CAPITULO XVIII. AVRAILLE.

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Cuando fue la hora de partir, fueron en un tren subterráneo, el tren tenía capacidad para 50 personas y 4 Utrharaptors. Fueron con trajes especiales, que se adaptaban al cuerpo. Estaban hechas de un material resistente, y se estiraba para que no exista problema si eres de aquellos con una cabeza

enorme. Nuestro señor caballero Oliver era el blanco principal del grupo, muchos tenían interés en conocerlo, más aún porque siempre llevaba consigo su llave, y su espada.

El viaje duro apenas 45 minutos, cuando llegaron, Kalto dio órdenes claras de no distraerse con nada, el punto a donde debían llegar estaba a dos kilómetros. Los más experimentados cubrirían el camino a cuatro ruedas.

Cuando salieron del tren, estaban en una estación abandonada, caminaron hasta salir. Cuando salieron vieron que no había personas ni animales, era casi un desierto, pero Carlia alzo la vista, y diviso una ciudad, y a lo lejos un coliseo, en la ciudad vieron a muchas personas. Ante el asombro de todos, no se esperaron que solo sean personas simples, en una ciudad simple, esperaban algo diferente. Era una ciudad simple, con casas, edificios, nada fuera de lo

común.

"Te dije que me daba mala espina, aléjate de la ciudad, te lo digo yo, que se cuándo aparecer y hacer las cosas, no es bueno lo que vamos a ir a buscar. Siento como si el cielo

estuviese a punto de caer, y va caer. Oliver, no es buena idea. O haces lo que pienso o luego tendrás que asumir mis actos"

Mientras el equipo llegaba y pasaba por el centro de la ciudad, las personas levantaron la cabeza, observaron al equipo, pero no hicieron caso, era como fuesen criaturas a punto de ser encontradas, había algo raro en ellos, tenían vestimentas normales, había móviles, tecnología, pero sin embargo, ellos estaban aislados del mundo. Muchos de ellos estaban en tiendas, o tomando algún trago en pequenos grupos, el coliseo era algo que existía desde hace mucho. El equipo se quedó mirando el paisaje, mientras que otros bajaban algunos artículos necesarios para la trama. Oliver estaba con Jack mirando el escenario. Luego de varios minutos de caminata por el centro, y los ciudadanos observándolos, el equipo presencio el ataque, de varios Avraille Lirdam.

Lirdam fue el nombre que Kalto le dio a estos nuevos Avrailles. Los Lirdam, eran lo contrario, estos eran psicópatas. Aparecieron sin que nadie haya previsto algún movimiento. Las personas corrieron asustadas a buscar refugio, pero a pesar de que atacaron y sembraron pánico, no destruyeron nada, vinieron solo en busca de algunas personas. Oliver quiso

ayudar, pero Kalto le negó tal acto, dijo que observara, su sola presencia pondría en peligro a todos. –Hijo escúchame, llegan a saber que eres un caballero y todo puede acabar, no sabemos si ellos sirven a los Dilgos, en eso se basa esta misión, rescatar y obtener información –dijo Kalto.

Un grupo que parecía no estar conforme con solo sombrar pánico, fue a un edificio, y los guardias salieron heridos, destruyeron todo solo por placer, y asesinaron a dos mujeres que nada habían hecho, era para ellos un deporte, no había escarlatas, pero pasaba por ahí un hombre viejo, de canas blancas, y ojos resplandecientes, que nada hizo. Del edificio solo se llevaron a tres niños, no quemaron nada, ni robaron nada. Solo destruyeron y asesinaron.

En total había siete secuestrados.

Luego que el ataque termino, Oliver fue a ayudarles, ante la negación de Kalto y sus propios compañeros, le dijeron que no vaya aun, pero no hiso caso.

-¿Están bien? –pregunto. Mientras que ayudaba a un hombre a levantarse, el hombre alzo la vista, lo miro a los ojos, entro en desesperación, se alejó rápido de Oliver, las personas

El Caballero EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora