G R O U P I E // Jung Hoseok

Ready to run

"Hay una luz en tus ojos que no puedo negar. Luego estoy yo dentro de un bote que se hunde. Me estoy quedando sin tiempo; sin ti jamás lograré salir con vida, pero sé, sí, que estaré bien.

 Hay un demonio en tú sonrisa que me esta persiguiendo y cada vez que volteo toma más velocidad; hay un momento en el que finalmente te das cuenta, que no hay manera de que puedas cambiar la marea, pero sé, sí, qué estaré bien.

Está vez estoy listo para correr, para escapar de la ciudad y seguir el sol, porque quiero ser tuyo ¿no quieres ser mia/o? No quiero perderme en la oscuridad de la noche

Esta vez, estoy listo para correr, en dónde sea que estés... es lugar al pertenezco"

Ready to Run, One direction.

Mi corazón se aceleró y brinco como loco, por dos cosas, la primera porque iba tomada de su mano, y la segunda, porque nos seguían. Nos metimos por una tienda de ropa que tiene dos pisos ocupados. Subimos a las escaleras eléctricas para ir a los pisos superiores, ascendíamos y descendíamos en la plaza comercial de tienda en tienda, intentando perderlos.

—¿Qué estamos haciendo? —le pregunte mientras la escalera eléctrica subía. Ahí algunas personas lo reconocieron y saludaron con brevedad emocionadas puesto que iban del lado contrario

—no sé —rio —solo intento salir

Llegamos al final, vimos el piso inferior y ahí pudimos ver a todos los hombres altos y tuneados con su traje negro, miraban a todos partes, la gente los observaba con mucho detenimiento. Nosotros continuamos caminando a gran velocidad, escabulléndonos entre el gentío con la intención de perderlos, la mirada traviesa de sus ojos no desaparecía.

—ya sé —dije deteniéndome —salgamos por el estacionamiento —señalé la azotea de la plaza comercial

—¿por dónde nos vamos? —no lo dudo

—sígueme —giré y lo guie, subimos unas escaleras más. Llegamos al piso más alto, donde había muchos establecimientos de comida rápida, luego, fuimos por la puerta que daba ingreso al estacionamiento.

Hoseok analizo el lugar, solo hay una familia guardando sus compras y el guardia, rodeados de muchos autos más. 

—¿crees que lo hayan advertido? —eleve mis hombros. Caminamos sigilosos tras una camioneta verde menta

—quien sabe —repuse —viendo la situación, tal vez sí

—¿Qué hacemos? —cuestionó para sí mismo. Se dejo caer al piso, tomando asiento, recargo su cuerpo en otro auto de color rojo, imite su acción, apoyando mi espalda en la camioneta verde quedando de frente

—esperar

—¿no ibas a ir a la librería? —bajo su mirada

—puedo ir mañana, solo debo recoger un libro que pedí

—lamento esto —volvió a disculparse —cambie tus planes por completo —estiró sus manos sobre sus rodillas y elevo su cabeza al respaldo de la camioneta, dejando a la vista su perfecta mandíbula, nadie creerá lo lindo que se miraba

—lo mejor de la vida no es planeado —sonreí. Él hizo lo mismo agradecido

—me siento tan raro escondiéndome tras un carro

—es raro, pero no está mal —opine —podría ser peor

—no soy un fugitivo —carcajeo —y parezco uno