SUNSET | JASPER HALE

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Estaba segura de tres cosas, la primera Jasper era un vampiro.. la segunda, una parte de él, no sabía a que grado, deseaba mi sangre y la tercera, estaba incondicional y irrevocablemente enamorada de él.

Bella había salido de la casa encontrándose a ambos hermanos Cullen hablando tranquilamente en la entrada.

—Hola. —menciono ella tímida.— ¿Esperas a Adara? —le pregunta al rubio.

—Hola Bella. —responde Jasper educadamente.— Si, la llevaré a la escuela.

—Suerte con eso, hoy tiene entrenamiento y suele tardar años en arreglarse.

Jasper suelta una risa y Edward toma la mano de bella obligándola a caminar hacia el auto.
Jasper miraba de reojo.

—Adios bella. —saluda él y la castaña le da una sonrisa.

Después de que Edward y Bella se marcharan, a los pocos minutos, en realidad muchos.
Apareció Adara, estresada.

—Oh jasper lo olvidé, ¿Tarde mucho? —pregunta inocentemente.

—Tengo suerte de estar muerto, sino me hubiera congelado. —bromea.— tranquila estoy bien, ahora vamos que llegarás tarde.

Jasper se dirigió a abrirle la puerta de la Jeep, como todo un caballero y Adara lo agradeció con un beso en la mejilla.

—Casi lo olvido, Buen día jas.

Dicho eso se subió, el calor de los labios tibios de adara en la mejilla del rubio se sentía bien.

[...]

Era inevitable no sentir las miradas de toda la escuela al verme llegar todas las mañanas junto a Jasper, los rumores corrían como el viento.
Pero con el tiempo me había acostumbrado, al igual que ya había asimilado que mi amigo era un vampiro.

"Amigo" entre comillas, no éramos nada formal.. al menos no por ahora.

Durante los días siguientes pase mi tiempo con él o con sus hermanos, saliendo o simplemente quedando con ellos.

—¡Jasper! —lo regaña.— tengo puerta ¿sabes? Cada vez que vienes me matas del susto.

—Lo siento, Ada. —se disculpa riendo y entrando por la ventana. — ¿Qué haces?

—Mi tarea. —responde ella desde su escritorio, Jasper la mira curioso y se coloca detrás de ella.

—¿Que materia es? —pregunta.

—Historia.. la guerra civil. —responde sin levantar la mirada de su libro.

Jasper aparta el libro de sus manos y lo lanza a la cama, Ada lo mira confundida.

—Oye que te.. —es interrumpida.

—Yo puedo ayudarte, déjame espacio. —ordena él y Adara se levanta dejándole su asiento.

El rubio toma asiento y comienza a escribir en el cuaderno, Ada miraba incrédula.
La letra de Jasper era impecable y tenía un toque antiguo, antes no le había prestado la atención necesaria.

—¿Como sabes? ¿Acaso ya viste ese tema? —pregunta ella.

—Lo viví. —responde.— soy la mejor persona para ayudarte en eso, quizás también Connor pero no tanto.

—¿Qué? no jodas.. eso paso hace más de cien años.

—Crei que ya habías asimilado mi especie.. tengo 180 años cronológicamente. —dice.— estuve en el ejército del confederado, fui el mayor de este.

Adara lo miraba concentrada dándole a entender que siguiera hablando.

—Con 17 años menti sobre mi edad para entrar al ejército, al poco tiempo logré alcanzar el puesto de comandante, era el más joven de la época. —dice sonriendo.

—¿Ahí te convirtieron? —pregunta.

—Algo así, no quiero hablar de eso ahora. —la sonrisa de Jasper se borró pero al poco tiempo la retomó porque sintió lo triste que estaba su compañera.— Ada.

—Dime.

—¿Quieres ir a mi casa mañana? Carlisle y Esme quieren conocerte. —pregunta el rubio.

Jasper comenzó a sentir los nervios de la pelinegra e intentaba calmarlos.

—¿Con tu familia? ¿Y si no les agrado.?

Jas soltó una risa.

—Adara mis hermanos te adoran, Carlisle y Esme seguro que también, no tienes de que preocuparte. —dice él acercándose para darle un abrazo.

—Gracias por ayudarme, Jas. —corresponde al abrazo.

—No hay de que señorita, pero creo que se como podrías agradecerme.

—¿Así? ¿Cómo señor Hale? —pregunta ella fingiendo inocencia.

Ambos estaban cercas de sus bocas pero la mueca de asco de Jasper y el ceño fruncido, separaron a ambos.

—¿Qué pasa? —pregunta preocupada.

—Pasare por ti mañana. —dice dejando un beso en la mejilla de la Swan.— tengo que irme, nos vemos.

—Bye bye vaquerito. —dijo viendo como su chico salía por la ventana.

Y como por arte de magia su padre apareció por la puerta.

—Ada cariño,  Harry y Jacob llegaron para ver el partido ¿te apuntas? —pregunta él.

—Eso no se pregunta.