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Gary caminaba en dirección a la sala principal, dónde estaba el ventrexiano en una conversación con la inteligencia artificial, le temblaban las manos y la respiración era agitada, sentía los nervios a tan apegados que quería arrepentirse al instante, inseguro siguió su paso, había prometido hacerlo por su hijo, por la morena, su madre incluso por la misma IA, no sabría cuál sería su respuesta.

Admitía que no era el mejor candidato pero, sí una buena primera cita, y es que Pequeño Cato le había comentado que jamás había tenido una cita, al menos no recuerda que haya tenido una con toda la estricta atención que tenía a su jefe.

Pero eso se había acabado, había sido libre y vivían en una gran armonía dónde en miles de multiversos nunca llegaban a ello, llegando a la puerta se abrió dejando ver algunas risas del ventrexiano, eso le alegraba el corazón, sentía que tendría más confianza a dar aquel paso.

-Hola, Gary... Avocato y yo hablábamos de las funciones que tendríamos en nuestro nuevo hogar, propuso la máquina de galletas del Galaxia 2, buen chiste-.

-Pero no tanto como el tuyo y el control del agua fría y caliente, oh Dios espero nunca lo hagas... ¿Tú propones algo?- cruzado de brazos el rubio se notaba nervioso, extrañado contigo la postura dejando a los dos esperando lo que fuese que dijera.

-Una cita...- susurrando el mayor vio al IA quien igual se quedaba.

-Am Gary... no se escuchó, perdóname- acercándose el rubio se ruborizo por completo, no era posible, era inútil.

-¡Nada!... sigan con lo suyo, olvide por qué venía en primer lugar, luego nos vemos... yei- derrotado era horrible aquella sensación.

Los minutos habían pasado se había quedado encerrado en su cuarto, tal vez y después de todo con esto de una nueva vida, no tenía que forzar a alguien a estar con él, y menos tratándose de su mejor amigo, admitía sentir muchas cosas entrando a una confusión pero igual felicidad, un suspiro soltó volteando vio la puerta abrirse, sin ánimos seguís recostado en su cama

-¿Gary?- habló el felino levantando solo la mirada del humano -Ahí estás... ¿Estás bien?- sentándose a un lado de su cama el rubio se acercó en la misma posición

-No lo sé... ¿Puedo preguntarte algo?- mirándolo se sintió extrañado -¿Alguna vez te has enamorado?-

-Si...digo no había funcionado, no era un mundo perfecto... ¿Por qué lo preguntas?-

-Quiero invitar a alguien a salir, pero al verlo solo me pone nervioso, me siento incapaz, si así soy, no creo que pueda pedirle ni la hora- soltando una risa, igual sonrió él felino

-Bueno aún y con todos los nervios del mundo amigo mío, hay que hacer lo que nos proponemos, si no, es como una meta incompleta, además dime qué no tuviste antes de pedirle nervios a Quinn después de 5 años... es algo que superarás,lo sé- se levantó, haciendo lo mismo el rubio pero solo con sus piernas.

-¿Saldrías conmigo, Avocato?- nervioso y sonrojado el ventrexiano volteo en dirección al rubio que estaba completamente rojo -...o gisuknnl, es decir si gustas aunque no creo que gustes por qué bueno... solo amigos, sabes si fue algo estúpido preguntar....si quieres...- el ventrexiano se acercaba con un poco de cautela a medida que el rubio parloteaba, estando a centímetros beso aquellos rosados labios del rubio, poniéndolo más nervioso, minutos bastaron para callarlo.

-Deja acabo algunos arreglos y luego vamos a nuestra cita... Baby, deberías calmarte más seguido- separándose y retirarse el rubio tomo la almohada con mucha emoción, alegrando su corazón, después de todo... lo había cumplido y sin pensar que quien le daría motivos su misma cita.

Incorrect quotes garycatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora