile. Como
todos los días, listos para dirigirse a casa, y disfrutar de sus tardes haciendo nada.

O bueno, Sunoo quería repasar su baile
nuevamente.

La presentación anual sería la semana
entrante y él aún no se sentía cómodo con su baile; a pesar de que ya le salía perfecto.

Heeseung iba con él, como siempre.

Sabía, y además sentía las vibras de Sunoo con sólo pensar en aquello.

Le aterraba, principalmente entrar en pánico en medio escenario, o hacerlo mal, caerse, olvidar algún paso, lo que sea, le causaba mucho temor.

Por eso el mayor trataba de alejarlo de
aquellos pensamientos lo más posible,
aunque Sunoo se resistiera, quería que
bloqueara su mente para que no se
desgastara tanto mental y físicamente.

— ¿Quieres ver una película hoy? — Hee
acomodó mejor su mochila. Sunoo lo observó — Podemos comprar palomitas o-

— ¡Sunoo! — el mencionado frenó en seco al escuchar aquella voz, realmente no tenía muchas ganas de hablar con nadie.

Nadie más que Heeseung, por supuesto.

Se dió la vuelta, recibiéndolo con una sonrisa. Claramente forzada.

— Hey, Sun, ¿cómo estás? — Jake rascó su nuca, algo nervioso — Yo, ehh-

— No digas nada, yo debo disculparme, está bien — Sonrió suavemente.

Heeseung estaba a su lado, expectante a la pequeña conversación que se generaba.

— Es que siento que fue muy pront-

— Jae — sonrió nuevamente de la misma
forma, llamando la atención del pelinegro, colocó una mano en su hombro — Está bien, ¿sí? No pasa nada.

Seung se dirigió al lado del pelinegro, con una pequeña cara de sorpresa por estar presenciando aquello.

Parpadeó rápido viendo como un minúsculo brillo se reflejaba en sus ojos, pero no estaba seguro de si era su vista, o el reflejo de un poco de sol que había.

Y esperaba que no fuera ni una ni otra,
esperaba que Sunoo realmente lo sintiera. Jake asintió.

—  T.. ¿Te.. gustaría entonces intentarlo... otra vez? — volvió a rascar esta vez su brazo, viendo hacia sus zapatos.

El pecoso sonrió de lado, asintiendo — Sí, está bien.

— ¡Genial! — alzó su mano en un puño, en manera de celebración, haciéndolo reir. El pelinegro al darse cuenta, bajó su mano, un poco avergonzado — Eh... ¿te parece si paso por ti mañana?

El chico de la cabellera rubia asintió, aún con una sonrisa en su boca.

— Entonces nos vemos mañana — Jake
sonrió fugazmente, mostrando una muy linda y tierna mueca. Sunoo asintió.

Con un saludo, se despidió de Sunoo, y
continuó caminando a paso más apresurado hasta que Sunoo y Heeseung lo perdieron de vista.

Cuando dejaron de observarlo, la vista de Sunoo cayó, al igual que su sonrisa.

Heeseung se posicionó al frente de él, viéndolo con una extraña sorpresa y un poco de confusión.

Parpadeó varias veces antes de poder hablar, y darse cuenta de que aquello no se sintió tan bien para el rubio.

Y entonces se dió cuenta de que había hecho eso únicamente por él.

— ¿Qué fue todo eso? — preguntó al fin,
cuando comenzaron a caminar para volver a dirigirse hasta su casa.

— Saldré con Jakey, es todo — acomodó su mochila en la caminata.

— No, de eso ya me dí cuenta, pero... ¿Por qué te decaíste cuando se fue? Te veías feliz.

— Es muy diferente fingirlo a sentirlo, ¿no crees? — frenó viendo a los lados antes de cruzar.

— Claramente sí, pero si no estabas feliz, ¿por qué aceptaste?

Sunoo suspiró, un poco cansado. Ya no quería responder, aún así, Heeseung siguió.

— Me prometiste que no te estancarías y
seguirías siendo feliz.

Sunoo lo ignoró una vez más, suspirando, y esperando a que el mayor dejara de hablar.

Sólo quería llegar a casa y poder meterse
entre las cobijas.

Y sintió un alivio cuando estando frente a su casa, colocó las llaves mientras se quitaba los zapatos con sus mismos pies, entrando cuando dejó de quitar el seguro.

Heeseung seguía detrás de él.

— ¡Sunoo! — lo llamó, ya perdiendo un poco de su paciencia — No me ignores.

— ¡Entonces vuelve conmigo! — dijo y arrojó su mochila en el sofá, dejando de darle la espalda, y volteándose a verlo, rompiéndose en llanto — Si tanto quieres verme feliz, entonces vuelve conmigo, a como todo era antes, donde sólo éramos los dos. Vuelve Conmigo y vivamos eso de nuevo, y entonces seré feliz.

Hee suspiró, cerrando sus ojos, apretando sus puños y mandíbula, reteniendo aquellas horribles ganas de llorar que se intensificaban en un nudo en su garganta, sintiéndose una completa basura.

Sunoo estaba frente a él, se había acercado llorando mientras le hablaba.

Él también quería volver, mas no podía.

— Sabes que no puedo.. — dijo de la misma forma, escuchó como Sunoo sollozaba un poco más fuerte.

Antes de seguir rompiéndose frente a él,
caminó hasta llegar hombro a hombro, tomó una profunda bocanada de aire, para poder hablar en un tono suave y bajo, sólo para que Heeseung escuchara.

— Entonces nunca seré feliz — murmuró por encima de su hombro, dirigiéndose hasta su cuarto.

— Entonces nunca seré feliz — murmuró por encima de su hombro, dirigiéndose hasta su cuarto

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Keyhoon_

⿻  𝐓alking 𝐓o 𝐓he 𝐌oon  𝇁𝇃𝇂  𝐇𝗲𝗲𝘀𝘂𝗻 ‹𝟹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora