Capítulo 4.

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Estuve platicando unos 45 minutos con Jan sobre diversos temas que se daban durante la conversación, también me contó que el hacia mini vídeos para una red social llamada "vine", me di cuenta que en muchas cosas pensábamos igual, también nos dimos cuenta que íbamos en el mismo colegio. Jan era un chico lindo con muy buenos sentimientos, creo que el y yo podríamos llegar a ser buenos amigos.
-Tengo hambre ¿Quieres ir a comer algo?
-No, no creo que esté bien que me vaya, mejor esperaré a Fernanda y a Daniel
-Andale, vamos aquí a la esquina, hay una heladería. -Negué con la cabeza. -Por favor Andrea, te aseguro que tu hermana y Daniel no vendrán pronto.
-Esta bien. -Accedí. -Vamos
Salimos de su habitación
-Deja le aviso a mi hermano. -Tocó la puerta de enfrente y pronto salio el chico con el que me había encontrado anteriormente.
-Hola Andrea. -Me miro y sonrió y yo le Sonreí de vuelta. -¿Que pasa Jan?
-Solo venía a avisarte que vamos por un helado ¿quieres venir?
-Claro. -Tomó una gorra de su cama y salió. -Vamos
Salimos de la casa e íbamos conversando Jan y yo de nuestro sabor favorito de helado y el chico de la gorra solo iba caminando con su celular en la mano y una que otra vez sonreía, ya íbamos a llegar al lugar cuando de pronto escuchamos el grito de una chica que corrió a abrazar a Jan y otras dos corrieron a abrazar al chico de la gorra, las chicas no dejaban de decirles lo mucho que los admiraban y que los amaban.
-¡Hola mis amores! ¡Que belleza es encontrarlas aquí!
Miré a Jan y me sonrió
-Disculpa. -Me dijo una de las chicas. -¿Me tomas una foto con Mario?. -Tendio una cámara hacia mí
-Claro.-Tome la cámara y comenzaron a posar para las fotos, primero abrazándose, después ella dándole un beso a el chico de la gorra y luego el besándola a ella, no se porque pero sentí algo raro ¿celos?, no creó, nos acabamos de conocer.
-Gracias. -Me dijeron las chicas después de varias fotos que les tomé con "Mario" y Jan y luego se fueron.
Mire a Jan un poco confundida.
-¿Qué fue eso?
-Bueno, ¿recuerdas que te conté que hago vines?. -Seguíamos caminando. -Pues no sé como paso, pero después de unos meses teníamos cientos de seguidoras apoyándonos. -Entramos a la heladería. -Voy a ordenar
-¿Y tú? -Le pregunte a Mario, mientras me sentaba en una silla, el se sentó junto a mí.
-Emm, yo también hago vines y cantó.
-Oh, pues que bien, debe ser difícil para ti y Jan salir.
-No realmente, creeme que es lindo y reconfortante sentir el apoyo de las personas, sentir que te quieren, y a mi me encanta porque es como cumplir el sueño de alguien haciendo lo que te gusta y siguiendo tus sueños, me encanta robarle sonrisas a las hermosas personitas que me rodean. -Yo sonreía como una tonta mientras el hablaba. -¿Lo ves? -Paso sus dedos por mi mejilla. -Es hermoso robar sonrisas a personas hermosas, en ese momento momento Jan gritó.
-Mario ¿me puedes ayudar?
-Claro. -Me miró y sonrió. -Ya vengo.
Luego de un rato volvieron ambos con tres helados, a mi me habían comprado uno de chocolate, y así se nos fue el rato, ellos me contaban cosas que les habían pasado y yo no paraba de reír, ambos eran unos chicos encantadores, y me caían muy bien, Mario se tomo varias fotos conmigo, en algunas salía distraída y en otras salía bien, luego nos tomamos fotos los tres juntos, se me fue el rato entre risas, fotos, chistes y juegos, no me cansaba de estar con ellos.
-Chicos, ya vuelvo, voy a pagar. -Dijo Jan.
-Ten. -Estire mi mano con un billete. -Paga mi helado. -Me miro extraño y luego se río.
-¿Es broma? Claro que no. -Se río de nuevo y se fue a pagar.
-Le copió lo caballero a su hermano. -Se río Mario.
-Ya lo creo, ¿que hora es?
-Ya es tarde, son las once catorce.
-¿Que? Es súper tarde, ya vámonos
-Claro. -Nos paramos y fuimos a donde estaba Jan y salimos juntos del lugar, hace un par de horas estaba haciendo mucho calor pero de pronto el clima cambió y ahora hacia mucho frío, entramos a casa de Jan y Daniel y Fernanda aun no llegaban.
-Que raro que aún no llegue Fernanda por mi, ella no me deja tanto tiempo sola.
-No estas sola. -Jan me empujo suavemente.
-Claro que no esta sola, tengo que ir al baño. -Mario entró a la casa y volvió unos minutos después con una sudadera, le lanzó una sudadera a Jan y puso una sobre mis hombros, lo miré.
-Gracias.
-Denada, ¿Quieres que te lleve a tu casa o prefieres pasar aquí la noche?
-Creo que es mejor que me lleves a mi casa.
-¿Vamos Jan?
-Si, vamos.
Nos subimos al carro de Mario y arranco, el camino de casa de Mario a la mía duraba unos 25 minutos, pero ahora el recorrido se me había hecho muy corto, Mario y Jan habían cantado todo el camino y yo a veces me les unía o simplemente me limitaba a escuchar.
Jan bajo primero del carro y me ayudo a bajar y después bajo Mario.
-¿Gustan pasar?
-No, gracias, ya es muy tarde, mejor para otra ovación ¿si?. -Preguntó Mario
-Claro. -Mario me jalo hacia el y me abrazó, me encantaba su aroma.
-Fue un placer haberte conocido, aunque haya sido por accidente. -Reímos
-Fue un gusto conocerte.
-Espero volvernos a ver.
-Claro que sí.
Me separe de el y abrace a Jan
-Fue genial conocerte Andrea, espero vernos mañana en el colegio.
-Si yo también esperó verte mañana.
-Mañana te buscaré.
-Espero que me encuentres.
Me dio un beso en la mejilla y me soltó, ambos subieron al carro.
-¡Nos vemos! -Gritó Mario y se fueron.
Entre a mi casa y cerré todo y me fui directamente a mi cuarto y me quité la ropa y la sudadera de Mario la guardé en un cajón, me puse la pijama y me metí en la cama, rápidamente me quedé dormida.

Cuando menos te esperaba. (Mario Bautista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora