CAPITULO XX. EL CREADOR, LA CRIATURA, Y EL CABALLERO.

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Ahora bien, mientras que Gemini descansaba, acostado en el suelo, al lado de su hermano, se ponía a pensar por todo lo que había pasado desde que empezó su viaje. Estaba feliz, no solo porque ahora era un ser libre, y podía tener un cuerpo propio, al menos cuando Oliver se debilitaba. Observaba a su hermano, en verdad aquel niño podría superarlo, y ser mejor que nadie. Eso motivaba mucho al caballero, porque jamás pensó que su pequeño hermano podría hacerle frente. Drems demostró ser un prodigio, y tener talento a muy corta edad.

Allá en el fondo de aquella ciudadela, se empezaban a oír gritos que eran de los rebeldes. Gritos alarmantes, de socorro, pidiendo ser libres, gritos de terror, algo los hizo gritar, intentaban salir, pero estaban atrapados, su humanidad se veía destrozada ante la vil situación por la cual habían pasado. Estruendos desgarradores, gritos al cielo, que erizaban los pelos de todos. La piel achinada y un frio recorriendo la espina dorsal, hacía que finalmente adoptara una forma definitiva.

-¡Cabe, Sorn, Sticht, vayan a controlar a los rebeldes!

–dijo Lourc. –Los Avraille fueron a investigar, y el creador del caos era Ross, miembro aun joven de los rebeldes.

-¡Iras con la reina Lourc! –dijo Cabe.

-¡No! –dijo Ross. –No entienden, déjenme salir, nadie está a salvo. El general dijo que el suero ayudaría, dijo que los efectos del cambio tardarían hasta un mes. Libérenme, no soy una buena persona, les hare daño si no me dejan. No quiero hacerlo, pero debo de hacerlo, solo estoy en un recipiente prestado, siento el cambio. ¡Ardor, siento ardor, ya viene! -

¿Quién es el general? –pregunto Sorn.

-El general Kanin –respondió Ross. –Al escuchar el nombre de Kanin, Gemini de inmediato se levantó y fue con los Avraille.

-¿Conoces a ese tal Kanin? –pregunto Lourc, quien se mostró preocupada al ver la reacción del caballero.

-Es un maldito desgraciado –respondió Gemini. – "Oliver es momento que tomes el control, ahora mi energía está debilitada, haz lo que puedas" –dijo Gemini. –En ese momento Gemini desapareció, y Oliver volvió a tener el control. Se arrodillo un momento, y se puso a pensar en lo que había pasado. "Solo necesito un minuto, pensar en lo que hice, pensar en algo, en los posibles desenlaces del conflicto que viene, a ver, yo solo soy un joven, un joven que quiere ser un caballero,

si tengo suerte conozco a Drivini, con más suerte me mata, pero aquí están mis amigos, mi familia, esta Drella, tengo que alejarlos, conseguir esa piedra y largarme de aquí rápido, tengo que protegerlos, soy Oliver Bersek... ¡Ey solo eso importa! Pero ahora tengo que moverme, rápido"

-¡Quien eres! –pregunto Sticht.

-¡Soy Henry Alder perra! –Oliver retomo el conocimiento. Fue corriendo, quitando a las personas de su camino.

-¡Saca a tu gente de aquí! No están seguros, se viene algo que escapa de tus posibilidades. ¡Te diré la verdad, yo hice posible todo esto, pero necesito que me des la piedra! ¡Por favor!

-¿A qué te refieres Oliver? –pregunto Trella quien iba llegando. –Nuestros hombres pueden con él, no te preocupes.

-¡No entienden! ¡El sirviente de la muerte está aquí!

¡Busca la Iox Mercury, cuida ese collar, o dámelo, tiene que ser destruida antes que sea tarde, ya que si llega a caer en manos equivocadas, el mundo será un caos! Perdónenme por comportarme como lo hice antes, disculpa. Pero no exagero

cuando digo que el mundo corre el riesgo de extinción. Ahora liberen a mis amigos, y a mi hermano.

-Oliver –dijo Lourc. ¿Cómo sabes tanto de esto?

El Caballero EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora