VI. Collateral damage.

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VI. Un daño colateral.

 Un daño colateral

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❝El diablo no negocia solo

te romperá el corazón otra vez.❞

¡NO LECTORES FANTASMAS, POR FAVOR! :C

˓ ֹ LA PRINCESA HEREDERA NO SOSPECHABA que al abrir los ojos las nocivas noticias la atajarían, abrumada nuevamente por la repentina soledad y  los viles cotorreos de los nobles, Rhaenyra Targaryen se sintió hostigada.

 La imprevista partida de quien nombraron como ❛prometido❜ la dejo sumamente perpleja, por una parte se regocijaba por el simple hecho que estaría en peldaños liderando una guerra que el mismo rey ignoró pero, existía otra minúscula parte de ella que se enfurecía e incluso entristecía por el sorpresivo abandono.

Es así que, los días avanzaron acompañado de tantas especulaciones sobre la guerra que se encabezaba en peldaños de piedra.  Unos bramaban que el príncipe Daemon, su tío, era una fiera hambrienta en lomos de Caraxes, no obstante, otros alegaban que era el primogénito de la princesa Rhaenys que, comandaba con tal fiereza que hasta más osados temían, joven astuto decían.

Sin embargo, la heredera del trono tambien se mostraba mucho más curiosa u precipitaba comentaban a sus espaldas, aunque la verdad de sus apuros era Rhagnar Velaryon, si, aquel enigmático joven que poco a poco se aventuro a encajar con ella durante sus idas y venidas a la fortaleza. Realmente nunca fue partidaria de contraer nupcias contra la voluntad, la suya, pero ni siquiera  se ufanó cuando la comprometieron con el heredero de Driftmark.

Pese a que lo negase, lo cierto era que Rhagnar Velaryon era el tipo ideal que tanto en las ensoñaciones de la princesa buscaba, un hombre vivaz, audaz,  y dispuesto a protegerla contra la maliciosa corte. Rhaenyra al transcurso de tantas lunas dejaba plegarias a los dioses, implorando fervientemente el regresó del futuro señor de los mares.

Estuvo tan concentrada en sus propios asuntos al punto que hizo de vista de gorda cuando la reina Alicent, antigua amistad, quedo en espera de un vástago del rey.  No se cruzaba con la mencionada, no, porque de cierta manera al atisbarla le recordaba la agridulce traición; ella llorando el perecimiento de su sagrada madre mientras que Alicent tal como golfa se acostaba con su padre, maldito el día que se vulneró ante esa que expresaba ser su amiga.

— Rhaenyra— un suave tono provoco la irrupción del silenció. La nombrada quiso ignorar el llamado pero, la insistencia la descolocó.

Alzó la vista violentamente, no obstante, entre abrió la boca tras presenciar ese aspecto tan moribundo de la nueva reina que lo disimulaba con las  pomposas prendas escarlatas que vestía. Dejo el libro que pretendía leer aun lado.

— ¿Qué necesita, majestad? — inquirió duramente.

La reina suavizó la mirada. Extrañaba a su mejor amiga, aquella chica que era inquieta, entrépita e incluso rebelde, añoraba regresar a los momentos felices a lado de ella pero, ahora la desconocía totalmente.

Boy meets evil | Rhaenyra Targaryen ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora