Obanai Iguro, un pilar bastante redimido con los demás decidió pasar la tarde con un Gemelo Tokito (Muichiro Tokito), estos dos platicaron toda la tarde hasta llegarse a hacer buenos amigos.
-Narrador: Obanai Iguro, un chico de pocas palabras y poco expresivo debido a una mala experiencia que tubo hace tiempo, se encontraba con el pilar del viento, Sanemi Shinazugawa, éstos dos eran buenos amigos, si el el término correcto el echo que ambos hablen mucho y mayormente molesten al pilar del Agua. Obanai se encontraba distraído con el sonido de la naturaleza y pájaros, éste no suele prestar atención cuando su contrario habla del Pilar del Agua, ya que sólo dice cosas malas de el, este se había cansado de eso así que solo lo ignora, pero a lo lejos ve a dos jóvenes caminando y comiendo unos oniguiris, uno se veía molesto y el otro se vería feliz, lo que le llamó la atención fue el echo que ambos son muy parecidos, éste se acordó que en una Junta de pilares menciono a unos gemelos que fueron rescatados de un demonio que casi mata a ambos. Se vería fascinado por el color de su pelo y vestimenta así que se les quedaría viendo unos minutos con curiosidad de ver hacia donde van.
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-Obanai: Mm.. Aquellos dos niños.. ¿Son los que mencionó el patrón en una Junta?.. -Diría este apuntando a aquellos jóvenes y mirando a Sanemi, esperando una posible respuesta.
-Sanemi: ¿Uh? -Voltear a ver a aquellos jóvenes. Oh ellos, si, son los gemelos Tokito, son los niños que rescató un caza demonios que patrullaba la zona, me alegra que el ubiera estado ahí, si no, ellos ubieran muerto, ambos estaban solos, Amane Ubayashiki (la esposa del patrón) dijo que sus padres murieron la misma noche, la madre murió por una enfermedad y el padre, por ir a buscar unas plantas medicinales que necesitaba para curar a su esposa, resbaló de un acantilado y murió..
-Obanai: Que tragedia.. Uh, se están acercando.. -Diría este para voltearse con los brazos cruzados.
-Yuichiro: Disculpa.. Ustedes son pilares, necesitamos su ayuda con un par de dudas.
-Obanai:-Se voltearia para luego mirar a su contrario. Claro.. Ambos somos pilares, ¿en qué les podemos ayudar?..
-Yuichiro: Bueno pues.. Amane Ubayashiki.. Nos envió una carta, pero el maldito cuervo se fue y nuestros cuervos no sabemos donde están. -Diría de una manera insultante y molesta.
-Obanai: Mira Sanemi, éste se parece a ti, hablando mal de la gente y enojon.. Bueno hablando mal de todo. Si, al parecer quiere recibir la Carta personalmente, hoy tenemos una Junta con el patrón, puedes quedarte hasta que termine la Junta General.. Después de eso puedes hablar con el patrón y darle la Carta a sus hijas para que ellas se la entreguen, o si quieres puedes ir a su finca para entregársela.
-Sanemi: Sobre salía la broma Obanai. Y si, pueden hacer lo que dijo el nerd.
-Muichiro: Genial!!! Vallamos a entregársela Yuichiro!!! -Diría con entusiasmo y con las mejillas llenas de un poco de arroz.
-Yuichiro: Oye si vamos a una MALDITA UBICACIÓN QUE NO CONOCEMOS PARA PERDERNOS. ¿cómo carajo piensas ir sin saber dónde está su finca?, inteligente.
-Muichiro: Uh.. En eso tienes razón... -Voltearia a ver a Obanai y con su sonrisa de siempre diría. ¿Nos pueden guiar a la finca? -Diría este joven con su sonrisa muy notoria ojos cerrados pero felices y un pequeño color carmesí en sus mejillas.
-Sanemi: Si, Obanai los llevará!, adiós Obanai! Tengo cosas muy importantes que hacer! -Irse rápidamente de aquella área.
-Obanai: MALDITO. (Esa zorra se las verá cuando lo vea...) -Voltearia a ver a los gemelos para luego suspirar. Acompañenme.. Es por aquí -Dicho esto, los tres se dirigieron a la finca de Amane.
-Narrador: Los tres se dirigieron a la finca de Amane, cuando llegaron Obanai hizo pasar a ambos a la finca para que entreguen la Carta, éste los esperaría afuera porque esperaba que ninguno de los dos recordará el camino devuelta, éste los esperaría como 30 minutos y su paciencia se agotaba cada vez más rápido, pero los seguiría esperando, después de unos 20 minutos más saldrían aquellos gemelos platicando alegremente, habían recibido una noticia buena, así que se dirigieron a Obanai y le compartieron aquella noticia buena.
