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Entonces alguien descubriría que la suerte se termina, Hanma sabía perfectamente que, en efecto, algún día la buena racha terminaría, pero nunca pensó que tan pronto, habían pasado dos años desde que ambos comenzaron a matar juntos y después se se...

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Entonces alguien descubriría que la suerte se termina, Hanma sabía perfectamente que, en efecto, algún día la buena racha terminaría, pero nunca pensó que tan pronto, habían pasado dos años desde que ambos comenzaron a matar juntos y después se separaron, esta vez de manera definitiva, el volvió a solo comer ahora menos por menos tiempo, una vez cada dos meses o hasta tres.

Mientras que Kisaki se había desquiciado y ahora sus víctimas subían más. Hanma se alejó completamente de él, por el simple hecho de que no sería su entretenimiento, tal vez el dolor que tenía en el pecho significaba un corazón rotó, pero no era lo bastante sentimental para pensarlo así, el chico se concentró en muchas cosas menos en las que debería y fue lo que lo llevo a perder.

Aquella fina técnica de casa que durante años fue su fuerte se perdió, el mismo se perdió sumido en la tristeza de un alma qué no creía capaz. Kisaki tenía dinero, poder y contactos, no sería tan fácil dar con él o si quería sospechar de él, claro que era difícil más no imposible.

No contaron con el cerebro de alguien más trabajando bajo las sombras para detener esas masacres, fue así como la policía descubrió que había un infiltrado entre sus filas y este era cómplice del asesino más prolifero en Tokio, claro por eso se sentían un paso atrás, Kisaki iba dos adelante cuando ellos apenas comenzaban a caminar.

Si embargo, después de tres años las pruebas eran irrefutables, una muestra de ADN sello el hecho y nadie puedo decir mucho, aquí comenzo la cacería. De aquellos que habían sido los monstruos en las noches de Tokio.

Hanma suspiro mientras sacaba el humo de su cigarro, entre sus manos manchadas de sangre y el sabor a hierro con tabaco junto a su lengua le causó un sentimiento extraño, acababa de comer, pero después de mucho tiempo era carne de animales, alejar...

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Hanma suspiro mientras sacaba el humo de su cigarro, entre sus manos manchadas de sangre y el sabor a hierro con tabaco junto a su lengua le causó un sentimiento extraño, acababa de comer, pero después de mucho tiempo era carne de animales, alejarse de todo había estado bien, acarició en el pórtico el pelaje de su perro que dormía a su lado, hace mucho no había culto a esa cabaña, pero apenas las cosas se pusieron peor en la ciudad el mejor escape era ese lugar que nadie conocía.

La última calada a su cigarro y el viento de llevaba el humo, cuando el perro despertó y mirando a la nada comenzó a menear la cola. Hanma lo sabía cuándo aquel se presentó entre las tinieblas de ese bosque tan horrendo.

ONE BULLET, ONE BITE (HANKISA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora