o5

1.6K 113 20
                                    

No fue solamente el repentino movimiento que Sunghoon empleó para desabrochar su pantalón y bajarlo mínimamente lo que le dio un tremendo estremecimiento de placer, sino el extraño y el intenso tono que logró descubrir en su voz. Fue casi como una amenaza, una amenaza que está dispuesto a cumplir, y que estaba dispuesto a soportar.

Tensó sus músculos y apretó la mandíbula cuando los largos dedos de Sunghoon iniciaron suaves caricias en su erección sobre la tela del bóxer. No le ayudaba el hecho de seguir sintiendo su respiración detrás suyo, su pecho estaba pegado a él de espalda, sus brazos estaban rodeándole simulando una jaula, simplemente para no dejarlo ir.

Pasó sus manos por sus ante brazos, lo abrazaban a sus costados, hasta llegar a sus muñecas, no sabe si él comprendió el acto o si Ni-ki intentó de verdad comunicarle algo, pero su mano tomó con firmeza su miembro aún con el bóxer puesto. Aferró sus manos a sus muñecas y cerró los ojos, agradeció infinitamente que no estuviera mirándolo frente a frente, porque ésto comenzaba a reflejarse en él más de lo que esperaba.

— No me sujetes, no podré hacerlo bien si me sostienes así. — Sunghoon quitó sus manos de sus muñecas y logró meter su mano dentro de su bóxer. Dejó ir un jadeo cuando la calidez de su mano lo cubrió placenteramente.

Ahogó con toda la fuerza de voluntad que aún le quedaba un fuerte gemido, no estaba listo para ser perra, esperaré un poco más.

Su mente no dejó pasar desapercibida el tono tan autoritario que empleó en su orden, ni tampoco el efecto que ocasionó en su cuerpo. Es como si todo de él estuviera de acuerdo en obedecerle, y el hecho le resultaba increíblemente poderoso sobre si, porque su orden le gustaba, su tono lo pone alerta, todo de él tiene una autoridad sobre todo suyo que le hace dudar demasiado, pero lo hace sentir muy bien.

— ¿Quieres que hablemos del curioso cuestionario que le hiciste a Heeseung, mientras te masturbo?

Frunció su rostro, intentó ordenar sus ideas y pensó en su pregunta... Oh, maldito traidor. Él sólo le preguntó a Heeseung unas cuantas cosas acerca de sexo sin compromiso o cómo desaparecer de la vida de un amante para no verle la cara nunca en la vida de nuevo, claro, sin que éste se entere. No sabe cómo supo que hablaba encubiertamente de Sunghoon, tampoco sabe cómo confío en él, estúpido Heeseung.

— N-No, no digas su nombre... mientras hacemos esto... j-joder, Sunghoon. - Lee
Heeseung sabrá lo que es tener un bonito moretón en su cara después de esto.
¿Cómo fue capaz de contarle a Sunghoon?
Qué amigo, no le contara nada jamás, que se meta sus pinky por el culo.

— ¿Por qué no dejaste que yo solucionará tus dudas?. — Pudo sentir la maldita sonrisa de Sunghoon sobre su hombro, disfrutaba de las reacciones, disfrutaba de su control, disfrutaba de tenerlo así, simplemente lo hace y es que es
Sunghoon, él debe tener el control sino, todo está mal... y bueno, él sólo era Riki, sólo era él, lo tiene bajo su control.

— Porque, porque eres un estupido..

Sunghoon rió ronco. A propósito pasó su dedo índice por la cabeza de su miembro, llevándose la humedad que ahí se había estado formando por sus caricias y con ello un jadeo un poco desafinado de su garganta, cuando resbaló su mano por su largo tuvo que tapar su boca con sus manos para retenerse, inclinó su cuerpo hacia el frente alejándose de la espalda de Sunghoon e ignoró sus burlas.

— No te cubras. Así no es divertido —
Ignoró su oración y suspiró contra su mano, ésto de que lo esté masturbando y riéndose de él al mismo tiempo, es tan patético, pero tan de él. Qué humillación. — ¿No te descubrirás?

Antes de que pudiera replicar, o tan siquiera apartar por su propia cuenta la mano de su boca, Sunghoon se adelantó y lo volvió hacia él, no le alcanzó el tiempo para mirarlo a los ojos cuando ya estaba boca arriba sobre la cama. Oh, la cama. Ésta cama, su cama.

Parasomnia  ;  HoonkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora