Habitación °| Capítulo 04

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Frunció el ceño al escuchar ruido fuera de habitación, se escuchan algunos gritos inentendibles, se levantó para ir a reclamar, pero al abrir la puerta se topó con la pareja del grupo.

— Ratita, perdona por molestar, Bakugou quería venir a pasar la noche.

Exclamó Kirishima cerrando la puerta detrás de él. El mencionado gruño al ser delatado. Denki río ante la escena, era costumbre que sus amigos vinieran a pasar la noche con él, no era nada nuevo.

— ¡Claro!, Nunca es malo tener algo de compañía.

Sonrió. Eijiro lo miró con ternura, su amigo transmitía un aura cálida que lograban tranquilizar su alma.

— Veamos algunas películas.

Habló Denki encendiendo el televisor. Los tres se acostaron en la cama, Bakugou se recostó sobre las piernas de Denki y Eijiro sobre su pecho. Este río risueño.

Pasaron las horas viendo películas, sin darse cuenta se hizo de noche, la noche era fría, apagaron el televisor para dormir.

Estaba en medio de la pareja, estaba con los ojos tratando de conciliar el sueño, repentinamente sintió las manos de Katsuki deslizarse por su cuerpo hasta abrazarlo.

— Buenas noches, ratita.

Escuchó un suave susurro antes de que los labios de Bakugou tocaran los suyos. Quedó shockeado por un momento, pero antes de poder preguntar escuchó los suspiros del chico. Se había dormido.

Suspiró confundido, tocó sus labios anonadado.

— Aún no estás dormido...

La grave voz de Eijiro cerca de su oído lo exaltó. Tembló.

Kirishima besó la gente de Kaminari con cariño, las manos del chico tocaron bajo su camisa de pijama, a cariando la suave piel del joven rubio.

Un pequeño jadeo salió de los labios de Denki, el rojo lo veía con intensidad, sin poder resistirlo besó al menor, introdujo su lengua en la boca del chico. Sus calientes manos hacían estremecer su cuerpo. El pecado y el adulterio comenzaba a consumir su alma.

— Basta...

Jadeo Denki contra los labios de Eijiro, este soltó una risita, envolvió a ambos chicos con sus brazos dispuesto a dormir. Ambos chicos dominantes estrujaban su cuerpo en una bolita de amor. Esa noche sería la más linda y tranquila de su vida.

Mal tercioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora