Lovebug

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"Te llame por primera vez ayer. Finalmente encontré la parte que me faltaba; te sentí tan cerca, pero estabas tan lejos, me dejaste sin nada que decir.

Ahora estoy sin palabras, al borde, sin aliento, jamás imagine que me atraparía el bicho del amor otra vez.

Sin esperanza, en el momento perdidamente enamorado, jamás creí que me picaría: el bicho del amor otra vez

No puedo sacar tu sonrisa de mi mente, pienso en tus ojos todo el tiempo desde que te ví"

Lovebug, Jonas Brothers.


Desperté en la habitación de mi hermana, miré el celular: sábado, nueve con treinta de la mañana, observé mi alrededor, todo está en orden.

—no fue un sueño —me dije. Me levante como pude, avance con las rodillas por la cama, al bajar, camine rápido a la habitación de enfrente que es la mía. Dudé en abrir, quise tocar, me debatí internamente, inhale y exhale aire ¿y sí no es verdad? —no seas tonta —me regañe. Claro que era real.

Volví a respirar una última vez, hice mi mano puño, la acerque a la puerta y toque tres veces. Nada, sople el aire que no pude sacar antes, pero nuevamente falle, por lo que mejor, opte por abrir la puerta, no estaba ahí. Me desconcerté, tal vez fue un sueño demasiado lucido. Salí del cuarto y baje a desayunar, tenía el cabello hecho un chongo alto, y usaba todavía mi pijama de dos piezas morada con lunares blancos, en mi caminó, escuche el sonido de los trastes chocar y moverse en la cocina.

Apresuré el paso y bajé casí corriendo, entre a la cocina y hobi preparaba el desayuno, eran hotcakes, lo deduje por lo ingredientes que tenía fuera.

—¿por qué cocinas? —fue lo primero que salió de mis labios rojizos

—buenos días t/n —sonrió apretando sus labios, dejando a la vista sus hoyuelos. También dije buenos días y luego dijo —porque... —elevo los hombros —solo déjame hacerlo

—¿puedo ayudar en algo? —podía jurar que mi rostro era más reluciente de lo común. Negó

—solo siéntate y disfruta —contestó

—bien —la felicidad que en este momento siento es grandiosa —¿hiciste café? —negó con su cabeza —lo preparé yo

—ok —contestó concentrado haciendo un circuló de masa dulce

Me levante, y camine al espació de los aparatos electrodomésticos, saque dos tasas de una repisa, luego, puse la cafetera, coloque el café en la canastita de la maquina y esperé.

—¿dormiste bien? —pregunté recargándome de lado

—de maravilla —contestó —sin preocupaciones, sin agenda, sin manager —enumeró emocionado —sin los chicos —hizo una curva triste en sus labios

—pronto los verás

—tengo que hacerlo, me siento extraño sin ellos conmigo

—entiendo, cuando mi hermana se casó, dejó un hueco en mi vida —concordé

Extendió el plato llenó de hotcakes pequeños con fresas, y miel de maple.

—Pero bueno, a desayunar, sé que están bien y eso me tranquiliza demasiado

—me alegra escucharlo —me senté en la barra cuando serví el café y acerqué los endulzantes. Él hizo lo mismo que yo quedando frente a mí.

Nos servimos cada quién a nuestro gusto el almuerzo que preparó, me quede observándolo embobada ¿por qué era tan lindo? Como es que alguien como él podía ser real. Me capto infraganti, sus ojos me analizaron, y sin más, me sonroje de vergüenza, olvide que estaba fodonga y fachosa, recién levantada, lo olvide de lo feliz que estaba, podía estar así por horas sí quería, incluso todo el fin de semana, pero no hoy, no frente a él.

G R O U P I E // Jung HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora