lucky deimond

Cap.23

Angie y Alex en multimedia

Este cap se lo dedico a mi papa porque se que a pesar de haber leído esta morbosa historia le gusto y me apoyo desde el principio gracias papa

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-Maldita sea.- dije sacudiendo mi mano la cual me había cortado en el dedo anular.- Maldito cuchillo.- dije mirándolo con enojo y le saque la lengua como niña pequeña, nani solo reía y movía la cabeza de un lado para otro. Me encontraba ayudando a nani con la cena, siempre quise aprender a cocinar pero para ser sincera nunca y digo nunca con todas las letras de la palabra eh sido buena para eso.

-Dios niña, tu siempre has sido un asco para esto.- dijo nani riéndose de mi.

-Gracias por tu apoyo nani.- sarcásticamente dije observando como nani venia a mi lado, agarraba mi mano, nos llevo al lavamanos y con cuidado se aseguro de lavar mi cortada y dejar un beso en ella después de secarle.

-Espera aquí, iré por una bendita.- dijo y camino hacia el tercer cajón a la izquierda de donde nos encontrábamos sacando un paquetito blanco del cual saco una bendita, volvió a mi lado y la coloco en mi dedo anular.

-Gracias nani.- sonreí para ella y le di un beso en la mejilla.

-Pobre criatura, pero que bueno que tendrá a nani para que le cocine.- dijo con amor y ternura hacia mi pansita colocando una mano encima de ella.

-¡Oye!, talves yo no seré buena pero me encargare de pagarle a un o una chef.

-No te conviene mujer querida, nunca se sabe cuando estas quieran destrozar una familia.- dijo nani con sisaña.

-Tuche!... sera completamente hombre entonces, o homosexual también estaría bien.- dije sonriendo.

-Hay niña, tu siempre tan ocurrente, pobre cocinero, eres tan caprichosa para comer que me apiado de el.

-Pero siempre te lo digo con amabilidad y me quejo de igual manera.- dije inocente.

-Anda, mejor ve a acomodar la mesa.- dijo sonriendo y dándome una palma dita en la nalga izquierda al voltearme haciéndome saltar y reír.

Tome todos los cubiertos necesarios y fui a acomodar la mesa, mientras estava por terminar de colocar las copas escuche pasos y risas provenientes de la entrada, sonreí. Ya habían llegado mi padre, Joshua, Alessandro y sus hermanos, kevin, Chat y Joe, ademas de Cesar Vireo su padre. Sali lo mas rapido que pude del comedor hacia la entrada tirandome a los brazos de el amor de mi vida.

-Hola princesa.- dijo besando mi sien.

-Maldito seas Alessandro Vireo.- bufo mi padre.- antes ella solía hacer eso conmigo!, devuélveme a mi hija maldito engendro.- prosigio con un tono triste y molesto pero a la vez en broma.

-Eso querido amigo es imposible.- dijo Cesar dándole palma ditas en el hombro a mi padre como si le ofreciera consuelo mientras sonreía.

-A ti también te amo papa.- dije saliendo de los brazos de Alessandro y caminando hacia mi padre, extendió los brazos y yo corrí a abrazarlo, aunque mi pansita no me dejaba hacerlo tan bien como quisiera. Sonreí al sentir una patadita y mi papa abrió tanto los ojos que creería que se le saldrían, maravillado bajo la mirada a mi bolita de amor, sonrió de oreja a oreja, acaricio mi estomago de arriba abajo y volvió a sentir otra patadita.

-Desde cuando hace esto?.- pregunto sorprendido.

-Hace varios días atrás por la noche, mientras su papa le hacia cariños.