04

4.8K 447 17
                                    







Los pájaros mañaneros alegraron su comienzo del día.

Estiró sus brazos, sus pies removiéndose entre las sábanas, tenía el cuerpo adolorido y cansado, suponía que se trataba de los efectos de la rotura del lazo.

Se levantó de la cama, el camisón que utilizaba para dormir cayendo hasta sus tobillos.

Abrió los ventanales de su alcoba, la brisa fresca aireando su rostro.

Observó el patio amplio lleno de flores. Donde en breves momentos jugaría con su hija, se sorprendió al ver a Jungkook, caminando entre los arbustos y árboles, admirando la belleza de las flores.

Desde que el alfa se había instalado en el palacio hace un par de días el ambiente había cambiado drásticamente.

Los días parecían más felices, más vivos, y en realidad, apenas había intercambiado palabras con el alfa.

Aunque, los breves desayunos y comidas que comprarían eran agradables.

Se puso un vestido largo de tela suave, aquellos que usaba cuando no había invitados corteses.

Peinó sus cabellos y se aplicó un suave perfume, bajo rápidamente a por la pequeña Yongsun, el día era precioso, y no se debía malgastar.











—Mmh, ¿Qué prefieres, cielo?— Acarició los cabellos negros de su pequeña. —¿Trenzas o coletitas?—

Sentados ambos sobre el césped algo húmedo disfrutaban de la mañana, Yongsun, con las mejillas rojas como de costumbre, pensó en las opciones, curioseando con las diferentes florecillas que cogía.

—¡Trenzas!—

Tae sonrió, asintiendo, comenzaba a peinarla cuando un alfa castaño apareció por el jardín.

El omega le miró, con una leve sonrisa.

—Buenos días...— Habló el alfa, acercándose a ambos.

—Buenos días..., ¿Ha dormido bien?— Preguntó el omega curioso, pues quería que el alfa se sintiera agusto junto a él.

—Sí, ha sido una noche excelente ..., El clima de aquí es mil veces más maravilloso que el de mi reino.—  Tae asintió, palmeando el sitio a su lado, invitando al alfa a sentarse.

Jungkook tragó saliva, y con cuidado tomó asiento al lado de ambos, la pequeña rió levemente.

El alfa sonrió, jugueteando con ella, la pequeña agarró su dedo, estrujándolo en sus pequeñas manitas.

—Uhm..., Taehyung...— Jungkook le miró de reojo, el omega parpadeó.

—¿Si?—

—Perdone mi... Desconsideración, pero, ¿Le gustaría dar un paseo conmigo?...— Dijo con sutileza, Taehyung se quedó sin habla. —Conozco un..., Jardín maravilloso a poca distancia del palacio y..., Pensé que a usted le gustaría apreciarlo...—

El omega le miró a los ojos, sin saber qué decir, acababa de conocerle, se casarían en menos de un mes y sería bueno que se conocieran más a fondo, que compartieran más que un simple buenos días. Aún así, Taehyung aún no confiaba del todo en él, le dió una magnífica impresión al conocerle por primera vez, más no quería confiarse, temía ser lastimado de nuevo, aunque a estas alturas de poco servía arrepentirse.

—Eso sería m-maravilloso..., ¿Cuándo partiremos?— Contestó con voz suave. Jungkook amplió su sonrisa, contento de no haber sido rechazado.

—Antes de que se ponga el sol, sobre media tarde, si le parece correcto...—

Daddy's Home - KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora