𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐞𝐭. jenma

Promesas de cafetería

Jenna no tenía idea de cómo llegó a este momento en el tiempo. Solo la semana pasada, su vida era aburrida como siempre. Todo lo que hacía era trabajar, comer y dormir. Pero ahora se encontró sentada en su sofá con Emma sentada en su regazo, respirando con dificultad mientras frotaba sus caderas contra Jenna. Las gafas de la mayor se le resbalaban por la nariz y la falda se le había subido, y Jenna no pudo evitar inclinarse hacia delante y marcar la suave piel del cuello de Emma. Esto era mejor que cualquier cosa que hubiera imaginado."Sigue adelante, Jenna". Emma gimió en su hombro y Jenna se dio cuenta de que nunca podría parar. Ella iba a ganar esta apuesta, sin importar qué.

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Todo comenzó en la cafetería. Esa maldita cafetería. Jenna había sido llamada por su amiga la noche anterior, preguntándole si quería pasar el fin de semana. Por supuesto que Jenna había dicho que sí. Se sentía deprimida después de una dura semana en el trabajo y no había podido ver a ninguno de sus amigos por un tiempo debido a las demandas de su jefe.

Cuando finalmente llegó a la cafetería, escuchó que alguien la llamaba por su nombre tan pronto como pasó por la puerta y se giró para ver a Emma sonriéndole desde una de las cabinas privadas. La mayor le indicó que se acercara y Jenna rápidamente se abrió paso entre los otros clientes para llegar a ella.

"Espero no haberte hecho esperar mucho". Jenna dijo con una sonrisa cuando finalmente se sentó frente a Emma. La otra chica negó con la cabeza.

"¡Sólo unos pocos minutos! Y te debo más que eso por siempre esperarme en la universidad. Jenna se rió al recordar cómo Emma siempre dormía "accidentalmente" cuando se suponía que debían estudiar juntas o ir a clase.

"Ok, bueno, entonces supongo que debería haberte hecho esperar más". Jenna dijo con descaro, y Emma se rió de nuevo.

"La próxima vez, la próxima vez". Emma ya había pedido la bebida de Jenna para ella (un matcha latte como de costumbre), y Jenna no pudo evitar dejar escapar un suspiro de alivio después de finalmente tomar un sorbo. Era como si la bebida verde estuviera hecha de ambrosía y néctar; Jenna se sintió mejor al instante después de beberlo.

"Necesitaba tanto esto". Emma tomó un sorbo de su propio café y miró a Jenna con expresión preocupada.

"¿Ha sido tan malo el trabajo esta semana?"

"Digamos que mi jefe es probablemente un sádico y se dedica a hacerme revisar informes de trescientas páginas en busca de errores de puntuación" 

"Eso suena tedioso"

"Ni siquiera sería tan malo si fuera mi único trabajo, pero es solo un trabajo ocupado para distraerme de lo que en realidad me contrataron. Es ridículo."

"Lamento que tengas que lidiar con eso". Dijo Emma, un suave toque de su mano trayendo consuelo a Jenna. Un momento después, Jenna sintió un poco de molestia consigo misma por la facilidad con que el toque de Emma la afectaba, y solo quería cambiar el tema de ella. 

"Ya basta de mi triste vida", dijo tan suavemente como pudo. "¿Cómo ha estado Georgie?" Jenna siempre tuvo curiosidad por saber cómo iba la relación de Emma. Tal vez estuvo un poco mal, pero no podía mentir que no encontraba un poco de felicidad en las quejas de Emma sobre su novio. A ella nunca le gustó el chico, y le proporcionó una gran salida para que Emma se desahogara con él.

La expresión relajada de Emma pronto se transformó en una de culpa, y Jenna se dio cuenta de que podría haber sacado a colación accidentalmente algo que no debería haber dicho.

"Bueno... hemos terminado". Emma lo dijo lentamente, como si todavía estuviera tratando de comprenderlo ella misma. Jenna, por otro lado, no era tan sensible como debería ser, ya que inmediatamente le hizo una pregunta a Emma.