Esposo Sustituto: primera parte. (KaiSoo; ChanBaek; HunHan) Omegaverse.

Capítulo 3: Mentira

Debido a la horda de estridentes aplausos, el beso no se prolongó más de lo necesario, y al separarse, Jongin se sintió aturdido. Con la cabeza hecha un embrollo de confusos pensamientos, observó a su ahora esposo y la mirada le fue devuelta. Aunque Kyungsoo, por su parte, mostraba una actitud más tranquila, incluso feliz.

O quizá solo era mejor que él manteniendo la compostura

Una vez que se concluyó la ceremonia, se voltearon hacia los invitados para agradecer su asistencia y pronto, la suave melodía del piano colocado en un rincón comenzó a sonar; se trataba de la canción que debían bailar los recién casados.

Siguiendo el protocolo, Jongin se ajustó el saco y extendió una mano hacia Kyungsoo, quien posó los dedos sobre su palma con una mueca de diversión.

—¿Sabes bailar? —cuestionó, dejándose arrastrar hasta el centro de la pista de baile a través de la multitud que les abrió paso.

—Mira y juzga por ti mismo.

—Espero que sí, porque necesito que me guíes.

—Está bien, solo déjate llevar —dijo, colocando las manos en torno a su cintura. Al mismo tiempo, los brazos de Kyungsoo le rodearon el cuello.

A medida que giraban a través de la pista, se dio el tiempo de observar a Kyungsoo, cuya piel lucía más pálida y brillante bajo los suaves reflectores. La sensación no era desagradable, pero sí extraña; nunca se había imaginado a sí mismo casándose, ni siquiera con Luhan. Pero allí estaba, bailando con un hombre al que había conocido de manera tan reciente.

Los pasos de Kyungsoo, con cierta torpeza al principio, no tardaron en seguirle el ritmo.

—¿Lo ves? No es tan difícil —musitó, acercándose un poco más al oído del hombre.

Hablando en ese volumen tan bajo, era imposible para el resto escuchar lo que conversaban.

—Bailar nunca ha sido uno de mis dotes —respondió.

—Puedo enseñarte.

—Ahora que lo mencionas, creo que te vi bailar en uno de tus anuncios —dijo, pensativo, como tratando de recordar.

Jongin rio y sacudió la cabeza.

—Ese fue uno de los primeros que filmé.

—En realidad ya he visto todos tus comerciales. Los vi hace un par de días con mi hermano, fue como ver un maratón de películas.

Saber eso le hizo sentir un poco avergonzado y en un intento por ocultar su bochorno, se acercó más a Kyungsoo y evitó mirarlo a la cara. Si bien era cierto que estaba orgulloso de su trabajo, no era capaz de mencionarlo con naturalidad.

—¿Por qué hiciste eso?

—Tenía curiosidad por la persona con la que viviré por los pŕoximos meses. Pensé que de esa forma podría familiarizarme contigo.

—Buen punto —dijo él—. Pero ahora tienes una ventaja sobre mí.

—Eso se puede arreglar —Kyungsoo echó la cabeza hacia atrás para mirarlo—. Pregunta lo que quieras, te responderé.

Esa era una oferta que no podía rechazar, pues a decir verdad, tenía bastantes dudas sobre Kyungsoo. A simple vista, el omega parecía ser un hombre recto y hermético cuya actitud agradable era el resultado de moverse en sociedad desde una temprana edad. Kyungsoo sabía qué decir y en qué momento decirlo, pero Jongin no podía ver qué era lo que había detrás. Estaba curioso por eso.

Sin embargo, antes de que tuviera tiempo para formular cualquier pregunta, la canción culminó y casi de inmediato el pianista comenzó a tocar otra pieza, de modo que los invitados, que hasta entonces habían permanecido como maniquíes espectando, se aglutinaron en parejas a su alrededor.