G R O U P I E // Jung Hoseok

Enchanted

 "Ahí estaba yo otra vez, esta noche forzando risas, fingiendo sonrisas. El mismo solitario y viejo lugar, cansados. Muros de insinceridad, intercambios de miradas furtivas y soledad en lugares libres; se desvanecieron cuando vi tu rostro. Todo lo que puedo decir, es que, fue encantador conocerte.

Tus ojos susurraban: ¿nos conocemos? A través de la habitación, tú sombra comienza abrirse camino hacia mí. La juguetona conversación comienza y yo empiezo a notar tus rápidas miradas sobre mí. Como si estuviéramos pasando notas en secreto... y fue, encantador conocerte."

Enchanted, Taylor Swift.

Muchas veces en mi mente imagine está situación, muchas veces la idealice, dije y ensaye todo lo que podría decirle sí por algún motivo una oportunidad se presentaba ante mi desafortunada vida. Pero ¿qué estoy haciendo? Viendo el teléfono, tratando de confirmar sí estoy teniendo una alucinación, estática sin mover ni un solo dedo con las mejillas encendidas y los ojos a segundos de explotar, él me observo:

—¡Lo lamento! —volví a escuchar su voz. Mi corazón latió como relámpago —lamento lo que acaba de suceder —Repitió. Mis manos tiemblan de la impresión —yo solo estaba huyendo de mis guardaespaldas. No puedo hacer nada estando con ellos, tenemos unos cuantos shows cumplir en este mes, pronto volaremos, jamás fue mi intención asustarte —me dedico una mirada —quiero pasear sin sentirme presionado, quiero poder detener un momento de mi vida para mí —expreso con problemas, ligeramente estresado. Volví a prender mi teléfono, mi actitud era muy irreconocible para lo que antes pensé que sería.

—está bien —deje mi teléfono en el estante. Sus músculos se tensaron estaba tan sorprendido como yo por mi reacción

—yo... ¿puedo quedarme un rato más aquí? —me miro con cautela vigilando con cuidado por las paredes de cristal a la gente que pasa de un lado a otro —por lo menos hasta que se vayan mis guardaespaldas —reí de los nervios

—¿esto es enserió? —asintió dudoso —¿enserio eres jhope? —cuestione insegura, no podía terminar de creerlo. Sus manos se pusieron ansiosas revolviéndose entre sí —y ¿los demás? —cuestione un tanto insegura, creía que andaban juntos todo el tiempo en sus giras

—por ahí en algún sitio de aquí, intentado huir tal vez también, no sé —con sus manos explico sobre la zona, están aquí también —sé que parece ser un chiste esto, pero no veo nada de raro aquí, solo yo —se quitó la gorra, y peino su cabello, luce tan hermoso de cerca, es surreal. De verdad era él, quise correr y abrazarlo, pero me retuve, no quise incomodarlo

—ya veo —retuve mis ganas de gritar y abalanzarme sobre él —lamento haber sido grosera, veras —revolví mis dedos apenada por la amenaza, la vergüenza no me cabía incluso usé una escoba —no con frecuencia, entra una celebridad vestida de mafioso. En este país, es peligroso, realmente me asusté

Caminó ansioso por el estante de música clásica. Yo no sabía que decir ¿qué es lo correcto? Lo sobre pienso demasiado

Me miró y yo a él, dubitativos nos regalamos una sonrisa amable y temblorosa, sinceramente, no podía dejar de verlo, sentía como mis ojos se iluminaban de felicidad al tenerlo aquí, me regañe internamente, tampoco debo causarle una mala impresión, de menos sí está huyendo, no causarle las mismas ganas de hacerlo

—entonces ¿te molesta sí me quedo un rato más? —negué con detenimiento, por mi encantada

—para nada, ponte cómodo

Por un rato, él camino de esquina a esquina en la tienda, cuando entraba un cliente se escondía entre los discos, fingía atarse una agujeta o levantar dinero, dejaba caer el mismo billete, una y otra vez. Yo por otra parte, feliz por lo que estoy viviendo, lo veía. Quería acercarme y pedirle una foto, también charlar, podría ser mi momento de tener un regalo divino.