𝑅𝗼𝘀𝗲𝘀

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° ⸼ ۰ ۰ Q ◌ ˀˀ


Alexis, nadie importante, ni para el, decidió salir a regar las flores de su balcón, actividad reconfortante cuando venía de trabajar.

Estaba siendo deleitado por la cantidad de sonidos provenientes del resto de la casa, algo no muy extraño a decir verdad, pero parece que en un abrir y cerrar de ojos, cuando entro a rellenar su regadera de agua, todo cambio, pues ahora en silencio estaba reinando ese lugar. Un camión parecía haberse estacionado afuera.

Sus vecinos miraban discretamente por las ventanas de sus apartamentos sin mucho éxito lo que pasaba, pero no todos pueden ser tan recatados, y el pequeño del que cuidaban una par de hermanos fue el que le dió a conocer lo que sucedía.

- ¡Papá, papá! ¡Mira! Es una niña

Vecinos nuevos.

De todas las personas que pudieron elegir vivir ahí, no esperaba una familia, esa vieja casa que quizás antes era un hotel o un edificio, estaba repartida en varias partes para ser ocupada y rentada, le faltaban varias cosas para querer vivir ahí, carecia de originalidad, personalidad, notoriedad, un algo; resumidamente, era muy común y corriente, su color no la hacía resaltar a los ojos de Alex, estaba en cualquier lugar de la ciudad, mínimamente el espacio era aceptable.

Pero ahí estaba el camión de mudanza, descargo una cantidad de cosas que daban a entender que no eran una familia numerosa; Cucurucho,el propietario de la vivienda se dejó ver después de tanto tiempo, mostrando al joven y la pequeña que venía con el la parte de la casa, que al parecer seria parte de la planta baja.

Inmediatamente la casa volvió a su estado habitual, pero la curiosidad ya estaba plantada, la mudanza no tardó mucho más de 20 minutos en depositar todas las pertenencias y después se retiró. Era extraño como un acto que debería ser por lo menos relevante, pasaba a ser tan insignificante, lo que lo hizo pensar en retomar una vieja "tradición" que le inculco su madre y que una vez independizado también adoptó el.

Regalar flores de su jardín a los nuevos vecinos.

No fue el primero en mudarse ahí pero mientras más personas llegaban a vivir ahí con el pasar de los años, y su jardín iba creciendo en su pequeño balcón, regalaba a sus vecinos una parte de el como bienvenida; véase por ejemplo su vecina originaria de Corea, que al enterarse de su nacionalidad, le regaló una maceta con mugunghwas.

Tomo sus tijeras para jardín y eligió las rosas que estuvieran a punto de abrir, no las regalaría tan cerradas, nada le aseguraba que sus vecinos las cuidarían, así que los botones que estaban medio abiertos fueron recortados para luego ser amarrados con un poco de listón rojo.

Se colocó su gorro usual, sacudió un poco su ropa polvosa y estaba listo para presentarse.

Bajo al primer piso, algo nervioso, para que mentir, hacía algo de tiempo que no hacía eso, pero siempre se puede volver a empezar, miro a dónde habían metiendo los muebles y lo que vio fue a una pequeña castaña de pelo largo jugando mientras que dentro del hogar se distinguía la voz del osito Bimbo (apodo que le puso a cucurucho) y la de otro joven, parecía que discutían algo de la renta.

"Mal momento para venir" Penso, pero ya era tarde para retirarse, la castaña lo miro y vaya que no lo dejaría irse

- ¿A quien busca señor? ¿Lo puedo ayudar - Una voz dulce y aguda pregunto.

Señor. ¿En qué se habían ido los años que su cuerpo reflejaban? Se lo preguntaría en otro momento con más calma, pero ahora había una pequeña muy curiosa observándolo .

- Oh, a nadie chaparrita, eh... ¿Es tu padre el de allá adentro? ¿O tú hermano? ¿Familia...? - cuestionó referente al señor que al parecer estaba inmerso en su conversación adentro

- ¡Es mi papá! ¿Quiere que le hable? - Estaba muy decidida a ir, tanto que abandono sin dudar la flauta que tenía en la mano, dando a entender que quizá ella también quería a su papá con ella

- ¡No! Así está bien, vendré en otro momento... - Pero ahora se sentía idiota, con esas flores en su mano, el pequeño recorrido que dio y que al parecer más tarde tendría que volver hacer, ahora mismo no le constaba que el joven del interior las aceptará, etc. - ¿Puedes.. dárselas a tú papá? De parte del joven del 5-A, porfavor. - Pidió a la niña, quién las tomo gustosa para luego olfatear el ramo.

- ¿A usted le gusta mi papá? -solto inocentemente

- ¿Qué? ¡No! ¿Por qué?

- Esque estas son cosas que se dan las personas que se quieren

- No me mal entiendas, es como un regalo de bienvenida

- ¡Oh! Esta bien, ¡Gracias señor... - la pequeña hizo una mueca tratando de encontrar algo que sobre saliera en Quackity - señor sonriente! - Finalizó la menor para luego tomar sus cosas y entrar a casa.

"Tal vez debería hacer lo mismo" Pensó para si el chico y se encamino a la escaleras.

Hola amiguitos, la vdd, no sé que estoy haciendo, pero ok, intentaré que esto funcione

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Hola amiguitos, la vdd, no sé que estoy haciendo, pero ok, intentaré que esto funcione.

Gracias por su atención. :)

┊ The Blue House ┊ ⋆˚  Quackbur - CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora