Capítulo 3

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Entonces me di cuenta que parecía una retrasada, parada frente a el mirándolo sin decir nada.
-Emm, lo siento ¿eres Jan Carlo?
-No, la habitación de Jan Carlo esta allá. -Apuntó una puerta en frente de el
-Oh gracias. -Me di la vuelta esperando que el entrara a su habitación, pero podía sentir su mirada a mis espaldas.
-¿Como te llamas? -Volteé a verlo y estaba recargado en el marco de su puerta.
-Andrea, me llamo Andrea. -Le Sonreí algo nerviosa.
-Que lindo nombre. -Tomó mi mano. -Mucho gusto Andrea. -Sonrió y sentí que el corazón se me salía. -¿Eres novia de Jan? -Preguntó mientras yo estaba distraída viendo su mano en la mía.
-Si. -El sonrió y segundos después caí en cuenta de lo que había dicho. -No, no es verdad, ni siquiera lo conozco.
-Haber, haber. -La sonrisa no se borraba de su rostro. -No conoces a Jan, pero, estas en mi casa, preguntando por el, eso es ilógico.
-Es una larg...
-Que te parece si me cuentas dentro. -Me interrumpió y jalo de mi mano hasta que estaba dentro de su cuarto. Luego que entré cerró la puerta con seguro. -No te preocupes, no soy un asesino de niños.
-¿Niños? aquí no hay niños, por lo tanto no creería eso. -Sonrió.
-Vaya, pero si tu eres una bebe ¿Cuantos años tienes? ¿13?
-Tengo 16. -Me puse sería.
-Claro, 16. -Se burló en voz baja.
Su habitación era muy bonita, tenia un teclado, varios dibujos, fotos con chicas (demasiadas chicas), y algo que llamó mi atención demasiado fue una pared con demasiadas gorras, me quedé mirándolas un rato.
-¿Te gustan? -Se acerco a la pared.
-No, pero se ven bien cómo decoración.
-¿No te gustan? ¿Que te pasa? -Toco mi frente como para medir mi temperatura. -Son la cosa mas bonita de todo el planeta.
-Bueno ah ¿en que nos quedamos?
-Me contabas porque buscabas a Jan.
-A cierto, es que mi hermana es novia de tu hermano y como supongo que es incomodo intercambiar amor en frente de una adolescente. -Me miraba divertido. -Y además mi teléfono se descargo, así que me mandaron con Jan para cargarlo, así que creo que es mejor que vaya a la habitación de tu hermano.
-No, mejor qued.... -Sonó su teléfono y me hizo una seña para que lo esperara, pero en cuanto se dio la vuelta aproveche y salí. de su habitación y al salir me topé con otro chico.
-¿Daniela? -Me preguntó con una sonrisa, muy linda pero no tanto como la de el otro chico, este chico era unos 5 centímetros más chico que el otro, con el cabello largo y brackets en los dientes.
-Andrea. -Lo corregí.
-Ah, yo soy Jan, llevó un rato buscándote
-¿Para que?
-Esque tu hermana y mi hermano salieron y me pidieron que te encerrará en mi habitación.
-¿Qué? -Grité. -¿Cómo se atreve a irse y dejarme sola en casa de un par de desconocidos?
-Hey, relajate. -Tomó mi mano. -Ven a mi cuarto, ahí estarás bien. -Me tranquilizó escucharlo.
-Esta bien. -Le sonreí y caminamos tomados mano hasta su cuarto

Cuando menos te esperaba. (Mario Bautista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora