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—605 mil Wons es su cantidad acumulada hasta ahora. —extendió los papeles correspondientes hacia las manos del menor que inundaba de preocupación.— He estado dándote demasiado tiempo. —murmuró el mayor encargado del edificio mientras pasaba ligeramente su mano por su nuca.

Hyunjin había permitido entrar cómo cada ocasión al dueño del edificio quién cada vez que alguna paga excedía el tiempo requerido, insistía con asistir él mismo para encargarse de ese problema. Bueno, así creía o parecía ser, la excepción era Hyunjin, ya que según el objetivo era ir a visitar al correspondiente cliente y regresar con una paga. Con Hwang era distinto, parecía lograr inconscientemente que el hombre le concediera un plazo más. Pero ni siquiera su lindo rostro lo salvaría esa vez del castaño vestido en un elegante traje.

— Lo siento, señor Kim pero... He perdido mi trabajo y está siendo difícil conseguir uno nuevo. —expresó el rubio mientras dejaba una taza de café delante del empresario.
Éste le respondió con una mirada preocupada, no lo podía negar, creía cada palabra que salía de los labios del "niño bonito"

— Lo comprendo Hyun, pero no puedo extender el plazo más tiempo, nos traerá problemas a ambos. — expuso y bebió un sorbo de la pequeña taza que emanaba el delicioso aroma de una de sus bebidas favoritas.

— Lo sé, sólo pido un mes más, o tal vez menos, semanas, prometo que haré lo posible. — propuso dejando ver una optimista sonrisa que permitía que su nariz se arrugara ligeramente, dibujaba una expresión adorable sin siquiera querer hacerlo. Arma mortal en contra de Seungmin.

— Está bien, serán 2 semanas ¡no más que ello! — respondió y otorgó una sonrisa al rubio frente suyo. Nuevamente ataba una soga a su propio cuello por el chico de rostro bonito.

Pero Hyunjin no era idiota, notaba completamente las intenciones del mayor que asistía a su departamento a veces sin necesidad. No lo podía negar, era guapo, y sobre todo caballeroso sumando que aunque comía con la mirada al menor, jamás había dicho algún comentario fuera de lugar o intentó propasarse, ni siquiera una propuesta sexual para pagar sus deudas.
Siempre asistía vestido en un traje, con su cabello peinado hacia atrás y un irresistible y delicado perfume, dispuesto a regalarle una sonrisa y una ayuda en busca de no optar por expulsarlo del lugar.

Seungmin era todo un príncipe.

— ¡Muchas gracias! prometo que voy a esforzarme. — exclamó dando un ligero brinco y sonrió mostrando sus dientes mientras que Seungmin lo observaba satisfecho de su alegre reacción.

— Esfuérzate lo necesario. — indicó y bebió el último trago de café en la taza. Era hora de irse, volvería a verlo en dos semanas.

Hwang acompañó al alto hacia la puerta. Podía sentir un ligero alivio ahora mismo, claramente uno temporal, dos semanas no duran eternamente, ni siquiera para él y el enorme amuleto de suerte que llevaba con él llamado "encanto", porque Hyunjin no sólo era hermoso también destacaba como una persona encantadora.

Comenzaba a pensar en su forma de pagar aquellas deudas, porque no sólo debía pagar casi 500 dólares en meses de alquiler de su departamento, no, había muchas más cosas para pagar y en dos semanas era técnicamente imposible recaudar la cantidad necesaria para sobrevivir un corto periodo de tiempo.
Recordó la red social, recordó aquél joven de supuestamente 29 años que le había hablado. Y aunque no quisiera admitirlo, debería acostarse con al menos una persona para pagar la cantidad necesaria, eso o vender uno de sus órganos y claramente descartaba aquella posibilidad.

Su pregunta en el momento era ¿Seungmin o aquél desconocido? Maldijo la hora en la que decidió mudarse a Corea con la expectativa de vivir una cómoda vida.

⠀ . . 𝒢⠀ bittersweet : chanjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora