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La campana sonó, dando aviso que las clases habían terminado, algunos niños sonreían alegres y otros recogían sus cosas calmadamente.

Una pelirosa de orbes jade sonrió al ver acierto rubio hablando con algunos amigos, ser maestra no es nada sencillo para ella.

Los niños eran algo intranquilos y muy juguetones, pero era algo a lo que Sakura estaba acostumbrada.

Después de todo amaba a esos niños.

- bien niños, no olviden hacer su tarea, nos vemos el lunes- dijo ella, dedicándole una sonrisa amable.

- si, Sakura-Sensei- respondieron todos al unison.

Esa amabilidad con la que Sakura los trataba, fue suficiente para ganarse el corazón de cada uno de esos niños.

Pues al provenir de un estatus social grande, sus padre al igual que sus profesores le exigían muchas cosas, bueno al menos algunos.

La pelirosa se encargaba no solamente de darles clases, también le enseñaba los valores y el respeto.

Solo porque provienes de familia ricas, eso no les daba derecho a reírse o burlace de los que son pobres.

Fue un reto que ella tuvo que hacer al momento que notó, como algunos trataban mal a su pequeño hermanito.

- Hermana- el llamado de una vos familiar para ella la saco de sus recuerdos.

- si, ¿Que sucede Takeshi?- pregunto.

- iré a compañar a Emma y Río a esperar a sus padres- contesto con una sonrisa animada.

- claro, me quedaré hacer algunas cosas aquí y una vez que los padres recogan a los niños,no iremos a casa.

- si.

Sakura acarició la cabeza de su pequeño hermanito y vio como se iba con sus dos amigos.

Le alegraba mucho ver a Takeshi tan animado y feliz, cosa que no lo era antes. Luego de que su madre llegará un día y lo abandonara, sin siquiera decir nada.

La pelirosa recordaba ese día perfectamente, ella antes estaba casada con Sasori. Un hombre lindo y bondadoso, o al menos eso le hizo creer.

Luego de que su madre le dejara a su hermano.

Las cosas entre ella y Sasori empeoraron, no había ni un día que no discutirán por Takeshi. Sakura veía sus comportamiento hacia su hermano, Sasori no le agradaba lo notaba.

Takeshi era un niño, ¿Como se le ocurría pensar, que ella lo abandonaría?.

Sakura era lo único que tenía Takeshi.

Un día Sasori le dio un ultimátum, o  daba a su hermano en adopción o  le daba el divorcio.

Era obvio cual fue su decisión, tuvo que luchar sola y salir adelante por Takeshi,y no se arrepientia de nada.

Gracias a este trabajo que su amiga le consigo, podía darle una buena educación a su hermano.

- listo,todo está en orden- dijo Sakura terminando de acomodar algunas cosas, salió del aula lista para caminar hacia la salida.

- ¡Hermana!- exclamó Takeshi al ver a la pelirosa.

- ¿Takeshi?, Justo iba a ir con ustedes.

- hermana, Emma se lastimó- comento el pequeño, con la respiración agitada.

- ¿Donde esta?- pregunto rápidamente, el pequeño agarro la mano de su hermana y la llevo hacia la enfermería.

Al llegar la pelirosa abrió la puerta vio a Río el hijo de Neji y Tenten al lado de Emma, la pequeña lloraba mientras que el pequeño la consolaba.

Curando tus heridas (Sasuke X Sakura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora