Más allá de las etiquetas

Capítulo "Olivia"

Dios ¿porque siempre que toco el tema de mi pasado con Fátima me bloqueo?

Mi pasado ha estado marcado por experiencias tristes como chica transexual. Desde una edad temprana, sentí que no encajaba en el cuerpo que me habían asignado al nacer, pero enfrentar esa realidad fue difícil. Mis padres lucharon por comprender mi identidad de género, lo que generó tensiones y distancia en nuestra relación familiar.

En la escuela, enfrenté el rechazo y la discriminación. Las burlas y el acoso se volvieron constantes, hiriendo profundamente mi autoestima y provocando dolor emocional. Me sentía sola y diferente, sin encontrar un lugar donde encajar. Cada día era una lucha por aceptarme a mí misma mientras lidiaba con la crueldad de otros.

Por esta misma razón tuve que cambiarme de preparatoria varias veces, el bullying se volvió parte de mi día diariamente, por eso en este preciso momento, nadie sabe aun que soy transexual, bueno solo mi familia y amigos mas cercanos

Buscar apoyo en comunidades LGBTQI+ y grupos de apoyo fue un punto de inflexión en mi vida. Allí encontré personas que me entendían y apoyaban incondicionalmente. Aprendí que no estaba sola en mi camino y que existían otras personas que habían enfrentado desafíos similares.

Sin embargo, también tuve que enfrentar barreras legales y médicas para que mi identidad de género fuera reconocida. Los trámites y obstáculos fueron agotadores, pero no me rendí. Luché por mi autenticidad y por el derecho a vivir de acuerdo con mi verdadero yo.

Pero por alguna razón me bloqueo cuando quiero hablar sobre esto con cualquier persona, cuando Fátima me llamo por mi dead name sentí demasiado asco, cada vez que lo escuche me siento asqueada, odio lo que era antes

Me encuentro acostada en mi cama, sumida en mis pensamientos aun estando un poco dormida. Mi mente está en un remanso de tranquilidad mientras descanso mi cuerpo. En ese estado de paz, mi mamá entra suavemente en la habitación y se acerca a mi cama.

Con voz dulce pero decidida, me despierta para recordarme que es hora de ir a la escuela. Parpadeo lentamente, tratando de adaptarme a la luz que se filtra por la ventana. Estiro mis brazos y bostezo, sintiendo el calor reconfortante de las sábanas que me envuelven.

-Mamá, solo cinco minutos más

susurro somnolienta, aferrándome a esos breves momentos de descanso. Sin embargo, mi mamá me sonríe amorosamente y me dice

-"Ya es hora, cariño"

Me siento en el borde de la cama, dejando que mis pies toquen el suelo mientras me estiro. Aunque el cansancio aún se aferra a mi cuerpo,con determinación, me levanto de la cama y me preparo para comenzar mi rutina matutina. Mientras me visto y reúno fuerzas para enfrentar el mundo exterior.

A medida que camino hacia la escuela, inhalo profundamente el aire fresco de la mañana. Cuando veo a Mark acercándose hacia mí, me saluda con una sonrisa amistosa.

-"Hola Samantha, ¿cómo te fue con Fátima?

Pregunta curioso

-Hola Mark, bueno, uhmm... no tengo muchas ganas de hablar de eso ahora mismo.

Respondí con cierta tristeza en mi voz.

Mark parece comprender mi estado de ánimo y asiente con empatía.

-"Lo entiendo, Sam. Si en algún momento quieres hablar o necesitas apoyo, siempre estoy aquí para ti. Sabes que eres una persona increíblemente valiente y auténtica. No dejes que los demás te hagan sentir menos."

Sus palabras reconfortantes me dan fuerzas y me recuerdan que tengo amigos verdaderos que me aceptan tal como soy. Agradezco su amabilidad y le doy una leve sonrisa.