¿Qué sería sin el asombro?
Merodear por la rudeza de las circunstancias es algo apabullante.
Preguntaron por mi último sueño, recuerdo decir no soñar nada.
Inundada por el cruel existencialismo entendí que había perdido el asombro.
La magia de trazar fronteras y líneas imaginativas, dieron paso a estructuras de la vanguardia pesimista.
Vivencias apremiantes quedaron en una niñez desolada.
¡Pero fortuna! La niña despertó
Recobró la admiración que en un pasado, sostuvo su vivir.
A esa niña la lees bajo las horas de una apocada y noche solitaria.
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UNA CUARTILLA PARA AMAR
PoésiePoemario de amores, desilusiones y vivencias de una vagante empedernida.
