Capítulo 21: Presuntos amigos.

182 13 5
                                    

(Pov: Budo)

Ya estando todos jugando unas horas videojuegos nos hartamos y salimos a una tienda de conveniencia.

- Que se les antoja chicos? Yo invito. - Dijo Ryuto.

- Vaya, casi siempre te "dejas" invitar - Dijo Taro.

- Jajaja, lo sé. Esta vez gané un torneo de LOL, el premio fueron $1000 Dólares. - Dijo con entusiasmo.

- Eso es increíble Ryuto! - Dijo Shin.

- Bien ahora si, escojan lo que quieran. Hay que seguirla, la noche es joven. - Saltó de la emoción.

Olvidaba que era pasar tiempo con ellos, después de que Ayano entró en mi vida las cosas dieron un jiro de ciento ochenta grados.

Ya habiendo tomado papitas, monsters, pizzas y ramens nos fuimos a la casa de Ryuto a jugar en su Nintendo.

— Me siento como una puerca — Dijo Ryuto echado en el suelo frotando su barriga.

— No es para menos, te comiste una pizza, dos monster y una bolsa enorme de cheetos. — Dijo Taro riéndose de él.

— Comida de campeones! — Dijo alzando el pulgar.

— Y bien algo para contar chicos? — Dije.

— Uy cierto, Shin que tal vas con Oka? — Dijo Ryuto haciendo ojitos.

— No se que pretendes que les diga, pero no me mires así Ryuto — Dijo Shin.

— Vamos Masuta apoyame — Dijo Ryuto.

— No has hablado con ella últimamente Shin? — Pregunté.

— Algunas veces para ver como avanza el club, eso es todo — Dijo Shin.

— Seguro que eso es todo? — Dijo Taro.

— Ay Taro, de ellos lo entiendo pero de ti? — Miró Shin a Taro acusándole.

— Además Budo nos tiene que compartir algo no? — Dijo Ryuto

— Yo? Y yo de qué? — Pregunté extrañado.

— Si, de esa chica callada — Dijo Ryuto.

— Ah, te refieres a Aishi-san no? — Dijo Shin.

— Ayano? — Preguntó Taro.

Ay mierda.

— Si, últimamente te veo de un lado a otro con ella, no estarás saliendo con ella y no nos has dicho? — Preguntó Ryuto.

— No, no salgo con ella. — Dije.

— Entonces... Son amigos? — Preguntó Taro.

— Claro que si Taro, ella no es muy amigable con todos. Nos hemos llegado a entender desde esa vez... — Recordé a Osana en el suelo agonizando.

— Oh ya veo. Es que me parece una chica amable, no parece que hable mucho — Dijo Taro.

— No lo hace, Pipi la ha visto algunas veces en la sala de computación. Dice que hasta sus ojos te ven el alma — Dijo Ryuto estremeciendoce.

— No seas payaso Ryuto — Dijo Taro riéndose.

Shin y yo nos quedamos viendo unos segundos y después decidimos evitar el tema para seguir jugando hasta la mañana siguiente.

Nos despedimos todos para poder ir a desayunar cada quien a su casa.

Me fui con Shin a su casa y de camino comenzó la conversación que no quería que sucediese.

— Le gusta a Taro también — Dijo Shin.

— Argh, no quiero ni oírlo. — Suspiré.

— Ya se, pero Aishi-san por lo que he podido ver a ella también. — Dijo Shin.

— También lo sé Shin — Dije agarrándome la nuca con pesar.

— Entonces que haces aún así por ella si sabes que le gusta Taro?— Preguntó.

No tienes idea Shin. Y casi como si me leyese la mente respondió.

— Se que no quieres decirme todo, pero va terminar explotando esto por algún lado. Puede que hasta Taro y tú se peleen — Dijo molesto.

— Shin es que, no te haces una idea de cuánto la amo. — Dije casi llorando.

— Wow, espera ahí — Nos sentamos en una barda — Budo dime que te pasa, nunca te visto así de desesperado. — Dijo sacando un pañuelo.

Las lágrimas del estrés acumulado se me salian solas y solo podía pensar en cuanto me dolía que ella no me amase igual.

— Algo pasó esa noche, no? — Preguntó.

— Tuvimos unos momentos — No mentía — Le dije la verdad Shin — Dije preocupado.

— Le dijiste sobre tu enfermedad!? Y como lo tomó? — Preguntó angustiado.

— Esa es la cosa, lo entendió. No solo eso, no se burló, ni me criticó — Dije recordando.

Seguía con la manos echas puños porque yo rechazaba a chicas porque no querían que se dieran cuenta de lo que padecía, sumado a que algunas decían que nunca estarían con alguien enfermo en diferentes sentidos.

Como sea yo decidía no salir con nadie por esta razón pero luego llegó ella y las cosas fueron y han sido tan distintas, son de otra manera, color y aunque si sádicas no me dan miedo.

— Entonces esto es más que un simple amor pasajero — Dijo preocupado.

— No se que hacer Shin — Dije entre lágrimas.

Solo se limitó a abrazarme y esperar a que me tranquilizara ya que el es el único de los chicos que sabe que estoy enfermo. Solo lo sabe porque se dió cuenta, mi intención nunca fue que los supiera nadie.

Me siento tan patético y molesto ahora, no solo por el echo de que Ayano se niega a la mínima posibilidad de quererme, sino que ahora Taro también le interesa y va ser mucho más difícil frenar eso.





El sentimiento Prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora