⪩⪨ ┊ Alex está en un punto de su vida donde todo dejo de tener sentido y ya nada era interesante, ni las flores que le apasionaba cuidar ni las canciones que reproducía en su tocadiscos, y el lugar donde vivía no ayudaba a que el se sintiera mejor;...
Eran las seis de la tarde, eso marcaba el reloj de su muñeca y ya estaban cerrando, para ser un local de alimentos era raro, aunque era un motivo por el que decidió trabajar ahí, pocas horas y un sueldo decente que a pesar de no ser su fuente principal de ingresos, era buena para la educación que siempre le quiso dar a su niña.
- ¿Seguro que ya no quieres ayuda para cerrar la tienda?
- Lo digo en serio Wilbur, tienes que ir por tu hija a esta hora, ¿No es así? Puedes retirarte.
⎯⎯ㅤㅤִㅤㅤ୨⠀♡⠀୧ㅤㅤִ⠀⠀⎯⎯
El sabía que no tenía sentido salir tan temprano, su niña había ido a comer a la casa de un amigo, Dapper si no mal recordaba, además, hablando con el progenitor de este acordaron en que Tallulah sería llevada a casa en punto de las nueve de la noche.
La verdad es que no quería volver a casa, recordaba las conversaciones de otros padres de la escuela, cuando contaban que sus momentos de paz eran cuando sus hijos no estaban en casa, pero el no los podía entender, ¿Cómo les podrían desagradar sus hijos al punto de desear tenerlos lejos? El se sentía verdaderamente solo.
A veces recordaba a la madre de su hija, a su anterior mujer, y le sucedía lo mismo, ¿Cómo es qué ella podía dormir en paz sabiendo que tenía una hija de la que no se hacía cargo? Es más, sin verla.
Se sentía igual al adolescente que alguna vez fue, inadaptado socialmente.
Claro, tenía unas cuantas amistades si se le podía decir así, su jefe de trabajo era un tipo agradable, pero más de una vez le dejo en claro que no tenía el deseo de tener una relación más allá del compañerismo.
Y su amigo de la tienda de discos, Mark, al que iba a visitar si veía el local medio vacío, en alguna ocasión este lo invito a reunirse con otros amigos para presentarlos, más que nada, al saber la situación de su amigo quería que se incluyera más.
- Tocas guitarra, no Will?
- Sí, no mucho, es más como un hobbie
- Bueno, a veces me reúno a tocar con otras personas, te había contado ya, quizás nos quieres acompañar algún día
- Gracias por la oferta, pero como te dije, estoy algo ocupado
- Ay William - El otro suspiro cansado de las excusas de su amigo "Tengo trabajo" "Tomaré horas extras" "¿Y si no les agrado a tus amigos" - De todas maneras, si algún día quieres ir, avísame, ¿bien?
Había días donde estaba decidido a ir, pero finalmente se arrepentía y solo decía que había ido a visitar a Mark brevemente, eso pasó el día que le recomendó a un hombre de gorro al que noto un poco perdido un álbum que le gustaba mucho. Pensó que solo había agradecido la recomendación por amabilidad,pero cuando lo vio acercándose a la caja a pagar y en verdad compró aquel disco, vaya que se sintió dichoso.
Le gustaba imaginar un poco de la vida de los que le rodeaban, el muchacho de aquella vez no fue la excepción, le hubiera gustado pensar que hacía mientras oía abbey Road, si le había gustado, si tal vez estaba agradecido con el extraño que se lo recomendó; siendo sinceros le hubiera gustado conversar más.
Después de un lento, casi eterno recorrido de su trabajo a casa, lleno de pensamientos vagos y sin sentido, entro a su hogar, pero seguia sin sentirse como uno.
Vivió gran parte de su vida con sus padres, se independizó para tener así su segunda casa, aunque más bien solo se trataba de un piso de edificio, verdaderamente solitario, fue ahí donde Tallulah llegó a su vida después de ese incidente, y ahora con la pequeña en su vida, todo se veía mejor, sinceramente.
Sentía que había algo para seguir esforzándose y ser su mejor versión, pero momentos como ese, en el que su niña no estaba, no sabía que hacer, estaba solo. Lo que hacía de esa habitación un hogar era su hija.
¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que mostró interés en tener un pasatiempo? Despertar, dejar a su hija en la escuela, ir a trabajar, recojer a su hija y llegar a casa a cenar ¿Desde cuándo su rutina se basaba solo en eso?Todo eso se cuestionaba mientras estaba acostado en el pequeño sofá de la que era su sala principal.
Al lado tenía una pequeña mesa con un estereo, un poco pasado de moda, como lo eran más cosas de su casa. Prendió este sin importar que disco tenía ya reproduciendo, y sin darse cuenta, se quedó dormido escuchando cualquier melodía... Pero todo se sintió como un pestañeo, porque al segundo ya tocaban la puerta, tratándose de su hija y el padre de su amigo.
Miro el reloj de su muñeca¿Las 9?¿En qué momento el tiempo avanzó tan rápido?Fue raro ese momento pero después de recibir a su pequeña y de despedir al hombre, cerró la puerta, empezando a tener un fuerte dolor de cabeza, tan fuerte que no se percataba de lo que su hija le decía; detuvo en seco la conversación que empezaba a formular la menor para buscar su frasco de Aspirinas, no era la primera vez que eso le pasaba.
Y después de un rato, aún agitado, estaba bien, y preparado para terminar de afrontar el día
- ¿Cómo te fue Tallulah?
- Bien papi, el señor Hallo fue muy amable
- Me alegro de oir eso, ¿Quieres cenar algo?
- No papi, gracias, tengo mucho sueño, ¿Me puedo ir a mi cuarto ya?
- Claro, corre - Se agachó a la altura de la pequeña y depositar un pequeño beso en su frente -Descansa
- Tu también papá, no te duermas tarde como ayer - Termino y salió corriendo a su cuarto
¿Cómo supo que no pudo conciliar el sueño la noche pasada? Lo peor era que probablemente hoy tampoco se podría, por más que lo quisiera.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Integrantes de la banda de lovejoy? Yep.
A decir verdad, no esperaba el apoyo que ahora mismo está recibiendo esto, es como AAAAAAA, pero bueno, un millón de gracias, espero poder publicar capitulos cada tanto, cuidense, paz. <3
