Dahmo

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Lo que la jóven Dahyun nunca esperó fue que al llevarle el videojuego a la prima de su unnie, esta dichosa prima fuera ridículamente atractiva y que su corazón se acelerará con sólo mirarla.

—H-hola...¿tú eres Momo?— preguntó la beta con nerviosismo.

—Sí, soy yo, ¿y tú quien eres pequeña?— preguntó la pelinegra recargadose en el marco de la puerta y mirando con detenimiento cada detalle de la chica que estaba en frente de ella. Su lobo se estaba inquietando mucho con ese precioso espécimen.

—Mi nombre es Dahyun, s-soy amiga de Tzuyu— dijo la beta antes de mostrarle el videojuego— Vine a dejarle esto.

—Oh, pero ella no esta, bueno en realidad nadie esta en la casa— Momo respondió con voz seductora, ni siquiera sabía de donde estaban saliendo sus palabras, pero esa beta estaba cautivandola por completo.

—S-si...ella me lo dijo y también dijo que podría venir a dartelo a ti— Dahyun se sentía completamente intimidada por la alfa y sus feromonas, cosa que nunca le había pasado— Así que toma— la beta volvió a mostrarle el juego para que lo tomara.

—Mhm de acuerdo...pero mejor pasa, digo no se donde pone sus videojuegos y no quiero perderlo. Lo más seguro es que tú sepas.

—Bueno si, p-pero mejor me voy— La menor trataba de no verse nerviosa ante la imponente chica que tenía en frente.

—No, no, anda vamos a dejarlo rápido— dijo Momo antes de jalar levemente a la beta del brazo y meterla a la casa— ¿Los guarda en su habitación?

—S-si...ahí— contestó Dahyun sintiendo sus mejilla calentándose por el agarre de la mayor, ni siquiera le gustaban las mujeres, o eso creía; no sabía por que estaba sintiendose así con la prima de su unnie.

Momo la jaló hasta la planta de arriba donde se encontraba la habitación de Tzuyu.

Dahyun entró en el cuarto y dejo el videojuego donde Tzuyu los guardaba, en uno de los cajones justo arriba del de ropa interior.

—Listo...ahora me voy— dijo Dahyun antes intentar huir de la habitación, cosa que no fue posible ya que la alfa la tomó nuevamente de su brazo y la acercó a su cuerpo.

—¿Tienes pareja Dahyun?— habló con voz ronca.

—N-no...no tengo novio— dijo Dahyun tratando de aclarar que las mujeres no eran de gran interés para ella.

—Ah, ya veo— Momo no había captado lo que Dahyun le quería decir, solamente le interesó el hecho de que la bonita beta no tuviera pareja— Entonces, ¿puedo hacer esto?

—¿Hacer que?— preguntó Dahyun confundida.

La alfa solamente rió antes de juntar sus labios con los de la menor en un lento beso.

Dahyun abrió los ojos con sorpresa e intentó con todas sus fuerzas alejarse de la más alta.
Nunca nadie la había besado como esa alfa lo estaba haciendo, lento, pero con hambre.

Cuando sintió que la lengua de la mayor entró en su boca y se puso en contacto con la suya, las piernas de la beta flaquearon y soltó un jadeo, sus fuerzas se fueron y solo se dejó llevar por los húmedos labios y las feromonas fuertes de la mayor.

La alfa estaba maravillada con las reacciones de la bonita beta, podía sentir como la menor temblaba entre sus brazos y como trataba de seguirle el beso lo mejor que podía.

Los pies de ambas chicas se movieron solos hasta chocar con la cama y caer sobre ella con la mayor acomodándose entre las piernas de Dahyun y continuando el beso que se volvía cada vez más caliente.

Sweet scent - SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora